Uno de los tantos frentes que tiene por delante el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, es la generación del 'baby boom' o, mejor dicho, sus pensiones. Recordemos, pues, que hablamos de aquellas personas que en la actualidad tienen entre 45 y 59 años, que empezarán a jubilarse próximamente y que, además, cuentan con largas carreras de cotización por lo que tendrán prestaciones medias más altas. Así las cosas, para recuperar el dinero de la llamada 'hucha de las pensiones' y poder afrontar tal gasto, la propuesta que ha planteado Escrivá es un incremento de las cotizaciones de empresarios y trabajadores de medio punto lineal.
Pero, ¿qué son exactamente las cotizaciones sociales? Son aportaciones a la Seguridad Social de carácter obligatorio que todo trabajador hace por realizar una actividad laboral, durante todo el tiempo que está trabajando y de forma ininterrumpida. Su cuantía sirve para pagar fundamentalmente las prestaciones contributivas. Mientras que los autónomos eligen ellos mismos el importe, la ley es quien fija el baremo para los trabajadores por cuenta ajena.
Así, el Ejecutivo planea obtener unos 1.000 millones de euros más al año, durante al menos diez años con la subida de las cotizaciones. Según han confirmado fuentes de la negociación, si no fuera necesario utilizar el dinero, se devolvería, ya fuera mediante un aumento de las pensiones o una reducción de las cotizaciones.
A pagar entre empresario y trabajador
Lo que cada trabajador paga a la Seguridad Social depende del salario y de las contingencias que cubra. Actualmente, el tipo de cotización por contingencias comunes asciende al 28,3 % (el 23,6 % a cargo de la empresa y el 4,7 % a cargo del trabajador). Desde el Ministerio de Escrivá calculan en un coste de 10 euros al mes a pagar entre empresario y trabajador para un sueldo medio en España (unos 1.500 euros mensuales). En el caso de los mileuristas, esa cantidad se reduciría a cinco euros.
Además de este incremento de las cotizaciones sociales y como parte del mecanismo de equidad intergeneracional, el Gobierno deberá mantener el gasto en pensiones sobre el PIB según las proyecciones del informe sobre pensiones de la Comisión Europea, el Ageing Report (0,8 puntos del PIB, unos 10.000 millones de euros a fecha de hoy).
Así, esa primera parte de reforma vendría acompañada de una segunda mitad que habría que poner en marcha cuando se pasara el periodo de diez años previsto de pago, que se centraría en una vigilancia de la evolución de la 'hucha' y los ingresos de la Seguridad Social cada tres años, para garantizar que no se desvía del incremento previsto a la hora de pagar las pensiones, y que se estima en no más de 10.000 millones de euros al año.
