Valoradas en 2.800 millones

La CNMC da el visto bueno a Ribera para las obras de la interconexión con Francia

Competencia informa favorablemente sobre la propuesta de resolución del Ministerio para la Transición Ecológica por la que se otorga a Red Eléctrica la autorización de construcción del proyecto a través del Golfo de Vizcaya.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
La CNMC da el visto bueno a Ribera para las obras de la interconexión con Francia.
Photogenic / Claudia Alba / Europa Press

La interconexión eléctrica submarina entre España y Francia a través del Golfo de Vizcaya entra en un nuevo escenario. La Sala de Supervisión Regulatoria de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado el visto bueno a la propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica por la que se otorga a Red Eléctrica la autorización administrativa previa y la autorización administrativa de construcción al proyecto. No obstante, la cartera que dirige Teresa Ribera tiene ahora que publicar la resolución definitiva para que puedan comenzar las obras.  

Transición Ecológica solicitó a la CNMC a finales de mayo el informe preceptivo sobre la que será la primera interconexión eléctrica submarina con el país vecino y que permitirá aumentar la capacidad de interconexión desde los 2.800 megavatios (MW) actuales hasta los 5.000 MW. Según el Gobierno, esta nueva interconexión responde a la necesidad de un aumento de capacidad de intercambio entre España y Francia con objeto de disminuir el aislamiento del territorio nacional frente al resto del sistema europeo, aumentar la seguridad del sistema, facilitar la integración de energías renovables en el sistema ibérico y contribuir a que el Mercado Ibérico de la Electricidad forme parte del Mercado Interno de la Electricidad promovido por la Comisión Europea.

Red Eléctrica y el gestor francés de redes eléctricas RTE han formado una sociedad conjunta participada al 50% para el desarrollo de la interconexión, denominada INELFE. Esta compañía es la responsable de la realización de los estudios, de la gestión del proyecto y de la construcción del enlace eléctrico. En total, tendrá unos 400 km de longitud, de los cuales 276 km serán de tramo submarino (94 km en España). Las subestaciones de Gatica (cerca de Bilbao) y de Cubnezais (cerca de Burdeos) contarán con una estación conversora que permitirá transformar la corriente alterna en continua y a esta nuevamente en alterna para conectarse a la red de transporte de electricidad de cada país. 

Aumento de los costes

El proyecto se ha visto perjudicado porque en 2019 se produjo un movimiento de una falla submarina por donde iba a pasar el cable y se tuvo que replantear todo el trazado para que pasara una parte por tierra, lo que implica que haya una red de alta tensión en un municipio y se necesite tramitación adicional. Por su carácter estratégico, esta interconexión fue declarada Proyecto de Interés Común (PIC) por la Comisión Europea el 14 de octubre de 2013, en el marco del reglamento europeo sobre las infraestructuras energéticas.

A principios de marzo, la CNMC y la autoridad reguladora francesa -la Commission de Régulation de l'Énergie (CRE)- adoptaron una decisión para revisar el reparto de la financiación del proyecto de interconexión tras encarecerse 1.000 millones más de lo previsto, hasta los 2.800 millones de euros. El coste del proyecto se dividirá inicialmente al 50% entre REE y RTE. Sin embargo, los sobrecostes previstos por encima de 2.390 millones de euros y hasta 2.700 millones de euros serán soportados en un 62,5% por la compañía española y en un 37,5%, por la francesa.

El borrador de la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), abierto a consulta pública hasta septiembre y que puede sufrir cambios, cuenta con que la interconexión con Francia por el Golfo de Vizcaya esté terminada para finales de década. Aunque en el sector son escépticos tras el retraso que ya acumula, Red Eléctrica también prevé su puesta en servicio en el horizonte 2026-2027.

En la actualidad, el sistema eléctrico español está interconectado con el portugués -configurando así el sistema eléctrico ibérico-, con el del norte de África, a través de Marruecos, y con el sistema centroeuropeo, a través de la frontera con Francia. A su vez, este último está conectado con el de los países nórdicos, con el de los países del este de Europa y con las islas británicas, lo que conforma el mayor sistema eléctrico del mundo.

Además del cable submarino por el Golfo de Vizcaya, están pendientes las interconexiones Navarra-Landes y Aragón-Pirineos Atlánticos, con las que la capacidad de intercambio aumentaría hasta los 8.000 MW. La interconexión que permite intercambiar energía a España con el resto de los países miembros de la UE, excepto Portugal, se realiza a través de Francia y alcanza el 2,8%. Aun contando con la interconexión con el país vecino, se queda en un escaso 5%. Bajo este contexto, España será el único miembro de la Unión Europea (UE) que no cumplirá con la meta de alcanzar el 10% (aunque se tendría que haber alcanzado ya en 2020).

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