El Ministerio de Trabajo defiende que el Salario Mínimo Interprofesional debería crecer en consonancia a la subida de los salarios en convenio, para mantener la relación del 60% del salario medio, según señalan fuentes del Ministerio de Trabajo. A lo largo de los diez primeros meses del año, los salarios de los convenios colectivos arrojan un alza del 3,46%, aunque ésta no es la única variable que se maneja en la negociación para 2024.
De esta manera, desde el Ministerio de Trabajo abogan por que no haya pérdidas de poder adquisitivo, con lo que al menos debería reflejar el alza del 3,8% de la inflación media calculada en los doce meses anteriores y hasta noviembre. Trabajo insiste en que cualquier propuesta busca el acuerdo de las partes por lo que, una vez se cumplan los dos parámetros mínimos, se mantendrá una actitud flexible para que todas las partes se sumen a la propuesta.
A través del Ministerio de Trabajo, se confirmó que hay margen para llegar a un acuerdo tripartito con los agentes sociales. El próximo lunes volverán a reunirse para una subida del 4% en 2024, en línea con lo establecido en el acuerdo de negociación colectiva entre patronal y sindicatos. Desde el ministerio se mantiene optimistas con la posibilidad de cerrar un pacto, pese a que las posturas de patronal y sindicatos siguen alejadas, las empresas plantean un 3% y los sindicatos rechazan bajar del 5%.
Impacto de las últimas subidas
Desde el Ministerio de Trabajo han analizado el impacto que ha tenido la subida del SMI desde los 735,9 euros de 2018 hasta los 1.080 euros de 2023 tanto en el empleo, en la desigualdad y en la estructura empresarial.
Así, cinco años después y según los datos de la encuesta de población activa (EPA) el empleo asalariado ha crecido un 10,2%, por encima del 1,2% del autónomo; el femenino ha subido un 12,1%, frente al 8,6% del masculino; y los indefinidos, un 25,7%.
También ha crecido el empleo juvenil, un 14,8%, duplicando la tasa de mayores de 30 años; mientras que por regiones, no existe un patrón de comportamiento que muestre que el empleo es peor en aquellas comunidades que tienen los salarios más bajos y por lo tanto se ven más afectadas por subidas del SMI.
Asimismo y tomando como base el decil salarial de la EPA, los datos proporcionados muestran cómo la subida del SMI de los últimos cinco años ha incidido de forma especial en los deciles 1 y 2 de la distribución salarial. Los salarios más bajos han crecido el 30% y el 28%, muy por encima de la media del 9,5% y de los que más ganan, el decil 10, cuyo salario medio se ha incrementado el 4,2%.
El salario de las mujeres ha subido el 13,7%; el de los trabajadores de hasta dos años de antigüedad, el 18%; el de los empleados a tiempo parcial, el 19,6%; el de los jóvenes, el 20,5%; el de los temporales, el 21,2%; el de los que tienen estudios primarios, el 21,7%; y el de los extranjeros, el 22,1%. La brecha salarial se ha reducido un 25%, desde el 21,3% que había hace cinco años, hasta el 15% actual.
