Plan de reestructuración

Los acreedores de Celsa no prevén un plan con cierres de plantas ni deslocalizaciones

Los fondos se hacen también eco de diversos aspectos de la declaración de ayer de su asesor financiero, cuyo socio Martínez-Fidalgo dijo que los activos de este grupo siderúrgico "no son suficientes para pagar los pasivos".

Los acreedores de Celsa confían en que su plan de reestructuración rechace cierres
Los acreedores de Celsa no prevén un plan con cierres de plantas ni deslocalizaciones
CELSA GROUP

Desde los fondos de acreedores de Celsa han insistido en que su plan de reestructuración de la compañía siderúrgica no incluye "ni cierres de plantas ni deslocalizaciones". En un comunicado, estos fondos subrayan que en el proceso judicial que arrancó el lunes en Barcelona "hay que valorar si el plan de reestructuración que presentan los acreedores hace viable a la compañía a corto y medio plazo, y si este es mejor que la única alternativa posible, que es la insolvencia".

Aunque recalcar que el vicepresidente del consejo de administración de Barna Steel -empresa que forma parte de Grupo Celsa-, Francesc Mesegué, ya defendió durante la primera jornada del juicio de oposición a la homologación del plan de reestructuración de la empresa que el proyecto empresarial de los fondos acreedores de la empresa "no aseguraría la continuidad del grupo".

Los fondos se hacen también eco de diversos aspectos de la declaración del miércoles ante el juzgado mercantil número 2 de Barcelona de su asesor financiero, la firma Houlihan Lokey, cuyo socio Manuel Martínez-Fidalgo dijo que los activos de este grupo siderúrgico "no son suficientes para pagar los pasivos" que acumula la compañía y tildó de desastre la gestión financiera de Celsa en los últimos años.

En la sesión de este jueves en el juicio, que debe dirimir si la familia Rubiralta mantiene o no el control accionarial de Celsa han comparecido como testigos diversos expertos aportados por los accionistas actuales de la siderúrgica, que han avalado la solvencia de la compañía y la verosimilitud de sus planes de negocio para los próximos años.

Echevarri ha explicado que tras acordar la ayuda, la empresa entendió que era "posible renegociar con los fondos sin entrar en el capital" y ha lamentado que los acreedores de los créditos Jumbo y reconvertible no respondieran dentro del plazo otorgado por Sepi para aceptar la ayuda. Ha recordado que la empresa realizó en abril una oferta con un pago de 450 millones de euros en efectivo, la reestructuración de 662 millones de euros con deuda sénior y un nuevo instrumento de deuda adicional de 450 millones.

Puig ha defendido que Celsa no ha pagado su deuda con los acreedores desde 2020 "no por no querer" y ha recordado que esta última oferta era de casi 2.000 millones de euros. "Hemos ofrecido compensar la totalidad de la deuda", ha asegurado, y ha subrayado que Celsa está al día de todos los pagos con trabajadores, administraciones y proveedores.

BDO presenta su pericial ante el juez del Caso Celsa

Celsa siempre ha afirmado que la empresa cumplía con sus previsiones de negocio hasta la llegada del COVID y que lo ha vuelto a hacer de forma amplia en los años 2021 y 2022, con cifras record de facturación y ebitda, en cumplimiento de sus previsiones.

Sin embargo, las cifras actuales 2021 y 2022, así como las previsiones futuras de la compañía, han sido descartadas por Lexaudit y los fondos para realizar las valoraciones de Celsa que han presentado al juez y que valoran al Grupo entre 2.400 y 2.700 millones de euros. Hoy, esas valoraciones han sido expuestas en sede judicial al análisis y peritaje de BDO. 

La consultora ha evidenciado errores que motivan una desviación de casi 2.000 millones en la valoración de Celsa. De acuerdo con el texto del informe realizado por la firma internacional especializada en servicios jurídicos, advisory y consultoría, el valorador no ha procedido de “manera diligente, desde un punto de vista profesional, ni ha seguido uno de los procedimientos más básicos y relevantes para llevar a cabo un trabajo de valoración.” 

Los errores que llevan a BDO a afirmar que estos informes “adolecen del rigor necesario” son o nacen de:

• Según el informe pericial las valoraciones incumplen los procedimientos más básicos, relevantes y necesarios para llevar a cabo un trabajo de valoración por el método de descuento de flujos (DFC)

• Se realiza un informe partiendo de estimaciones propias y sin acceder ala información de primera mano de Celsa en cuanto a coste de materia prima y precios de venta, fundamentales para realizar una valoración por flujos de caja.

• La errónea estimación de las inversiones ya genera una disminución de 500 €M en el valor de la compañía

• Tampoco incluyen el valor de los activos inmobiliarios. “Como no los usan para generar el flujo de caja no los incluyen”

• La valoración presentada por los fondos y desarrollada por Deloitte extiende a perpetuidad los márgenes de rentabilidad históricos del grupo del periodo. “La compañía actual y su contexto nada tienen que ver con aquel periodo de hace 10 años”, explica BDO.

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