Guerra económica

Gazprom centrará todo su gas en China tras cerrar el grifo en la Vieja Europa 

Rusia ha superado a Arabia Saudí en enviar crudo al gigante asiático y ha mandado 13.800 millones de metros cúbicos de gas a través del gasoducto Power of Siberia entre enero y noviembre del año pasado.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, en una videconferencia con su homólogo chino, Xi Jinping.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, en una videconferencia con su homólogo chino, Xi Jinping.
dpa vía Europa Press

Rusia, con Gazprom como brazo ejecutor, se ha convertido en uno de los principales proveedores de petróleo y gas de China de forma definitiva. El Kremlin ha enviado al gigante asiático 13.800 millones de metros cúbicos de gas (bcm) en el último año a través del gasoducto Power of Siberia que está en marcha. Esto le convierte en su segundo proveedor por tubo y en el cuarto de gas natural licuado (GNL). Fuentes del sector aseguran que el incremento de gas que Gazprom envía a Oriente es prácticamente equivalente al recorte que tiene previsto hacia Europa. 

El propio presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que los envíos de gas natural hacia el país asiático han superado en diciembre en un 18% las obligaciones contractuales diarias. Hay que señalar que el Power of Siberia, que puede enviar gas a Shanghái a lo largo de 3.000 kilómetros, se encuentra en su etapa final de construcción, aunque ya va dejando combustible en diversos puntos del norte de China. En concreto, durante el 7 de diciembre se alcanzó un máximo histórico diario de gas suministrado a través del conducto. 

La relación energética entre ambos países se han intensificado desde que el 24 de febrero del año pasado Rusia invadiera Ucrania. No obstante, en 2014 ya firmaron un megacontrato para tres décadas valorado en 400.000 millones de dólares (unos 350.000 millones de euros) por el que el gigante ruso suministraría 38.000 millones cúbicos anuales de gas al país oriental. Se le abría así un mercado a Rusia en un momento en el que la demanda de gas caía en Europa y en el que Bruselas comenzó a sancionarla por la anexión de Crimea. De su lado, Pekín lograba una mayor independencia del consumo de carbón y comprar un gas ruso a precio más ventajosos ante la imposibilidad del Kremlin de colocarlo en otros mercados.

Rusia y China sellaron también el año pasado un pacto de colaboración "ilimitado". El acuerdo con el gigante asiático le blindaba precisamente en sectores energéticos, tecnológicos y logísticos, lo que a la larga podría anular en buena parte el efecto de las sanciones de occidente.

Nuevas conexiones

Por otro lado, Gazprom, controlada por el Estado ruso, ha firmado un contrato para el diseño del Power of Siberia 2. Este gasoducto será clave para el país porque permitirá suministrar a China 50.000 bcm al año pasando por Mongolia. Rusia busca así diversificarse y exportar más a sus aliados, mientras que China está necesitada de energía.

Producida ya la invasión, la Unión Europea (UE) y Rusia coincidieron en un punto: no depender uno del otro energéticamente hablando. La propia Agencia Internacional de la Energía (AIE) planteó a la UE una serie de medidas con el fin de que puediera reducir "en más de un tercio" o 50.000 bcm las importaciones de gas ruso en tan solo un año. Según datos de la AIE, en 2021, la UE importó una media de 380 bcm diarios de gas por gasoducto desde Rusia, lo que equivale a unos 140.000 bcm en el conjunto del año.

Además se suministraron unos 15.000 bcm en forma de GNL. En total, el curso pasado la UE compró 155.000 millones de metros cúbicos de gas natural a Rusia, lo que supone en torno al 45% del total de las importaciones y cerca del 40% de su consumo total de este combustible. Para castigar a Rusia, Alemania paralizó el proceso de aprobación del gasoducto Nord Stream 2, una infraestructura estratégica para trasladar gas natural al Viejo Continente. El gasoducto, que conecta la reservas rusas con la zona occidental de Europa a través del mar Báltico, está ya completado, pero su funcionamiento estaba pendiente de los certificados de operatividad en el país germano.

Corte del suministro ruso

Tras quedar sepultado como consecuencia de la invasión, Gazprom cortó por completo el suministro a Alemania vía el Nord Stream 1  Europa. Rusia pierde así a Europa, su principal mercado para sus exportaciones y su mayor fuente de inversión extranjera. Por otro lado, desde principios de diciembre está prohibida en la UE la importación de crudo vía marítima.

La UE también ha acordado recientemente aplicar un tope de 180 euros el megavatio hora (MWh) al precio de las importaciones de gas. En concreto, 'cap' se activará cuando el precio del gas en el TTF holandés, de referencia en Europa, supere los 180 euros/MWh durante tres días seguidos y que, además, haya una diferencia de precio de 35 euros en comparación con los mercados internacionales. Establecieron este mecanismo ante la negativa de algunos países del norte de aplicar un límite que afectara tan solo al gas ruso por posibles represalias.

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