Sin previsión de lluvias

La sequía también nos 'toca' el bolsillo: los alimentos básicos que más se encarecerán

Los ganaderos y los agricultores pagan la factura de la falta de lluvias y anticipan las cosechas más pobres de la historia. Si la demanda se mantiene estable, el precio de la fruta, el aceite o la lecha continuará al alza.

Una mujer realiza la compra en el supermercado
Una mujer realiza la compra en el supermercado
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La falta de lluvia amenaza a los ganaderos y los agricultores, pero también a los bolsillos de los consumidores. La cesta de la compra se ha encarecido  un 16,7%  respecto a hace un año y amenaza con acentuar la escalada inflacionista en las próximas semanas. Por esto motivo, hasta cuatro ministerios (Agricultura, Hacienda, Seguridad Social y Transición Ecológica) ya trabajan en un nuevo paquete de medidas de carácter económico y fiscal con el objetivo de combatir la sequía. Como en el inicio de la guerra, hay varios alimentos básicos que van a sufrir una nueva subida de precio.

Los datos no son menores. El valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el 1 de octubre de 2022 ya es un 23,5% inferior al valor normal y ya han comenzado las restricciones de agua para el consumo humano. Lo primero que se va a ver mermado son los cultivos de secano y el cereal es uno de los alimentos más afectados. España es uno de los mayores productores de trigo y el maíz. Pero también las legumbres, las patatas y las hortalizas.

Crisis en el olivar y los viñedos: suben el aceite y el vino

La oferta será menor debido a la sequía, por lo que los precios van a subir mientras se mantenga la demanda. Por eso pagaremos más por un producto que no ha dejado de subir en los últimos meses y que está cerca de convertirse en un artículo de lujo: el aceite de oliva. En el Boletín de Mercado elaborado por Agricultura adelantan ya  "una fuerte caída de la producción" y una reducción de la comercialización". La producción ha caído (a cierre de febrero) hasta un 55% respecto a la misma fecha de 2022. Las cooperativas alertan de que las altas temperaturas afecten a los olivos y mermen la cosecha.

El sector vínicola es otro de los afectados y ya busca soluciones que le permitan adaptarse a la sequía de este año y a la reducción de las lluvias que se prevén a largo plazo, teniendo en cuenta la tendencia de la última década. Esto sumado a las altas temperaturas, pueden poner en peligro la vendimia y tener consecuencias en la calidad y cantidad de la uva. Los viñedos son especialmente sensibles y una menor cosecha solo se puede traducir en un aumento de los costes y del precio final del vino.

La frutería, una sección cada vez más cara

Los productores de fruta, en la misma línea, ya alertan de subida de precios para hacer frente a los costes de producción. Las sandías y los melones ya han llegado a los supermercados y los precios se mantienen en línea a los del año pasado. Es decir, 'intocables' para muchas familias. Todo indica que incluso volverán a superar 10 euros el kilo cuando finalice la temporada en Marruecos y las lluvias no lleguen a España. En Villaconejos ya observan la situación con recelo y claman ayudas.

Los pantanos bajo mínimos no ayudan nada al regadío y los árboles frutales también lo van a sentir. En zonas como Huelva anticipan un aumento del precio de las fresas y de los arándanos. Y esto se va a extender a los cítricos: la vitamina C de las naranjas, madrinas, limones o pomelos nos va a costar algo más este verano. Pero también por la fruta de hueso, como el melocotón, la cereza, la ciruela o el albaricoque, entre otras. Pero hay más. La recolección de las almendras y los pistachos también se verá reducida, junto con otros frutos secos.

La leche sigue al alza

Pero la falta de lluvia no afecta únicamente a los agricultores, sino también a los ganaderos. Un sector que se enfrenta a pérdidas millonarias debido a la falta de pastos, lo que les obliga a hacer una fuerte inversión en pienso y forraje. Los últimos incendios en muchas zonas de España tampoco ayudan. Así, el aumento del coste de la alimentación animal tendrá impacto. La leche es el mejor ejemplo de ello, que ha subido hasta 30 céntimos en solo un año y continúa su escalada. Afecta con más fuerza al sector vacuno y ovino, impactando en el precio de la carne o en derivados como el queso.

Otro sector que vive momentos de incertidumbre es el del ibérico de bellota. Vive una reducción del 40% de la producción de hierba y de los frutos de la encina, mientras aumentan el coste de los cereales, aunque en este caso el aumento de los precios no se debería notar tanto debido a que la demanda de jamón ha caído en los últimos años.

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