La economía avanza un 0,2%

La zona euro avista la recesión con el PIB y el empleo estancados a septiembre

Los datos meten presión adicional al BCE, que se ve obligado a mantener su política de incremento de los tipos para atajar una inflación en máximos históricos en un entorno macro cada vez más débil.

El BCE prevé que la economía de la zona del euro se contraerá un 0,4 por ciento en 2013
El BCE prevé que la economía de la zona del euro se contraerá un 0,4 por ciento en 2013

La economía de la zona euro se estancó en el tercer trimestre del año en relación al trimestre previo, con un avance del 0,2% frente al 0,7% al que había crecido entre abril y junio. Los datos que ha publicado este martes Eurostat, la oficina de estadísticas comunitaria, constatan también una pérdida de dinamismo en el empleo y colocan a la región más cerca de la recesión técnica que, según la Comisión Europea, se producirá entre finales de este ejercicio y principios del próximo. Entonces, el PIB del conjunto de los países que comparten el euro encadenará presumiblemente dos trimestres consecutivos a la baja, en una proyección que comparten otros organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Central Europeo (BCE). 

Los datos de la Unión Europea a Veintisiete dibujan un panorama similar, si bien el frenazo es aún más intenso, puesto que el PIB del conjunto de países avanza un 0,2% trimestral, frente al 0,8% que lo hizo en el trimestre anterior, en medio de la crisis generada por la guerra en Ucrania y el encarecimiento de la energía. Ambas variables han disparado la inflación hasta máximos históricos en la zona euro (marcó el 10,7% en octubre en la zona euro, un máximo desde la entrada en circulación de la moneda común) y han metido presión adicional al Banco Central Europeo, que se ve obligado a mantener su política de incremento de los tipos en un entorno macro cada vez más débil y en el que el mercado de trabajo también se resiente.

El empleo apenas aumentó un 0,2% en ambas regiones en el tercer trimestre, frente al 0,4% al que lo había hecho en el periodo anterior. En términos interanuales (si los datos se comparan con los del mismo trimestre hace justo un año) el PIB creció un 2,1% en la zona euro y un 2,4% en el conjunto de la UE entre julio y septiembre, por debajo del 4,3% al que avanzaron en el segundo trimestre. El número de personas empleadas se incrementó un 1,7% interanual entre los países que comparten divisa y un 1,5% en los Veintisiete, un alza que también se debilita en relación al avance del 2,7 y 2,4% que las dos áreas registraron, respectivamente, a lo largo del trimestre anterior.

Alemania e Italia aguantan pese a sus peores perspectivas

De las grandes economías, son Italia y Alemania las que de momento muestran un mayor dinamismo. Las dos se enfrentan a una más que previsible recesión -de acuerdo con las estimaciones de los principales organismos internacionales- por su menor mayor dependencia de Rusia y su menor diversificación energética. La economía transalpina avanzó un 0,5% en el tercer trimestre y la germana lo hizo un 0,3%, en ambos casos por encima del 0,2% que el Instituto Nacional de Estadística publicó para España en ese mismo periodo. 

Sin embargo, ni Roma ni Berlín han conseguido frenar la escalada de los precios de momento. Sus tasas anuales de inflación se elevaron al 11,9 y al 10,4% el mes pasado, justo el camino contrario que está siguiendo España, donde el IPC encadena tres meses de moderación desde el pico del 10,8% que marcó en julio (este martes Estadística ha confirmado que la inflación se situó en el 7,3% en octubre gracias al abaratamiento del gas y la electricidad).  

Al margen de las economías más grandes, Chipre y Rumanía (ambas con un 1,3% de avance entre  julio y septiembre) y Polonia (0,9%) y Suecia (0,7%) registraron el mayor avance trimestral de su economía. En el lado opuesto se sitúan Letonia (-1,7%), Eslovenia (-1,4%), Chequia y Hungría (ambas con una caída del 0,4%), así como Bélgica, Austria y Finlandia (-0,1%) cuyas economías se contraen por su mayor dependencia de Moscú. 

Entre los factores que explican la debilidad más acusada de la economía europea frente a la de otras regiones del planeta están, no solo el mayor impacto de la subida de la energía (de la que los europeos son más dependientes), sino también la debilidad del sector exterior, el endurecimiento de las condiciones de financiación y la falta de perspectivas claras a medio plazo por la guerra en Ucrania. La parte positiva es que el mercado laboral resiste y, de hecho, la Comisión Europea confiaba en sus últimas proyecciones en que el empleo -que marca ya máximos históricos- crezca un 1,8% este ejercicio tanto en la UE como en la zona euro.

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