Muchos ganadores del Euromillones optan por cambiar su vida al completo, adquieren grandes mansiones, compran coches de lujo o hacen viajes por todo el mundo. Sin embargo, hay quienes optan por destinar una parte de sus ganancias a causas benéficas. Steve Thomson, apodado 'Mr. Sensato' por sus conocidos, decidió donar más de 200.000 euros a la comunidad local para mejorar la vida de sus vecinos. También dedicó parte del dinero a construir un nuevo pabellón deportivo en la ciudad, financiar el equipo médico del club y mejorar las instalaciones de las escuelas de sus hijos.
Pero no es el único millonario filántropo. Sharon y Nigel Mather, una pareja británica del municipio de Trafford, ganaron más de 14 millones de euros en el sorteo del Euromillones en 2010. Nigel era gerente de un hotel y Sharon trabajaba en el consejo local cuando se enteraron de que tenían un ticket premiado. Antes de jubilarse, el marido trabajaba casi todos los días de la semana y se perdía la mayoría de las festividades como Navidad o Año Nuevo. Por eso, al acumular tal fortuna, decidió pasar las primeras navidades por todo lo alto junto a su familia y amigos.
Viajes y donaciones benéficas
La pareja británica decidió invertir el dinero en un viaje totalmente pagado para sus familiares y amigos, un total de 18 personas, a Jamaica durante la época navideña. "No solo cambió nuestra vida, también la de otras personas", explican a The Sun. Al poco tiempo de su victoria Sharon y Nigel se enteraron del fallecimiento de su sobrina por un cáncer y decidieron donar una buena parte de las ganancias a distintas causas benéficas.
Los ganadores también decidieron repartir más dinero en forma de cheques entre más de 30 conocidos para que pudieran tapar agujeros y mejorar su situación financiera. "Tenemos el resto de nuestras vidas por delante, pero queríamos marcar la diferencia de tantas personas como pudiéramos en el camino", explican. A pesar de su nueva situación financiera, la pareja ha decidido enseñar a sus hijos el valor del dinero y la humildad. Aseguran que nunca piden juguetes muy caros para Navidad y que la familia continúa llevando una vida sencilla.
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