Tras el auge de la pandemia

El teletrabajo pierde adeptos y se estanca en una tasa del 13,8% de los ocupados

La tasa de teletrabajadores en España no ha logrado mantenerse desde los primeros años de pandemia y sigue perdiendo fuelle un año más. Ahora, el trabajo en remoto tan solo lo practican un 13,8% de los ocupados.

Teletrabajo en España: el quién y el dónde de una práctica que pierde fuelle
Teletrabajo en España: el quién y el dónde de una práctica que pierde fuelle
Nerea de Bilbao Yárnoz

Como si de una mascarilla o un pasaporte Covid se tratará, el teletrabajo corre el riesgo de quedarse como una experiencia pandémica más. Mientras, la oficina se resiste a salir de la vida de los trabajadores. Tanto es así, que el teletrabajo ha perdido peso en España en el último año y, de entre la población ocupada, tan solo un 13,8% lo siguen manteniendo, según datos de la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El INE incluyó el teletrabajo en la encuesta en 2021, después del auge de esta práctica por el estallido de la pandemia. Entonces, la cifra alcanzaba el 17,6%. Al año siguiente la práctica del teletrabajo cayó hasta el 14%. En 2023, la cifra se ha mantenido estable, con un retroceso de apenas dos décimas.

Mujeres y jóvenes

Sin embargo, para algunos colectivos, trabajar desde casa ha atraído a más profesionales. Es el caso de las mujeres y de los más jóvenes. En concreto, de entre la población ocupada en España, un 14,6% de las mujeres admitieron haber teletrabajado los últimos tres meses, tres décimas más que hace un año, mientras que la tasa de hombres se ha reducido del 13,7% al 13,1% en un año, ampliando aún más la brecha de género que ya existía en el teletrabajo en España.

A pesar del descenso, el auge del teletrabajo si ha llegado a un colectivo: los trabajadores de entre 16 años y 24 años, a pesar de mantener la tasa más baja por grupo de edad. Los más jóvenes han aumentado su cuota de teletrabajo hasta 4,4 puntos porcentuales respecto al año anterior. También lo han hecho, aunque en menor medida, los más mayores. La población de entre 65 años y 76 años ha registrado una tasa de teletrabajo del 14,2%, frente al 12,7% anotado en el año anterior. Sin embargo, las personas de entre 35 años y 44 años fueron las que registraron una mayor tasa de teletrabajo, de hasta el 16%.

Una práctica de la gran ciudad

El teletrabajo es también una práctica de la gran ciudad. Donde la tasa de teletrabajadores es mayor es en aquellos municipios de más 100.000 habitantes y capitales de provincias, con una penetración del trabajo a distancia del 18,7%. Por tipo de hogar, los adultos con vivienda y pareja y sin hijos a cargo también parecen más dispuestos a teletrabajar: lo hacen un 17,1%, el colectivo con una mayor tasa, seguida por el hogar unipersonal, que alcanza el 14,7%.

Aunque el único grupo social entre los que el teletrabajo es mayoría son los profesionales del sector de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). El grupo, compuesto por desarrolladores, informáticos o especialistas en ciberseguridad, cuenta con un 61,7% de teletrabajadores en sus filas, muy por encima del resto de trabajadores. Para encontrar el segundo grupo con una mayor penetración del teletrabajo hay que caer hasta el 28,8% que marca el grupo de teletrabajadores formado por técnicos y profesionales de nivel medio.

Por el contrario, directores y gerentes parecen ser más necesarios en la oficina y su tasa de trabajo remoto es del 23,3%. Por encima se encuentra también el personal científico e intelectuales, con un 28,8%.

El teletrabajo es también una solución de rentas altas. En los hogares con unas rentas más altas, de 3.000 euros o más, la tasa de teletrabajo es del 25,2%, la más elevada, y la penetración va bajando a medida que baja la renta: en los hogares de ingresos de entre 2.500 euros y 3.000 la tasa es del 16,9%, entre los 16.000 euros a 2.500, del 12,1%, y entre los hogares de menos de 1.600 euros apenas llega al 5,1%. De la mano va el grado de estudios del trabajador: cuanta más educación, más penetración del teletrabajo.

De vuelta a la oficina

Tanto el teletrabajo como las buenas condiciones de la oficina se han vuelto una baza más para atraer talento a las empresas. La propuesta de valor al empleado para atraer y fidelizar el talento se sitúa entre las prioridades estratégicas de los líderes empresariales españoles para los próximos tres años (solo superada por la respuesta frente a la inflación y al precio de las materias primas e igualada con la digitalización), según el KPMG 2023 CEO Outlook y el teletrabajo forma parte de esa propuesta de valor.

Sin embargo, la mayoría de consejeros delegados apuestan por desmarcarse de dejar trabajar desde casa a sus empleados. La encuesta recoge que tres de cada cuatro entrevistados prevén que en tres años se recupere el modelo completamente presencial. En concreto, lo piensan un 78% de los altos directivos, catorce puntos porcentuales más que la media global. Tiene más consenso entre los consejeros delegados recompensar a sus empleados a través de otras retribuciones como complementos salariales o promociones, están de acuerdo con ello el 89% de los consejeros delegados.

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