Reunión del Consejo de Gobierno

Algo más que los tipos: el BCE decide sobre la candidatura de Delgado al supervisor

Varias fuentes apuntan a que Lagarde podría dar su apoyo a la contrincante alemana de la 'número dos' del Banco de España, en pleno 'baile de sillones' en las instituciones europeas con otros candidatos españoles en liza

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado
La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado
Europa Press

En una semana clave en la que el Banco Central Europeo (BCE) deberá hacer malabares para que los mercados encajen de buen grado su decisión de política monetaria -tanto si se deja llevar por las señales de frenazo económico y opta por no mover los tipos, como si da más valor a la resistencia a bajar de la inflación subyacente y a la fortaleza del mercado de trabajo y los eleva en otro cuartillo de punto-, el Consejo de Gobierno de la entidad tiene entre manos otra decisión clave. El principal órgano rector de la entidad decide este miércoles el nombre de la sucesora del italiano Andrea Enria al frente del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) para los próximos cinco años. 

De las dos mujeres que optan al cargo, la vicepresidenta del Bundesbank, Claudia-María Buch, y la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, la española cuenta con el beneplácito del Parlamento Europeo que, según informó recientemente Bloomberg, envió el pasado mes de julio una carta al emisor donde se describía a Delgado como la más cualificada para tomar las riendas de la autoridad que supervisa a los mayores bancos de la región. La agencia asegura que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, optó por no compartir esa misiva con el resto de miembros del Consejo de Gobierno y que su voto se decantaría, finalmente, por la candidata germana. Esto generaría una fricción evidente con el Europarlamento, que deberá dar el visto bueno a la decisión de la entidad.

Enria abandona el cargo en diciembre -por un lustro y no reelegible- y quien le suceda tendrá la difícil tarea de supervisar al sector bancario en una coyuntura sin precedentes. El BCE se ha visto obligado a llevar a cabo la subida más acelerada de los tipos desde su creación (los ha elevado un total de nueve ocasiones desde julio del año pasado hasta situar su tasa de referencia en el 4,25%) y el impacto sobre la economía ya es evidente. Los bancos han empezado a notar los efectos de este alza tras haber superado más de una década de fuertes restructuraciones y con serios problemas de rentabilidad. 

La difícil tarea de la nueva presidenta del Mecanismo Único 

Y en este contexto ya hay entidades que han anunciado un aumento notable de los dividendos y retribuciones a los accionistas, en medio de las advertencias constantes del banco central para que sean cautos en sus decisiones ante el riesgo de que la situación económica empeore en la Eurozona y esto pueda generar un aumento de la morosidad. En realidad, el principal problema para Delgado es que la Unión Europea afronta toda una cascada de relevos en sus principales instituciones, a las puertas, además, de unas nuevas elecciones al Parlamento Europeo que tendrán lugar del 6 al 9 de junio año que viene. 

En ese 'baile de sillones' España tiene otras aspiraciones clave. La vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, compite (entre otros) con la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, por hacerse con la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), y el problema es que ya hay dos españoles que ocupan puestos de relevancia en el ámbito de la supervisión financiera: Luis de Guindos, actual mano derecha de Lagarde en el BCE (y cuyo cargo de vicepresidente no expira hasta 2026) y José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Mientras, Alemania ha perdido recientemente algunos puestos clave en el ámbito comunitario.

Una decisión difícil sobre los tipos de interés

En teoría, la decisión sobre la presidencia del MUS debería hacerse pública este jueves tras la reunión de un Consejo de Gobierno del BCE que dará a conocer, junto a su decisiones de política monetaria, las nuevas perspectivas económicas para la región. "Esperamos que el BCE suba los tres tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos", apuntan desde Bank of America. Su economista Jefe para Europa, Rubén Segura-Cayuela, incide en que, pese a lo reñida que estará la decisión, en general, las últimas noticias apoyan una subida por varios motivos. 

Primero, por las perspectivas de crecimiento más débiles (que según BofA descartarían de momento una recesión), después porque la inflación converge casi (o totalmente) al objetivo al final del periodo de previsión, pero es más fuerte a corto plazo. Además, por los pequeños repuntes en las expectativas de inflación y en los costes laborales unitarios y dado que no existe ninguna evidencia clara de que la subyacente haya tocado techo. Eurostat avanzó que en junio la tasa que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos se mantuvo en el 5,5%. "Todavía hay muchas posibilidades de que se produzca una subida (de los tipos)", añade Felix Feather, analista de economía europea de la gestora abrdn.

Desde su punto de vista una medida de este tipo podría agravar una recesión que ya está en marcha, a la luz de indicadores como los PMI de manufacturas y de servicios, que apuntan a que la economía del euro podría sufrir una contracción ya en el tercer trimestre. "Dado que el impacto de los anteriores endurecimientos monetarios sigue acumulándose, y que no se vislumbra ningún alivio, esperamos que la recesión se acentúe durante el invierno", advierte el experto.

No será el único aspecto a tener en cuenta. De hecho, Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G, apunta a la importancia del esbozo de las proyecciones macroeconómicas que haga el emisor. Desde su punto de vista es muy probable que las expectativas de crecimiento económico sean revisadas a la baja, mientras que las de inflación no deberían mostrar variaciones relevantes respecto a junio, en especial en el indicador subyacente.

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