Diferencias en la cuantía de la pensión

Pensión contributiva: por qué los vascos cobran 1.400 € y los extremeños 960

La diferencia entre las nóminas de la pensión por comunidades autónomas supera los 6.500 euros anuales.

Billetes de euro.
Pensión contributiva: por qué los vascos cobran 1.400 € y los extremeños 960
Imagen de Paweł Szymczuk en Pixabay.

Los pensionistas vascos cobraron, de media, 1.431,91 euros en el mes de agosto, según el informe sobre las pensiones contributivas del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. En el otro extremo, los jubilados extremeños ingresaron en sus cuentas 965,10 euros. Por debajo de los 1.000 euros también quedaron las nóminas de los gallegos, que fueron de 980,03 euros. Entorno a los 1.000 se situaron las de los andaluces (1.050,22), baleares (1.073,26), canarios (1.083,56), manchegos (1.078,92), valencianos (1064,55), y murcianos (1.035,80). Más cercanas a las de los vascos fueron las de los asturianos (1.403,32) y las de los madrileños (1.362,20). Pero, ¿qué ocurre para que entre la nómina más alta y la más baja de España haya una diferencia de 466,81 euros mensuales y de 6.535,34 euros anuales? ¿por qué existen estas variaciones tan significativas entre comunidades?

Lo primero que hay que tener en cuenta para contestar a estas cuestiones es cómo se calcula la pensión de jubilación. Los años previos al retiro profesional son los que determinan la base reguladora. Así, en 2020 se tienen en cuenta los últimos 23 años, pero durante los próximos ejercicios el aumento del tiempo será progresivo hasta llegar en 2022 a los 25 años. 

A esta base se le aplican unos porcentajes en función del número de años cotizados. Por ejemplo, para poder acceder al 100% se deben tener, como mínimo, 36 años cotizados. A su vez, esta base es determinada por el nivel de las cotizaciones durante la vida laboral, cuanto mayor sea ésta, más alta será la base reguladora. O lo que es lo mismo, a mayor nivel salarial, mayor cotización y mayor base, exceptuando el caso de los autónomos, ya que son ellos los que eligen su nivel de cotización.

Ahora bien, las grandes diferencias en las cuantías de las pensiones se debe a los diferentes desarrollos económicos que han protagonizado las diferentes comunidades autónomas. El gran desarrollo industrial del País Vasco ha dado lugar a salarios más altos y a carreras laborales más largas. Sin embargo, en las comunidades del sur de España, como Andalucía, Extremadura o Murcia ha habido más desarrollo de la agricultura y del sector servicios, posiciones laborales que otorgan menores sueldos y por lo tanto pensiones más bajas.

Las diferencias también existen entre provincias de una misma comunidad. Por ejemplo, un pensionista de Ourense cobró en agosto 816,14, frente a los 1.037,19 euros de Pontevedra, lo que supone una diferencia de 221,05 euros, lo que al año (contando las pagas extraordinarias de Navidad y verano) equivale a 3.094,7 euros. Con este ejemplo, también queda patente que las diferencias no se encuentran entre el norte y el sur del país. Si comparamos la nómina de un ourensano con el de un alavés (1.447,91 euros), la diferencia se sitúa en los 631,77, lo que al año suponen 8.844,78 euros.

Las diferencias pueden cambiar

Lo cierto, es que las diferencias de hoy no tienen porque ser las de mañana. Por ejemplo, Asturias, donde las pensiones de jubilación ahora son las segundas más altas del país, por haber sido una región muy productiva hace unos años, perderá su posición cuando los trabajadores actuales se jubilen, ya que sus salarios son mucho más bajos.

El caso de Asturias, además, es un caso especial. Su capacidad productiva era consecuencia de la minería, un sector condicionado por el régimen especial del carbón que cuenta con unas prestaciones mucho más altas en comparación con el resto de pensionistas. Así, la pensión media de un asturiano se encuentra en los 1.403,32 euros, mientras que la nómina media de un asturiano que haya cotizado en este régimen especial fue en agosto de 2.375,26 euros, dando lugar a una diferencia de 971,94 euros al mes y de 13.607,16 euros anuales.

Es cierto, que el sistema de pensiones español funciona con una serie de palancas distributivas, como los complementos de mínimos o el periodo de carencia, pero estas palancas no compensan su componente contributivo, que recompensa el mayor esfuerzo realizado a la hora de marcar las cotizaciones.

Por otra parte, importante señalar, que si el sistema de pensiones se organizara mediante un reparto independiente entre comunidades sería totalmente insostenible, debido al grado de envejecimiento de la población. Por ejemplo, en Castilla y León, donde los habitantes de más de 65 años se acercan al 25%, sería inviable que los trabajadores de hoy se hiciesen cargo del pago de las pensiones.

Mostrar comentarios