El sector del turismo recupera músculo tras el parón de la pandemia y los azotes de la guerra de Ucrania, que dispararon de forma generalizada los costes de materias primas y suministros. Los datos del inicio de año son muy positivos, como ha destacado el Gobierno, un optimismo que comparten desde Comisiones Obreras (CCOO), quienes pronostican que el volumen de visitantes alcanzará los 50 millones durante los meses de verano. Sin embargo, los representantes de los trabajadores del ámbito de los servicios han lamentado que la recuperación de esta actividad no se ha trasladado al empleo. La comparativa de los primeros trimestres de 2019 y 2023 es negativa, con 19.000 ocupados menos que el que fue el año récord para el sector, pero esta caída no ha sido generalizada, sino que asola especialmente al ámbito de la restauración.
En marzo de 2023 había 32.217 camareros asalariados menos que un año antes de que estallara la pandemia y 3.314 cocineros menos, que se suman a los 12.736 profesionales autónomos que desempeñaban estas dos funciones y eran propietarios del negocio, lo que junto a los ayudantes de cocina (8.840) y los gerentes (769) suma una pérdida de cerca de 60.000 trabajadores en el ámbito de la restauración desde 2019. El sindicato ha vinculado directamente esta caída a las condiciones laborales y salariales que ofrece el sector, en el que recuerdan que está normalizado el salario informal a través de propinas, las horas extra no remuneradas y el salario medio roza el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). En 2022, la remuneración media del sector se situaba en el 53% del salario medio en España.
José Mª Martínez, secretario general de Servicios de CCOO ha recalcado el peso que tiene la memoria reciente de la pandemia en la proyección laboral de los trabajadores que antes del coronavirus desempeñaban su actividad en el sector de la restauración. El representante de los trabajadores ha recordado que el parón económico llevó a que todos estos empleados entrasen en ERTES en los que estaba garantizado el 70% de su renta, en la que lógicamente no estaban incluidas las propinas, ni los pagos en B que son habituales en el sector, lo que les impulsó a buscar otras alternativas laborales. En ese sentido, ha defendido que la mayoría carecen de incentivos para regresar al sector, ya que a menudo ni siquiera tienen garantizada una carga de trabajo que se extienda durante todo el año o acceso a una vivienda, porque las zonas más turísticas son precisamente las más tensionadas.
Llaman a fijar una actividad mínima para los fijos discontinuos
Por ello, tanto Carmen Ortiz, coordinadora sectorial de Restauración Colectiva, como su compañero han apelado a abordar la situación de los fijos discontinuos y de los trabajadores temporales en el nuevo Acuerdo Marco de la Restauración que actualmente negocian patronal y sindicatos. Los portavoces del sindicato consideran inadmisible que todavía no se haya fijado una carga mínima para los trabajadores que tienen un contrato indefinido de estas características y que se mantengan más de 50 modelos diferentes de contratos de duración determinada dentro de este sector. El convenio actual está vigente hasta el mes de diciembre, por lo que las partes se comprometieron a tener "cuestiones cerradas y enfocadas", sin embargo, Ortiz denuncia que alcanzado este plazo la situación no es así y reprocha que "la patronal está bastante apática".
En términos de empleo, la evolución ha sido más positiva en el sector hotelero, que a pesar de registrar una disminución en el personal de limpieza contratado (10.795), ha incrementado el número de afiliados de empleados en agencias de viaje, recepciones de hoteles o atención telefónica (6.417). El sindicato ha celebrado que la mayoría de alojamientos del país ya sean de 4 o 5 estrellas y cada vez más empresas hayan dejado de apostar por el turismo de precios bajos, dado que entienden que esto tiene beneficios directos para las condiciones salariales y laborales de sus empleados. En cambio, arremeten contra la vivienda turística que aseguran, "ha ocasionado la desvalorización del servicio de alojamiento y el rechazo ciudadano de los vecinos que han tenido que soportar los efectos negativos de un turismo de ínfima calidad".
CCOO también ha destacado el incremento del número de ocupados en la sección 'conductores de motocicletas y ciclomotores' (8.313) que se ve acompañada por la de 'preparadores de comida rápida' gracias al auge de las plataformas de demanda de comida a domicilio y sobre todo, señalan, a la implementación de la ley rider que ha impedido -o al menos dificultado- que estos trabajadores presten sus servicios a través de la figura del falso autónomo. En consecuencia, los representantes sindicales también achacan parte de la pérdida de autónomos en el sector a esta regularización, a pesar de que reconocen de que no disponen de estos datos pormenorizados.
El sindicato se distancia de nuevo del marco planteado por la CEOE y el ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y defiende que la oferta de puestos de trabajo que no se cubre responde a las condiciones laborales que se ofrecen. Por ello, destacan que el país cuenta con personas desempleadas en edad de trabajar y que ha ampliado su población en los últimos años gracias a la llegada de inmigrantes, por lo que entienden que no es necesario recurrir a la contratación en origen de extranjeros para cubrir esos puestos con peores condiciones de las ofrecidas a los trabajadores nacionales.
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