Ahorros retenidos

Las denuncias por los CDA, el nuevo quebradero de cabeza de los bancos

Cerca de 46.500 ciudadanos europeos, entre los que hay 7.000 españoles, tienen sus ahorros en este producto de inversión del que ahora no pueden vender ni sacar su dinero.

Un cajero de un banco.
Un cajero de un banco.
Imagen de Dragana_Gordic en Freepik.

"No son ni depósitos ni acciones, se trata de un producto muy complejo que guarda gran similitud con las participaciones preferentes". Así define María Serrano, profesional del bufete de abogados Arriaga Asociados, lo que son los CDA; un producto que podría calentar los juzgados españoles y europeos antes de que termine el verano.

Antonio Gallardo, experto de Banqmi, el comparador financiero de iAhorro, destaca que hay que dilucidar si a la hora de comercializar estos productos no se informó de forma adecuada a quien los adquiría sobre sus riesgos. "Por ejemplo, la inclusión de la palabra 'depósito' sin esta adecuada explicación de los riesgos ha podido conllevar que algunos usuarios lo adquirieran creyendo que era un valor seguro", matiza.

Según los últimos datos, cerca de 46.500 ciudadanos europeos, entre los que hay 7.000 españoles, tienen sus ahorros en este producto de inversión del que ahora no pueden vender ni sacar su dinero. "Todos ellos han perdido en el último año el 30% del valor de su inversión, además, al no estar protegidas ni garantizadas por el Fondo de Garantía de Depósitos, no se garantiza de ninguna manera la recuperación del capital invertido", señala María Serrano de Arriaga Asociados.

Este producto ha sido vendido principalmente por la entidad Triodos Bank y hace solo un año, en 2021, se intercambiaban por 84 euros. En febrero de 2022, la entidad anunció un programa de recompra por 59 euros por título. Sin embargo, este mes de agosto Triodos Bank ha descartado la recompra de sus CDA y propone un dividendo extraordinario de 1,01 euros, antes de impuestos, por cada CDA.

Desde este bufete de abogados explican que el funcionamiento de los CDA en la entidad era muy similar a un sistema piramidal; puede entenderse que con la compraventa de estos certificados se financiaba el banco que pagaba los dividendos de los titulares a través del precio de abono de compra que pagaban los nuevos clientes.

La falta de transparencia e información, así como la complejidad del producto, son algunos de los motivos por los que ahora miles de españoles y de europeos podrían demandar a la entidad. María Serrano apunta que el producto ha sido ofertado por la entidad como un producto de muy poco riesgo a pesar de la volatilidad de su precio, ya que se fija en un mercado interno de compraventa regulado y controlado por la fundación.

¿Qué son los CDA?

Los Certificados de Depósito para Acciones de Triodos Bank (CDA) son un producto de inversión en los que sus dueños poseen derechos económicos de las acciones, pero sin derecho a voto. Están remuneradas con un tipo de interés que puede ser fijo o variable y que viene determinado por el volumen de participación.

La inversión en CDA no está protegida ni garantizada por el Fondo de Garantía de Depósitos o similar. Es decir, no garantizan de ninguna manera la recuperación del capital invertido. "Pese a su nombre, no son depósitos ni acciones. Se trata de un producto clasificado como complejo y que guarda gran similitud con las participaciones preferentes. Es un producto bancario de riesgo 6 en una escala de 6, por este carácter complejo y su perpetuidad", explica María Serrano.

Los CDA han sido clasificados como producto complejo, no tienen un plazo de vencimiento, esto provoca que tenga un carácter perpetúo. El banco no puede abonar dividendos y no son canjeables por acciones, es más, fuera de este mercado interno, los CDA no tienen ningún valor. Tampoco cotizan en un mercado abierto, como ocurre en la Bolsa, sino que su precio se fija de manera interna, en función de distintos aspectos contables y de la evolución del banco en el año. Es decir, la ley de la oferta y la demanda no marca este precio, sino que se actualiza anualmente.

Estas características acercan a los CDA a las preferentes más que aun depósito. "Ambos no son productos de ahorro, sino de inversión, en concreto refuerzan el capital de quien los emite. Al ser productos de inversión no se asegura su capital y a la hora de vender pueden encontrarse no solo con problemas para su venta, sino también con importantes pérdidas", concluye Antonio Gallardo.

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