Una moneda al aire

Podcast | La vivienda ante su horizonte más incierto: guerra, inflación y escasez

En el caso español, el futuro a corto plazo del ladrillo se verá más afectado por la situación del empleo -ante un eventual frenazo de la economía- que por la subida de tipos que prepara el Banco Central Europeo

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Nerea de Bilbao (Infografía)
   

El mercado inmobiliario español afronta un segundo tramo del año incierto. Los datos publicados hasta la fecha siguen siendo positivos, pero los factores que impulsaron su tirón con la salida de la pandemia empiezan a evaporarse. Claves como el ahorro histórico de los hogares en plena Covid-que está siendo devorado por la inflación-, como la demanda embalsada, como el contexto de tipos históricamente bajos y, también, algunos relacionados con el precio y la escasez de los materiales, que en los últimos meses había traído de cabeza al sector. 

De momento, el precio de la vivienda de segunda mano aumentó un 4,4% en el primer semestre del año respecto al mismo período del año anterior, consolidando la senda de crecimiento que había abandonado a raíz de la crisis sanitaria. Es una de las conclusiones del último informe sobre el mercado de la vivienda presentado por Tecnocasa y la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona. El precio medio del metro cuadrado en España se sitúa en 2.475 euros, un 29% por debajo de los casi 3.500 euros del récord histórico de la serie que se registró entre finales de 2006 y principios del 2007, justo antes de que pinchase la burbuja inmobiliaria.

Al igual que sucede con otros sectores, el del ladrillo afronta un panorama cargado de incertidumbre por los efectos de la guerra sobre la economía. En opinión de José García Montalvo, catedrático de Economía de la universidad catalana y coordinador del informe, "la enorme volatilidad de mercados de valores facilitará la transferencia de recursos y de inversión hacia los mercados inmobiliarios, que suelen ser considerados mercados de refugio para las inversiones".

"No parece que el futuro inmobiliario español sea catastrófico o muy grave, como seguramente será en otros países, donde la caída será muy dura. El problema será si cuando volvamos en septiembre la economía se para mucho y esto afecta al empleo. Aquí no va a ser el tipo de interés el que condicionará la evolución futura del mercado inmobiliario, sino el empleo", aseveraba. 

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