Sistema de pensiones

Diferencias entre pensión contributiva y no contributiva: 700 euros más en tu jubilación

La normativa española marca que un trabajador puede acceder a la pensión contributiva si tiene 15 años cotizados. Si el tiempo trabajado es menor, puede obtener una pensión no contributiva. Sin embargo, la diferencia económica entre ambas es elevada.

Diferencias entre pensión contributiva y no contributiva: 700 euros más en tu jubilación
Diferencias entre pensión contributiva y no contributiva: 700 euros más en tu jubilación
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Existen dos tipo de pensiones de cara a la jubilación: la pensión contributiva y la no contributiva. Pese a que parece similares, lo cierto es que hay numerosas diferencias entre ambas, sobre todo en el total de dinero que percibe el pensionista. La pensión contributiva está ligada al tiempo que hayas cotizado a la Seguridad Social. En el caso de la no contributiva, no hace falta haber trabajado un mínimo de años, sino demostrar que la persona se encuentra en situación de invalidez o jubilada y que no tiene recursos económicos.

¿Cuánto se cobra con una pensión contributiva?

Un total de 711 euros al mes es lo que separa a la pensión contributiva media del sistema de la pensión no contributiva íntegra para una persona soltera. La cantidad se queda en 299 euros si se comparaban la pensión no contributiva de la pensión media, todas ellas en 14 pagas.

La diferencia es todavía mayor si se comparan la pensión mínima del sistema contributiva con la mínima del 25% para el sistema no contributivo, que es solo de 121,15 euros al mes. Como ves, la cantidad a cobrar es la primera gran diferencia entre una pensión no contributiva y otra que sí lo es.

La razón es que la pensión contributiva está ligada al tiempo que hayas cotizado a la Seguridad Social. Para acceder a ella es necesario haber aportado durante un mínimo de 15 años al sistema y la cantidad a cobrar dependerá del tiempo cotizado y la edad de jubilación.

Como su propio nombre indica, la pensión no contributiva no requiere haber trabajado ningún tiempo específico, aunque sí ser residente español. Como tiene un carácter más asistencial, este tipo de pensión es fija.

Otra diferencia está en su gestión. Las dos están reguladas el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Sin embargo, la pensión contributiva de jubilación depende del Estado y de la Seguridad Social, que es quien la gestiona.

Mientras, la pensión no contributiva se gestiona de forma descentralizada a través del Instituto de Mayores y Servicios Sociales, el IMSERSO.

Quien puede solicitar la pensión contributiva

Las pensiones contributivas son las que todos entendemos como pensiones de jubilación. Los requisitos para acceder a la pensión contributiva en España son:

  • Haber cotizado un mínimo de 15 años, dos de los cuales deben de estar en los 15 años inmediatamente anteriores a la jubilación.
  • Tener la edad legal de jubilación, que ahora mismo es de 66 años y cuatro meses. También es posible adelantar la edad a los 65 años cuando se acreditan 37 años y 6 meses cotizados.

Con 15 años trabajados se puede cobrar el 50% de la pensión o de su base reguladora. Para cobrar el 100% de esa base hay que trabajar un total de 36 años y 4 meses. Por cada mes adicional cotizado su sumará un porcentaje adicional a ese 50% hasta alcanzar el total. Por eso la pensión que cobres dependerá de cuánto tiempo hayas cotizado.

En cualquier caso, las personas que tienen derecho a cobrar una pensión contributiva, nunca podrán percibir menos de la pensión mínima marcada por el Estado. Si después de calcular qué pensión les corresponde, la cuantía es menor, el Estado abonará un incremento a mínimos para que alcance esa cifra de 783,1 euros.

Quien puede solicitar la pensión no contributiva

Los requisitos para cobrar la pensión no contributiva son menores. En este caso no hace falta haber trabajado un mínimo de años, sino demostrar que la persona se encuentra en situación de invalidez o jubilada y que no tiene recursos económicos.

La principal condición para acceder a la pensión no contributiva es no haber cotizado lo suficiente y tener unos ingresos anuales inferiores a 6.042,2 euros al año si vive solo.

Esta cantidad se incrementa cuando convive con otras personas, aunque se tienen en cuenta los ingresos de todo el grupo familiar. El motivo es que esta pensión tiene un carácter asistencial.

Además de los requisitos económicos, también es necesario residir en territorio español y haberlo hecho durante al menos 10 años, que deben de haber sido entre los 16 años y la edad de jubilación. Además, dos de ellos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a pedir la pensión de jubilación no contributiva.

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