Fernando Salazar, presidente ejecutivo de Cesce

"La pandemia y la guerra de Ucrania han demostrado que necesitamos más Europa"

El responsable destaca que todos los clientes que habían asegurado sus ventas en Rusia, Ucrania y Argelia con la empresa público-privada cobraron en dos meses, sin que esto supusiera un gran esfuerzo para la compañía.

Fernando Salazar, CESCE
Fernando Salazar, Cesce
José González

Fernando Salazar cumplirá en junio cinco años al frente de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce), la aseguradora público-privada fundada en 1970 que ha tenido un papel clave para que miles de empresas españolas hayan resistido a los contratiempos de una coyuntura económica en la que la incertidumbre ha pasado a ser la norma. El economista recibe a La Información en la sede de la calle Velázquez de Madrid y hace un balance de este periodo, en el que tanto la compañía como su cartera de negocios han apostado por la senda verde.

A las puertas de alcanzar el ecuador del 2023, Salazar cree que el escenario económico en el medio plazo es positivo, como prueban las revisiones al alza de las previsiones de diferentes organismos internacionales y estima que muchos de los temores avistados en verano se han superado, después de un invierno en el que las tensiones han venido marcadas por el alza de precios de los alimentos y no el de los productos energéticos. En este sentido, apunta a que frente a la crisis de dos acantilados pronosticada por el fin de los créditos ICO y la moratoria concursal, la mayoría de empresas están pagando en tiempo y forma, mientras los impagos son reducidos. 

En el último año y medio el sector exterior ha sido clave para mantener a flote la economía española, representando la mitad del crecimiento del PIB en el año 2022, lo que ha impulsado el volumen de negocio de Cesce, que ha cerrado el ejercicio con un beneficio de 75,1 millones de euros, lo que supone una mejora respecto al dato del año anterior y deja un dividendo del 50%, el máximo en su historia. Al tiempo que los capitales asegurados por cuenta propia ascienden 71.000 millones de euros de crédito y 7.000 millones de caución. "Siempre he dicho que el sector exterior es el que nos saca de las crisis" afirma Salazar, que recuerda que en contra de lo que la ciudadanía tiende a pensar, España tiene un claro perfil exportador y es la segunda economía más abierta de Europa. "La pandemia y la guerra de Ucrania han demostrado que necesitamos más Europa", afirma rotundo.

El conflicto bélico y la crisis energética han amenazado directamente muchas operaciones y en este contexto las aseguradoras y en concreto Cesce han jugado un papel fundamental para permitir la viabilidad de las empresas con un enfoque exterior. La compañía público-privada pagó a todos los clientes que tenían proyectos en Ucrania y Rusia, pero también en Argelia, tras la polémica suscitada por el cambio de la posición histórica de España respecto al Sáhara. Además, Salazar se muestra orgulloso de que Cesce fuese capaz de abonar el 95% de lo asegurado y realizar estos pagos en un plazo de dos meses, cuando sus competidores privados lo hacían en cuatro, sin que esto supusiera un gran esfuerzo para la compañía. 

Fernando Salazar
Fernando Salazar en la entrevista con La Información.

José González

Sin embargo, el presidente ejecutivo de la aseguradora reconoce que la actual policrisis que tiene vertientes climáticas, sociales, demográficas y políticas no ha propiciado un cambio radical en la mentalidad de los inversores españoles, por lo que a pesar de que las empresas aseguran un poco más, no ha habido un crecimiento exponencial en la demanda de cobertura ante el riesgo. En este sentido, recalca la importancia de contar con este respaldo sin diferenciar entre países o clientes "buenos o malos", dado que apunta a que cualquier cliente que atraviese dificultades puede no ser capaz de pagar. 

Escenario internacional multipolar

América Latina ocupa un papel central en la actividad económica de Cesce, como prueba el hecho de que todas sus filiales se ubiquen al otro lado del Atlántico, Salazar reconoce que esta región es especialmente interesante, dado que hay una mayor percepción de riesgo y en consecuencia, se recurre más a los seguros. Si bien, el economista identifica un problema de fondo en esta región que tiene que ver con que ha dejado pasar las oportunidades de reindustrialización y digitalización y ha volcado su sector exterior en la exportación de materia prima, productos que son muy volátiles a la volatilidad de los precios. Lo que, según su análisis, le ha impedido dar un salto económico que dé lugar a un crecimiento de la clase media y ha dado a alas al populismo en la práctica totalidad del continente. 

No obstante, Salazar hace referencia a las oportunidades que presenta África, más allá de países punteros como Marruecos o Sudáfrica, que frente al envejecimiento que caracteriza a Europa desde hace décadas, promete multiplicar en al menos tres veces su población de cara al final de siglo. Sin embargo, el presidente de Cesce rechaza observar estas características desde el beneficio que reportaría la inmigración al viejo continente y apuesta por crear oportunidades en todas esas comunidades en desarrollo. Aunque esta región no está exenta de riesgo, de hecho Angola gana cada vez más importancia para la aseguradora, con más de 1.000 millones de euros asegurados a cargo del Estado en diferentes proyectos y sectores, desde el transporte de energía hasta la venta de aviones. 

China es consciente del potencial de esta región, por lo que ha ido aumentando progresivamente su influencia sobre el territorio, al igual que Rusia. Un fenómeno que no se puede entender al margen del hecho de que el mundo en desarrollo es cada vez más consciente de su capacidad, afirma el economista. Salazar entiende que el mundo ha pasado a ser multipolar, en el que tratan de convivir diferentes formas de entender la economía, la política y la vida, pero que en algunos términos están obligados a entenderse o al menos a cooperar. El presidente de Cesce, que residió varios años en Pekín, señala que China cada vez tiene más presente su fuerza, lo que va a llevar a escenarios de alta competitividad, en especial en el sector tecnológico.

En este escenario, entiende que Europa tiene que operar en línea con EEUU, como estandartes de Occidente, pero cree que la pauta viene marcada en los últimos años, por lo que denomina un globalismo regionalizado, un fenómeno íntimamente relacionado con la autonomía estratégica abierta a la que apela la Unión Europea. Para Salazar, la guerra de Ucrania y la pandemia han hecho evidente que necesitamos más Europa y evalúa positivamente la respuesta dada de manera comunitaria a esta coyuntura. Y cree que la emisión de deuda pública mancomunada y los fondos Next Generation son la hazaña más importante llevada a cabo por los 27 desde la puesta en marcha del euro. 

Para el presidente de Cesce, España no tiene futuro si no camina de la mano de Europa y por ello se confiesa férreamente europeísta. Aboga por un modelo de Unión Europea que respete las diferentes identidades nacionales, que respete los valores de cada una de las regiones y sus intereses, de manera que el proyecto no se vea encorsetado por el protagonismo de los países con las economías más fuertes. Salazar reconoce que queda margen por hacer, como la reforma energética en la que trabajan los grupos del Parlamento Europeo, sin embargo, pone en valor el músculo de la UE frente al gigante norteamericano, a pesar de las sombras que pueda verter la gran apuesta del Green Deal. 

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