Reunión del Ecofin 

La UE sienta la base de sus nuevas reglas fiscales a pesar de las dudas alemanas 

El documento confirma que se mantendrán los límites actuales del déficit en el 3% del PIB y la deuda en el 60% y señala que hay convergencia de opiniones sobre las principales elementos que la Comisión Europea.

Nadia Calviño durante el encuentro del Ecofin
La UE sienta la base de sus nuevas reglas fiscales a pesar de las dudas alemanas. 
Agencia EFE

'Habemus acuerdo'. Los estados miembros de la Unión Europea han acordado este martes las líneas maestras de las futuras reglas de control del déficit y de la deuda, las cuales prevén dejar más margen a los Gobiernos para fijar sus sendas de ajuste y para acometer ciertas inversiones. El acuerdo ha llegado después de que se solventaran las dudas de última hora que planteó Alemania. 

Los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete plasmaron los puntos de consenso en unas conclusiones que servirán de base para que la Comisión Europea presente en las próximas semanas -tras meses de debates preliminares- una propuesta legislativa formal para reformar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, dando así el pistoletazo de salida a las negociaciones definitivas.

El documento confirma que se mantendrán los límites actuales del déficit en el 3% del PIB y la deuda en el 60% y señala que hay convergencia de opiniones sobre las principales elementos que la Comisión Europea sugirió en su comunicación de noviembre, en particular, la posibilidad de que los Gobiernos diseñen sendas fiscales nacionales definidas por un "único indicador operativo", el gasto primario neto.

"Metodología común y análisis de los desafíos" 

Señalan, no obstante, que estas trayectorias deben basarse en una "metodología común" elaborada por el Ejecutivo comunitario que sea "replicable, predecible y transparente", que incluya un "análisis de los desafíos" asociados con los niveles de déficit y deuda y que derive en "un esfuerzo fiscal que ponga a la deuda en una senda claramente a la baja o para que se mantenga en niveles prudentes".

Los Estados están de acuerdo además en la posibilidad de que "el periodo de ajuste fiscal puede prolongarse" si un Estado miembro se compromete a realizar una serie de reformas e inversiones que "refuercen las perspectivas de crecimiento o la resiliencia" de su economía. Entre estas cita medidas encaminadas a mejorar las sostenibilidad de las finanzas públicas, pero también inversiones relacionadas con las prioridades "estratégicas" de la UE, como son las inversiones en las transiciones ecológica y digital o para aumentar las capacidades en defensa.

Frente a estos cambios que llevan el nuevo marco a un territorio más flexible, los países más partidarios de la disciplina fiscal introdujeron en el documento una referencia en la que los Veintisiete se comprometen a "explorar" una serie de "salvaguardias" para garantizar que la deuda estatal se reduce a un ritmo "suficiente" y para evitar que los ajustes sólo se realizan en los últimos años de cada ciclo. En la misma línea, el texto remarca que las sanciones por incumplir las trayectorias de ajuste deben ser "más efectivas" y "más transparentes" y, para ello, aboga por reducir las cantidades previstas para estos casos para que su aplicación sea "más realista" y las multas sean más automáticas.

Durante el encuentro, Berlín amagó con bloquear en solitario las conclusiones, que ya habían sido consensuadas por los Veintisiete a nivel técnico, por su descontento con las directrices que la Comisión Europea dio la semana pasada a los países para elaborar sus presupuestos de 2024, año en que volverán a aplicarse las normas fiscales tras cuatro años suspendidas por la pandemia y la guerra.

Bruselas incorporó en las mismas algunos de los elementos de futura reforma que a priori generan consenso entre los países, como la elaboración de sendas de ajuste diferenciadas para cada Estado, lo que a juicio de Alemania supone que el Ejecutivo comunitario está prejuzgando el resultado de unas negociaciones que todavía no han concluido. El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, destacó que su país puede apoyar el texto después de que se haya subrayado la iniciativa alemana de que la Comisión tenga que seguir debatiendo con los Estados miembros antes de presentar una propuesta legal sobre la revisión.

"La Comisión es totalmente consciente de la necesidad de seguir discutiendo varios aspectos de esta propuesta" 

“Esto no significa carta blanca para la Comisión, sino la necesidad de una discusión técnica más profunda sobre cuestiones inciertas”, dijo el ministro, subrayando que “aún se necesita mucho trabajo para lograr un consenso” sobre la reforma. "La Comisión es totalmente consciente de la necesidad de seguir discutiendo varios aspectos de esta propuesta y clarificar con los Estados miembros algunos aspectos que aún necesitan ser clarificados y eso es lo que haremos en las próximas semanas antes de presentar nuestras propuestas legislativas", anticipó el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, a su llegada a la reunión. Subrayó, no obstante, que las nuevas reglas deben ser "adecuadas para las nuevas realidades" que afronta la UE. 

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