El PIB batirá previsiones hasta marzo con el tirón del consumo y de los fondos UE

Los indicadores disponibles hasta la fecha apuntan a que la economía española ha pisado el acelerador en el primer trimestre del año tras encadenar dos consecutivos con un avance muy moderado, de apenas dos décimas, en medio de la crisis generada por la invasión rusa de Ucrania, el encarecimiento de la energía y la inflación. Los datos que ha recabado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) a través de su modelo de predicción MIPred, que calcula la marcha del PIB en tiempo real, apuntan a un crecimiento de la economía del 0,7% entre enero y marzo en relación a finales del pasado ejercicio y del 3,3% si la comparativa se hace en términos interanuales. 

El organismo fiscalizador no es el único que aprecia esa mejora, que también ha puesto sobre la mesa el Fondo Monetario Internacional con la publicación esta misma semana de sus perspectivas de primavera. En concreto, ha elevado hasta el 1,5% el crecimiento previsto para este año, cuatro décimas por encima de lo que calculaba en enero. Los indicadores disponibles hasta ahora sugieren que la economía probablemente crecerá en el primer trimestre "a un ritmo superior al previsto en nuestro escenario central", apuntan desde CaixaBank Research. La primera entidad española por volumen de activos había calculado inicialmente que la economía se estancaría de facto a comienzos del ejercicio con un alza de apenas el 0,1% intertrimestral. 

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos ponen en valor el hecho de que los organismos internacionales sitúen este año a España con un crecimiento por encima de la media de la Unión Europea, de la Eurozona y de los países más desarrollados tanto en 2023 como en 2024 (lo ha hecho también la OCDE recientemente). Colocan, en concreto, a la economía española como la que más crecerá entre las mayores del euro, por encima de lo que el FMI prevé que avancen Alemania, Francia o Italia. ¿Qué hay detrás de este dinamismo? Varios factores explican que la economía esté resistiendo a un entorno incierto, marcado por las subidas de tipos más aceleradas desde la creación del euro y, en última instancia, por las turbulencias en los mercados financieros. 

Sólo hasta febrero, las ventas interiores diarias de las grandes empresas aumentaron un 5,4% interanual hasta los 3.367 millones de euros de media, de acuerdo con los datos que Hacienda reúne a través del Sistema de Suministro Inmediato de Información (SII), un termómetro que refleja al instante cómo se comportan la economía y el consumo. Este último se incrementó un 9,2% interanual en marzo, por encima de lo que había crecido el mes anterior, de acuerdo con los datos que maneja CaixaBank. Un avance notable teniendo en cuenta que la inflación se estancó a comienzos de año y que no ha sido hasta marzo cuando se habría moderado hasta el 3,3%, su nivel más bajo en año y medio, por el efecto base en los precios de la energía -que subieron de forma desorbitada hace un año tras el inicio de la guerra-. 

Otras referencias que confirman la mejora económica vienen del sector manufacturero, que aceleró en el mes de marzo su actividad por segundo mes consecutivo. Alcanzó su mayor ritmo de expansión desde junio de 2022, con una lectura de 51,3 puntos frente a los 50,7 de febrero, según S&P Global Market Intelligence (todo resultado por debajo de los 50 puntos del indicador refleja contracción de la actividad). Además, en el segundo mes del año el Índice de Producción Industrial subió un 0,6% en términos mensuales, lo que da idea de que la inversión está tirando. 

Más diferencial de inflación e inversión exterior rozando récord

Con todo, España ha ido ensanchando su diferencial de inflación con la zona del euro hasta situarlo en máximos (3,1 puntos), lo que se traduce en una ganancia de competitividad frente a los que son, de hecho, los principales socios comerciales del país. En la entidad fusionada contemplan un escenario en el que la subyacente, que excluye de su cómputo los elementos más volátiles, se sitúa de media este ejercicio en el 4,5% y en el que los alimentos se encarecen -también de media- un 9%. Una explicación a esa mejora del consumo pese al golpe del IPC ha asestado al bolsillo de los hogares está en el mercado de trabajo. Las afiliaciones a la Seguridad Social registraron en marzo su mejor dato para ese mes de toda la serie al sumar 152.000 personas en términos desestacionalizados hasta superar los 20,5 millones de cotizantes, lo que supone que hay 1,1 millones más de personas trabajando que antes de que estallase la pandemia de Covid. 

"Los datos de inversión exterior de 2022 posicionan a España entre los países más atractivos, sobre todo para proyectos en la nueva economía verde y digital", apuntan a este diario desde el departamento que capitanea Nadia Calviño. La inversión extranjera superó el año pasado los 34.000 millones en términos brutos, la segunda mayor cifra histórica, con un aumento interanual del 14%. Lo hizo sobre todo en sectores ligados a la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, como el de las telecomunicaciones (que con 2.713 millones obtuvo el mejor registro de la última década); el sector de la programación e informática (1.400 millones, el segundo mejor dato de la serie tras 2021); las energías renovables (con más de 2.800 millones) y el sector de investigación y desarrollo (más de 800 millones de euros, más del doble que cualquier otro ejercicio).

El pasado 31 de marzo la Comisión Europea entregó a España el tercer tramo de los fondos Next Generation comprometidos, por valor de 6.000 millones de euros. Con este trámite, que como los anteriores tuvo que recibir el visto bueno de los Veintisiete, Bruselas daba por cumplidos los 29 hitos y reformas requeridos. Con este desembolso, España ha recibido ya 37.036 millones de los 69.528 en concepto de transferencias que obtendrá del programa, lo que confirma que el país lidera de lejos la implementación del plan a nivel comunitario.