Problemas para cubrir vacantes

Los parados de larga duración anotan un mínimo en 15 años por el tirón del empleo

La mayor parte de profesionales que llevan en situación de desempleo más de 12 meses se concentra en edades comprendidas entre los 50 y los 54 años, que los expertos atribuyen a falta de actualización o sesgos de edadismo

Oficina de Empleo
Los parados de larga duración anotan un mínimo en 15 años por el tirón del empleo. 
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En España hay 355.300 personas que llevan entre uno y dos años en busca de un empleo y 759.900 que lo hacen desde hace más tiempo, una cifra que dista de ser reducida, pero supone los mínimos en quince y catorce años para el segundo trimestre, si se toman como referencia los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el INE. Este registro también evoluciona a la baja en términos porcentuales, especialmente para los que llevan entre 12 y 24 meses buscando un nuevo puesto de trabajo, que representan un 12,9% del conjunto de desempleados, lo que supone la proporción más baja desde 2008, si se excluye el dato de 2020; mientras que las personas que llevan paradas más de dos años ascienden al 27% y entonces, solo representaban el 10,7%. 

Los expertos consultados por La Información entienden que hay un cúmulo de factores que influyen en este fenómeno; aunque entre ellos, la reactivación del empleo juega un papel destacado. Así lo entiende el economista y consultor, Carlos Victoria Lazón, que vincula la evolución de estos datos al ciclo económico. "El paro de larga duración es tremendamente cíclico, alcanzó mínimos antes de que estallase la burbuja inmobiliaria, subió mucho hasta 2014 y 2015, hasta alcanzar máximos y volvimos a ver un nuevo ciclo con la Covid. Probablemente, estemos viendo un ajuste que tiene que ver con los trimestres consecutivos de crecimiento de la economía, que lleva a reducir la tasa general de paro y también esta". 

No obstante, el economista destaca que a medida que las personas pasan más tiempo en situación de desempleo es cada vez más complicado que encuentren un puesto de trabajo. El grueso de los desempleados de larga duración se encuentra en los profesionales con edades comprendidas entre los 50 y 54 años, algo que Victoria Lazón atribuye a que el desacoplamiento entre las habilidades demandadas por el mercado laboral y las que tiene el trabajador -o al menos las que tiene acreditadas- se acentúa en los trabajadores de mayor edad. "En su caso, no solo puede haber descuelgues formativos o necesidades de recualificación profesional o reasignación sectorial, sino también cuestiones relacionadas con la orientación profesional. Estas personas pueden haber perdido habilidades blandas para la búsqueda de empleo o motivación", apunta en conversación con este medio. 

"El paro de larga duración es cíclico"

El profesor de economía aplicada e investigador asociado a Fedea, Miguel Ángel García Díaz, también comparte que el aumento de la actividad económica podría haber conducido a que las empresas reduzcan los requisitos a la hora de incorporar trabajadores, lo que habría aumentado las opciones de los desempleados de larga duración. Además, valora que el envejecimiento de la población podría tener cierto peso en esta evolución por un mayor acceso de parados de larga duración a la jubilación, si bien, por el momento no están disponibles las estadísticas de flujos de población elaboradas por el INE, lo que imposibilita el aterrizaje de estas hipótesis. Si bien, recuerda que la llegada de un gran número de trabajadores a la edad legal de jubilación se producirá a lo largo de la próxima década, por lo que será cuando también accedan los trabajadores que más afectados se vieron por la crisis de 2012.

El doctor en economía también apunta a la intensa incorporación de mujeres al mercado laboral que se ha producido en los últimos años y se ha traducido en un aumento de la población activa hasta superar los 21 millones de trabajadores. García Díaz entiende que existe una relación entre la vuelta a la ocupación de mujeres que pudieron interrumpir su vida laboral para dedicarse al cuidado de los hijos o familiares a cargo y la bajada del número de parados de larga duración. No obstante, esto tendría mayor énfasis en las mujeres que llevan menos de 24 meses desempleadas, dado que de acuerdo con los datos, es donde se ha registrado una reducción más significativa. 

Los dos analistas coinciden en que se trata de un fenómeno multifactorial en el que las decisiones individuales de cada trabajador son el factor más determinante en el que no se puede ahondar a partir de los datos recopilados por la EPA. Sin embargo, descartan que la reducción responda a que más trabajadores se sientan desmotivados y dejen de buscar empleo o estar disponibles para incorporarse al trabajo, ya que el aumento de la población activa señala lo contrario. De igual manera, reducen el impacto que puede haber tenido la modificación del subsidio para mayores de 52 años, puesto que este fue modificado por última vez en 2019. Además, apuntan que a pesar de que algunas empresas muestren sesgos de edadismo, otras pueden buscar estos perfiles para hacer crecer la estabilidad de sus plantillas. 

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