Comisión del Pacto de Toledo 

Escrivá quitará ventajas a los planes de pensiones y primará los de las empresas

José Luis Escrivá junto a Magdalena Valerio
José Luis Escrivá junto a Magdalena Valerio
EFE

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha confirmado este jueves en el Congreso que su intención es eliminar poco a poco todos los incentivos fiscales de los planes de pensiones privados, para apostar por los planes de empresa, es decir, por aquellas fórmulas que permiten ahorrar para la jubilación a partir de aportaciones pactadas con la empresa y con fórmulas a las que puedan acceder todos los trabajadores de forma voluntaria e individualizada. 

El ministro ha querido sacar el debate sobre los incentivos fiscales a los planes de pensiones en pleno debate sobre el futuro de las pensiones y la financiación de la Seguridad Social, tras la ruptura del Pacto de Toledo en el último minuto de la legislatura pasado por la falta de entendimiento entre PSOE y Unidas Podemos. Escrivá siempre ha sido un convencido de la viabilidad de un futuro sistema de pensiones de reparto, siempre que se hagan las modificaciones necesarias, sin dejar de apostar por los planes privados, pero cambiando su incentivación hacía los modelos que más convengan, que ahora parecen ser los planes de empresa. 

La rentabilidad e los planes privados de pensiones tampoco ha sido la más adecuada en los últimos años de vaivenes bursátiles y crisis inmobiliaria. El escaso margen de beneficio que dejaban se iba en la mayoría de los casos en las comisiones de gestión y custodia que se deben pagar, de forma que desde el sector privado se optaba por otras formas de inversión más rentables, como la propia vivienda o los fondos de inversión. De hecho, los principales gestores de planes y fondos de gestiones en España están abandonando poco a poco las fórmulas tradicionales de inversión conservadora en este tipo de instrumentos (renta fija), y abriéndose a fórmulas de gestión activa, con más parte de inversión en variable y hasta en fondos de divisas a nivel internacional. 

Las dudas sobre el funcionamiento de los planes de pensiones ya surgió en el anterior Gobierno de Rajoy, en plena crisis económica e inmobiliaria, hasta e punto de que se establecieron una serie de facilidades para rescatar el dinero acumulado en planes de pensiones antes de llegar a la edad de jubilación sin penalizaciones,  algo que se va a poder hacer a partir del año 2025, una fecha clave para este tipo de instrumentos.   

Con ese escenario sobre la mesa y el Pacto de Toledo abierto, Escrivá ha defendido en su comparecencia, como primer paso a dar en la reforma del ahorro-previsión, el menor coste y mayor rentabilidad de los planes de empleo que se ponen en marcha en el entorno de la empresa, se acuerdan en la negociación colectiva con aportaciones de la compañía y d elos trabajadores, y que, por ejemplo, funcionan con éxito en el País Vasco. Desde la Seguridad Social -que ya está en conversaciones con el Ministerio de Hacienda sobre el tema- defienden el sentido de "trasladar la fiscalidad de un lado a otro" así como las ventajas de estos planes para las rentas más bajas.

Controlar la jubilación anticipada

De la misma manera, el ministro ha anunciado que se van a revisar las fórmulas de jubilación anticipada voluntaria para "desincentivarlas" y a impulsar los planes de pensiones de empresa, con una mejora de su fiscalidad en detrimento de la de los planes privados. Durante su comparecencia en la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo del Congreso, Escrivá ha señalado estas medidas, junto a la revisión e impulso de los incentivos para los que decidan retrasar su jubilación, como "principales líneas" de su ministerio, según recoge EFE. 

Sobre las jubilaciones anticipadas, desde el ministerio explican que la intención es revisar la forma y los elementos sobre los que se calculan las penalizaciones que se aplican en la cuantía de la pensión cuando alguien decide optar por jubilarse de forma anticipada y que, aunque en la teoría es del 8%, en la realidad es inferior, sobre todo en el caso de las bases de cotización más elevadas.

"El incentivo es regresivo", ha apuntado Escrivá, que ve "margen de rediseño para que resulte más desincentivo". Las jubilaciones anticipadas voluntarias, que el año pasado supusieron el 16% del total, han aumentado un 66% desde 2014.

Junto a esto, y enmarcado en el mismo objetivo de acercar la edad real de jubilación a la legal, el Gobierno quiere mejorar los incentivos para prorrogar la edad de retiro, así como darles más difusión. Por cada año que la edad de jubilación aumenta, ha cifrado Escrivá, se resuelve un 25% del problema entre el gasto actual y el futuro, un gasto que, según cálculos recogidos de la Airef, rondará el 13,5% del PIB en 2048.

"Es un gasto manejable" 

"Es un gasto manejable con los instrumentos adecuados", ha defendido el ministro, que también ha reiterado la solvencia de la Seguridad Social. Escrivá ha reiterado la necesidad de garantizar el poder adquisitivo de las pensiones y la tasa de sustitución, porcentaje de pensión sobre el sueldo, en niveles similares al actual volviendo al marco legislativo previo a la reforma del 2013.

Sobre cómo debe ser la fórmula que garantice ese poder adquisitivo, fuentes del ministerio señalan que puede ser con una referencial anual "o no" y que lo importante, más allá de cómo sea esa fórmula, es el compromiso. "Todas son palancas de actuación siempre en el marco del Pacto de Toledo" , ha subrayado Escrivá, que ha recordado la importancia de devolver "certidumbre" al sistema de pensiones con un "marco estable" para revalorizar las pensiones.

Fuentes del ministerio explican que el objetivo es, con el consenso del Pacto de Toledo y partiendo de las últimas recomendaciones, tener un paquete legislativo con todas las medidas en la segunda mitad de este año para contar con ese marco estable en la revisión de las pensiones del año que viene.

Mostrar comentarios