Seguridad Social

¿Qué es la tasa de dependencia de las pensiones y cómo afecta a su viabilidad?

El envejecimiento de la población hace caer cada vez más la relación entre mayores de 66 años y los trabajadores en activo, con consecuencias para las prestaciones que se perciben.

Una jubilada.
¿Qué es la tasa de dependencia de las pensiones y cómo afecta a su viabilidad?
Imagen de Udo Voigt en Pixabay.

Las pensiones españolas funcionan a partir del sistema de reparto, es decir las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las prestaciones de ese momento. De esta manera, el pago a la Seguridad Social de cada trabajador no se ‘guarda’, pero sí genera el derecho a su pensión cuando le corresponda. En base a este funcionamiento, el sistema precisa de un equilibrio entre el número de cotizantes y el número de pensionistas, lo que mide la tasa de dependencia.

En concreto, se trata de un indicador demográfico que mide el porcentaje de personas inactivas respecto al porcentaje de población en edad de trabajar. De acuerdo a ese porcentaje también se puede determinar el número de trabajadores que financia el escudo social del Estado. Así, cuando menor sea esta tasa, mayor sostenibilidad y viabilidad tendrá el sistema de pensiones.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan un porcentaje del 54,20% en 2020. Sin embargo, al analizar la dependencia solo de los jubilados, la cifra es algo menor, del 30,2%. En este último caso, se refleja la proporción de personas mayores de 64 años y que ya no se encuentran en edad de trabajar, respecto a los menores de 64 años y que sí se encuentran en edad de trabajar, es decir a partir de los 16.

El creciente envejecimiento de la población española empeora cada vez más esa tasa de dependencia que amenaza la sostenibilidad de las pensiones futuras. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) analiza la tasa de dependencia de la población mayor de 66 años, en cuyo caso se sitúa en un 26%. Sin embargo, avisa que en 2050 la tasa de dependencia podría incrementarse al 53%. La tasa actual implica que casi cuatro trabajadores pagan la pensión de cada jubilado, pero al duplicarla pasarían a ser menos de dos trabajadores.

Para analizar con más exactitud la situación a la que se enfrenta el sistema, se pueden recoger datos más concretos: de cotizantes y perceptores de prestaciones. Según datos de la Seguridad Social, en septiembre de 2020 había algo más de 18,87 millones de afiliados, frente a los 9,7 millones de pensiones.

¿Qué ocurrirá con las pensiones de las próximas generaciones?

Las características demográficas del país explican la situación. Como señaló el Banco de España, “el aumento de la tasa de dependencia, por el incremento de la esperanza de vida y la jubilación de los ‘baby boomers’, continuará presionando al alza el gasto en pensiones durante las próximas décadas”. Además, el sistema ha afrontado en los últimos años un importante desempleo, en la actualidad de nuevo incrementado por la crisis de la Covid.

Todo ello deriva en un saldo de la Seguridad Social en déficit, es decir, los ingresos no cubren los gastos. Sin embargo, esto no implica que no se puedan pagar las pensiones, ya que están aseguradas gracias a los préstamos aprobados en favor de la Tesorería General de la Seguridad Social.

Aún así, para aliviar las cuentas de la Seguridad Social, el Gobierno puede recurrir a otras opciones. Hasta hace unos años la denominada ‘hucha de las pensiones’ fue una salida, pero su inminente vaciado obliga a buscar otras formas de financiación que complementen los ingresos. Entre otras, incrementar las propias cotizaciones para incrementar los ingresos a la Seguridad Social, para ello se podría aumentar el tipo de cotización o bien incrementar la base máxima. Otra opción sería incrementar los impuestos, de manera que esa subida fiscal compensase el déficit de la Seguridad Social.

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