En el campo español, el año 2023, será recordado por la intensa sequía que ha supuesto un auténtico test de estrés para agricultores y ganaderos en casi todo el país. A lo que cabe añadir, otros fenómenos meteorológicos más puntuales como pedriscos, heladas, inundaciones, viento... Todo ello, ha engordado la factura de los seguros agrarios cuyas indemnizaciones se espera que cierren este ejercicio por encima de los 1.200 millones de euros. Esto es el mayor abono de su historia, muy por encima de los 768 millones de 2022 que ya marcaron un pico inédito.
Todo lo anterior coincide con una relativa merma en la dotación del nuevo Plan de Seguros Agrarios Combinados para 2024, que aprobó ayer el Consejo de Ministros; y que ya no cuenta con los 60 millones de euros extra añadidos para este año, por la falta de precipitaciones y la guerra en Ucrania. En concreto, el montante destinado a subvencionar la contratación de pólizas de seguro entre agricultores y ganaderos ascenderá en los próximos 12 meses a 284,52 millones de euros. Lo que contrasta con los 317,7 millones de euros de este año.
Esto supone un cambio relativo respecto al incremento paulatino del apoyo público al seguro agrario, que desde 2020 ha pasado de 211,3 millones a los 284,5 millones de euros presupuestados de cara a 2024. Además, desde el departamento de Luis Planas quieren dirigir estas ayudas hacia determinados colectivos como los jóvenes agricultores y el agricultor profesional (el que tiene a esta actividad como su principal fuente de ingresos). De igual modo, abren la puerta a la "revisión y el perfeccionamiento de las líneas de seguros", así como a realizar estudios para diseñar nuevas coberturas. También advierten en Agricultura de la necesidad de adoptar "ajustes" contra lo que describe como un "desequilibrio" entre las primas recaudadas y la siniestralidad.
Pero, ¿dónde han ido exactamente los más de 1.200 millones de euros en indemnizaciones que ha abonado Agroseguro este año? En su 'Informe de siniestralidad', a 30 de noviembre, desde el seguro agrario ya se hablaba de compensaciones pagadas por 1.170,88 millones de euros y de 1.5583.644 de siniestros en total (agricultura, acuicultura y ganadería). Entre los cultivos más afectados se encuentran los herbáceos (cereales, hortalizas, patatas...) con 474,95 millones de euros en compensaciones seguidos por la uva (106,45 millones), los frutales (105,83 millones), los cítricos (89,68 millones) y las hortalizas (79,59 millones).
'Annus horribilis'
Desde UPA tachan este año de 'annus horribilis' y destacan que la superficie siniestrada supera los 3 millones de hectáreas. Esto es, apuntan, casi el 50% de todo lo asegurado. En este sentido, calculan que las indeminizaciones rondarán alrededor de 1.200 millones de euros engordadas por la sequía (460 millones). En esta línea, critican a Agroseguro que opte por "ajustar la prima al riesgo" elevando el coste del seguro que "en algunas líneas ha llegado de media al 39%", y temen que los seguros agrarios abandonen su rol de escudo o "estabilizador de rentas".
En esta organización agraria valoran como positiva el apoyo público impulsado desde el Ministerio de Agricultura, por medio de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) y sobre la que han destacado que ha permitido en muchas líneas "llegar al 70% de subvención frente a la media de los últimos años del 40%".
A la búsqueda de alternativas
Por este motivo, proponen buscar alternativas a la "siniestralidad extraordinaria consecuencia del cambio climático" como que el Consorcio de Compensación de Seguros se pueda hacer cargo de parte de este "exceso" de siniestralidad, así como que no sean los fondos agrarios exclusivamente sobre los que reviertan estas situaciones y se cree "un fondo extraordinario para atender la nueva realidad del cambio climático".
