Cuando hablamos de la España vaciada nos referimos a todas aquellas aldeas y pueblos en los que apenas vive gente después de que la gran mayoría de sus habitantes haya optado en abandonar el medio rural para irse a las grandes ciudades. Esta situación ha hecho que desde muchos de ellos se haya recurrido a todo tipo de estrategias para tratar de atraer a vecinos jóvenes que establezcan en ellos su residencia.
De esta manera, a lo largo y ancho del territorio nacional nos podemos encontrar con localidades en las que se ofrecen alquileres bajos, ayudas escolares y, en algunos casos, incluso pagan a la gente por mudarse a vivir allí.
Pueblos españoles en los que te pagan por mudarte a vivir allí
Una aldea en la que te pagan por vivir en ella es Rubiá, un municipio de la provincia de Ourense, en Galicia. Con una población que ronda los 1.400 habitantes, han decidido atraer a nuevos vecinos ofreciéndoles una recompensa de entre 100 y 150 euros por vivir en este lugar de relieve montañoso y con un gran patrimonio natural y cultural.
Su sistema de ayudas para residentes incluye un programa de alquiler social con viviendas desde 50 euros al mes, un plan de empleo rural que facilita la contratación de personas desempleadas y un servicio de telecentro con acceso gratuito a internet y equipos informáticos para sus vecinos.
Otra opción es Griegos, un pueblo de Teruel (Aragón), ubicado en los pies de la conocida Muela de San Juan, un gran mirador natural desde el que apreciar un paisaje natural impresionante. Con una población de apenas 140 habitantes y una superficie de 31,77 km2, se ofrece una subvención de 3.000 euros a las familias que se instalen en el pueblo y tengan o adopten un hijo, además de poder disfrutar de una deducción del 50% en el IRPF por el alquiler de una vivienda habitual.
Por último, hay que hablar de una pequeña aldea llamada A Xesta, situada en el municipio de A Lama, en Pontevedra (Galicia), donde apenas residen 300 habitantes. Aunque en este caso no se recibe dinero como tal por instalarse en ella, en su lucha por la despoblación y el envejecimiento de sus vecinos, ofrecen viviendas en alquiler a precios muy baratos. De esta manera, los nuevos vecinos tan solo tendrán que pagar 100 euros al mes por vivir en este lugar caracterizado por su paisaje rural, rodeado de bosques, montañas y ríos.
