La oposición ha derrotado este martes en el Congreso de los Diputados al Gobierno y ha congelado la subida 'de facto' activada este año en el Impuesto de Matriculación, al aprobar una enmienda impulsada por el PDeCAT en la nueva Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal. Desde el pasado 1 de enero comprar un coche nuevo en España es algo más caro, en torno a un 5% según las estimaciones realizadas por la patronal Faconauto. Ese encarecimiento se explica exclusivamente por el incremento de la presión fiscal a la compra de vehículos, pero en esta ocasión no se debe a ninguna medida específica de subida de impuestos adoptada por el Gobierno, sino bien al contrario a su inacción.
La clave está en la entrada en vigor, forzada por una normativa europea, de un nuevo estándar de medición de emisiones contaminantes, mucho más preciso y cuya aplicación ha venido a elevar una media del 20% las emisiones detectadas hasta ahora. Como el Impuesto de Matriculación se paga en función de las emisiones contaminantes de los vehículos, la consecuencia de la aplicación de este nuevo estándar ha sido una subida generalizada de las cargas fiscales que se aplican a los mismos.
Otros países como Italia, Francia o Alemania decidieron retocar los tramos a partir de los cuales se aplican los impuestos sobre la compra de vehículos para desactivar el impacto fiscal de este nuevo estándar...pero España optó por no hacerlo. Las consecuencias han sido bien evidentes. Sin duda, para la recaudación fiscal que según los últimos datos proporcionados por la Agencia Tributaria se ha más que duplicado en los primeros cuatro meses del año hasta superar los 207 millones de euros pese a que se han matriculado 5.000 vehículos menos que en el mismo periodo del año anterior. Y según los fabricantes también sobre las ventas que experimentaron un desplome del 15% en el primer trimestre del año, que desde el sector se atribuye en buena medida al encarecimiento de la fiscalidad de la compra de vehículos.
El PdeCAT planteó una enmienda para desactivar el efecto de este cambio de estándar allá por el mes de diciembre cuando la 'ley antifraude' encaró su tramitación parlamentaria, pero la paralización del proyecto legal, por las dificultades de Gobierno y Unidas Podemos para ponerse de acuerdo, la congeló durante meses. La ponencia de la Comisión de Hacienda no la incluyó en su informe, pero llegado el momento de la votación en el Congreso la enmienda ha sido aceptada con los votos del PP, Vox, Esquerra Republicana, Ciudadanos, el PDeCAT y el PRC, y pese al rechazo de PSOE y Unidas Podemos.
La propuesta incluida finalmente en el proyecto que saldrá del Congreso rumbo al Senado reestablece las cargas fiscales anteriores al 1 de enero de 2021, de modo que cada vehículo tenga exactamente la misma carga fiscal que en 2020, pese a la nueva medición de emisiones de dióxido de carbono (CO2) con el nuevo procedimiento WLTP, al menos hasta que pase el actual contexto de crisis y siempre que la mayoría socialista en el Senado no enmiende el proyecto para anular esta disposición.
La entrada en vigor de este nuevo procedimiento, según recogía el PDeCAT en su enmienda, suponía un aumento en el valor de emisiones oficial, ya que el procedimiento WLTP es aproximadamente un 20% superior al anterior mecanismo, y suponía la pérdida de bonificaciones para muchos modelos en el impuesto de matriculación.
Impuesto de matriculación
En su documento, PDeCAT buscaba un cambio en los tramos de aplicación del impuesto de matriculación para revertir lo ocurrido el pasado 1 de enero, cuando se incrementó el precio medio de los vehículos nuevos como consecuencia de la nueva legislación ambiental.
"La entrada en vigor de la normativa WLTP (más estricta) supondrá un aumento en el valor de emisiones oficiales, ya que el dato es aproximadamente un 20% superior al vigente. De no corregirse esta modificación de carácter estrictamente técnico, en España el impuesto de matriculación se vería inmediatamente incrementado y, además, para muchos modelos supondría perder la actual bonificación del impuesto", reza el texto, que ya fue presentado a finales de 2020.
Esto es debido a que dicho impuesto está ligado a la cantidad de dióxido de carbono que homologa cada automóvil. Al cambiar la legislación y hacerla más estricta, los coches homologan una cifra mayor, por lo que saltan de tramo en la tasa y pagan más.
Así, el partido catalán propuso que los modelos que emiten menos de 144 gramos de dióxido de carbono (CO2) por cada kilómetro recorrido no paguen el impuesto de matriculación, mientras que en la actualidad están exentos de abonar esta tasa los coches que emiten menos de 120 g/km.
También modifica el resto de escalones, ya que los vehículos que emiten entre 144 y 192 gramos de CO2 pagarían un 4,75% de este impuesto (120-160 gramos en la actualidad), mientras que un 9,75% lo abonarían aquellos clientes que optasen por automóviles que emiten entre 192 y 240 gramos de CO2 (ahora está en los 160-200 gramos). El último tramo, a pagar por aquellos vehículos que expulsen más de 240 gramos, sería del 14,75% (en la actualidad pagan este porcentaje los que emiten más de 200 gramos de CO2 por kilómetro).
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios