Exembajador en el Cáucaso

"Rusia nunca ha sacado tanto dinero de gas y petróleo como con las sanciones"

José Antonio Zorrilla, exembajador Español en los Estados del Cáucaso y Georgia, advierte de que China será la principal beneficiada de un conflicto para el que las opciones de solución son actualmente nulas 

Entrevista guerra Ucrania
"Rusia nunca ha sacado tanto dinero de gas y petróleo como con las sanciones"
Pixabay

La invasión rusa de Ucrania cumplió medio año hace unos días y, sin embargo, el final de la guerra parece cada día más lejano a tenor de lo que analistas y expertos advierten. A medida que esa posibilidad se aleja, las consecuencias del conflicto golpean a Europa y a buena parte del mundo en el plano energético, en el alimentario y en el humanitario (con más de 5.500 civiles muertos contabilizados por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y más de 11 millones de desplazados). Los Veintisiete pelean contra una inflación galopante, del 9,8% en julio según Eurostat, y contra una reducción del suministro de gas por parte de Moscú que mantiene los precios de la materia prima en máximos históricos. 

La situación es tal que Alemania está dispuesta a replantearse su negativa de desvincular el precio del gas y de la electricidad para evitar que, en caso de un repunte de precios, se contagien entre sí. Sería, según revelaba el sábado el diario económico 'Handelsblatt', en el marco de una reforma del mercado energético a medio plazo. La Unión Europea ha convocado una reunión de emergencia para abordar los problemas energéticos que ha agravado el conflicto y que causan estragos más allá de las fronteras de la Unión. Un informe del regulador de energía del Reino Unido, Ofgem, advierte de que los precios de la energía aumentarán hasta un 80% este otoño en su territorio, en medio de una subida de los precios persistente y de una crisis geopolítica que parece dista mucho de solucionarse.

"Estamos donde estábamos", lamenta José Antonio Zorrilla, exembajador Español en los Estados del Cáucaso y Georgia, que fue además diplomático y cónsul general de España en Milán, Shanghái y Moscú. En una conversación con este diario advierte de que las opciones de solución "son nulas" porque ni los rusos se van a ir de los territorios que han tomado ni los ucranianos tienen las opciones mínimas de recuperarlos. Desde su punto de vista, a quien menos le afecta que el conflicto se extienda en el tiempo es al Kremlin, dado que la popularidad de Putin ha pasado del 60 al 83% en plena guerra. En su opinión, muy crítica con la estrategia que Europa viene manteniendo al respecto, a la clase política al mando en Ucrania tampoco le va tan mal, puesto que tienen detrás "a todo Occidente" y duda de que vayan a renunciar a esa "posición de privilegio".  

Son los propios gobiernos occidentales los que no habrían calibrado bien, a su juicio, las consecuencias de esta guerra y de las sanciones impuestas a Moscú. "Nunca ha sacado más dinero del petróleo y del gas Rusia que desde que empezó la guerra. Ha vivido una llamarada brutal en los precios y aunque se compre menos se está ganando más y además se lo compran India y China", zanja. Y quienes están pagando las consecuencias son "los chavales ucranianos y los rusos que están cayendo en el frente", advierte.

"Hemos echado a Rusia en manos de China"

En lo económico y en lo geopolítico considera que Bruselas y Washington han contribuido al peor de los escenarios. Aquel sobre el que ha venido advirtiendo de forma constante el veterano diplomático estadounidense Henry Kissinger: "Hemos perdido Eurasia porque hemos echado a Rusia en manos de China. Tenemos graves problemas en el resto del mundo, sobre todo en el tercer mundo, porque están detrás de Rusia. Tenemos un gravísimo problema alimentario porque se nos ha olvidado que los dos países tienen mucho que decir en fertilizantes y cereales...", lamenta el exembajador español. 

El propio Kissinger apuntaba recientemente que la guerra hace imposible un sistema de seguridad colectivo y que a quien más daño hace es a Europa, al mismo tiempo que consideraba "letal" en términos geopolíticos que Moscú y Pekín estrechasen aún más su relación. "Vamos a tener que ir a buscar el petróleo y el gas más lejos, con lo cual lo que nosotros produciremos será más caro y eso le vendrá muy bien a China. Algo también a EEUU, que ya es el primer proveedor de petróleo de Europa (...), pero es más lo que perdemos nosotros que lo que ganan ellos", insiste José Antonio Zorrilla.

Esta misma semana el 'lobby' que agrupa a los principales productores de fertilizantes del Viejo Continente, 'Fertilizantes Europeos', anunciaba que la guerra ha recortado más del 70% su capacidad, y aboca al sector a una crisis sin precedentes. En un comunicado, la asociación formada por diecisiete fabricantes de fertilizantes y ocho asociaciones nacionales -entre las que se encuentran las españolas Fertiberia y Anffe- sostiene que con los actuales costes del gas natural, entre ocho y diez veces superiores en Europa, es imposible competir en el mercado global.

José Antonio Zorrilla incide en que el fortísimo encarecimiento de los fertilizantes y del trigo beneficia sobre todo a las grandes multinacionales, que son las que controlan el proceso de producción. Esta tesis ha sido defendida recientemente por el gobierno de India, que ha cerrado el grifo de las exportaciones. Su ministro de Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar, aseguraba el pasado mes de junio que era el modo de proteger el mercado interno de su país y de cortar el acceso al mismo de los especuladores. "EEUU está en recesión con inflación debido a esta genialidad, los precios de los alimentos están disparados, los precios del combustible también y a Rusia esto económicamente no le afecta porque gana más dinero que nunca. A Ucrania, sin embargo, le está arruinando", apunta. Es, a su juicio, uno más de los errores estratégicos de Washington como el de Irán, el de Irak, el de Libia o el de Afganistán. La diferencia es que, en esta ocasión, Europa está en el ojo del huracán. 

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