En España se produjeron 447.795 despidos en 2021 según datos del Ministerio de Trabajo con una indemnización media de 11.416 euros que sube a los 21.795,1 euros para los mejores de 55 años.
La mochila austriaca es un sistema alternativo al actual modelo de laboral de indemnización por despido. Sobre la mesa, podría mejorar la movilidad laboral y también hacer más flexible el coste del despido.
En 2021 el Banco de España (BdE) proponía su implementación en un informe y ahora forma parte de la propuesta electoral del Partido Popular (PP) en materia laboral.
En qué consiste la mochila austriaca
La propuesta del PP habla de “cuentas individuales para los trabajadores, portables, que puedan usar ante diversas contingencias de su vida laboral para ganar en equidad, eficiencia y productividad. Estas cuentas acompañarán al trabajador durante su vida laboral, y se nutrirán a través de aportaciones mensuales de las empresas”.
Esta es, en esencia, la definición de la mochila austriaca, que también se conoce como fondo austriaco. Se trata de unas cuentas o fondo al que las empresas destinan parte del salario bruto del trabajador y que le acompañan a lo largo de toda su vida laboral, incluso si cambian de empresa. De ahí que se conozca como una mochila.
El dinero de ese fondo se puede usar para cubrir parte de la indemnización por despido y también del paro. En caso de no usarse, ese dinero serviría para complementar la pensión pública.
Austria utiliza este sistema de cuentas individuales desde 2003, que va llenando esta hucha con las aportaciones de la empresa y de los trabajadores a razón de un 1,53% de su salario bruto. Su implantación sirvió para que todos los trabajadores tuviesen una indemnización por despido que antes no era universal.
Ventajas del fondo austriaco
En qué puede mejorar la hucha austriaca la economía y el mercado laboral.
Desde el Banco de España apuntan a que elimina la desigualdad en las indemnizaciones por despidos entre contratos temporales e indefinidos. El sistema termina con esas discriminaciones e iguala a todos los trabajadores en términos de despido.
La primera consecuencia es que las decisiones sobre el personal estarían más basadas en cuestiones como la productividad que la antigüedad, algo que ocurre actualmente. Al igualarse los costes de despido para todos los trabajadores o reducirse las diferencias, la empresa no tendría incentivos para despedir al último trabajador que ha entrado porque es más barato que hacerlo con alguien que lleva 10 años en la empresa.
En esta misma línea, la mochila austriaca favorecería la movilidad laboral, uno de puntos a mejorar del sistema laboral español. La razón es muy simple, al poder llevarse la mayor parte de la indemnización a la otra empresa dentro de su fondo, los trabajadores tendrían menos incentivos para permanecer en una empresa solo por la protección adicional de su antigüedad ante un hipotético despido, tanto para ser el elegido como por la indemnización que recibirían. En resumen, que cambiar de trabajo costaría menos y se evitarían casos de trabajadores que buscan el despido para cobrar esa indemnización.
También limitaría el número de parados que exprimen el paro y retrasan la búsqueda de trabajo, ya que durante ese tiempo se podría usar parte de la hucha austriaca.
Por último, si existe un excedente al final de la vida laboral, este dinero se podría usar para complementar la pensión. Además, en caso de fallecimiento, los herederos cobrarían estos derechos, lo que podría ser una solución al actual sistema de pensiones de viudedad.
Desventajas de la mochila austriaca
Desde los sindicatos llevan tiempo rechazando este sistema al entender que abarataría el despido y lo facilitaría. Y es que, los sindicatos argumentan que cuestiones como la temporalidad en España tienen más que ver con el fraude de contratación que con los costes del despido.
A esto se añade un aumento del coste laboral porque todas las empresas tendrían que cotizar por este supuesto, despidan o no a sus trabajadores. Con el modelo actual, solo las empresas que prescinden de un trabajador deben hacer frente a costes por despidos. La mochila austriaca haría de este gasto algo universal.
Retos para aplicarla en España
¿Podría implementarse la mochila austriaca en España? ¿Tendría éxito este modelo?
Hay varios hándicap para exportar este modelo. El primero es que no se partiría de cero, sino que se haría sobre un sistema preexistente y con una masa de trabajadores que no empiezan a trabajar, sino que llevan tiempo haciéndolo. La transición de un modelo a otro sería el mayor reto y posiblemente obligaría a realizar ajustes frente al modelo austriaco.
A esto se suma que la Seguridad Social no podría hacerse cargo del sobrecoste en estos momentos. En 2022 cerró con un déficit de 7.160 millones y no tendría dinero para hacerse cargo de las nuevas cotizaciones para hacer una transición adecuada.
Mientras, las empresas ya soportan un 23% del coste de las cotizaciones sociales, el quinto más alto de la OCDE, por lo que no verían con buenos ojos un gasto más.
El último reto o incógnita sería quién administraría el fondo de esa mochila y qué hacer con ese capital.
En definitiva, una medida que podría mejorar ciertos aspectos del mercado laboral, pero de difícil implementación a día de hoy.
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