El Gobierno estudiará la viabilidad de una nueva línea de tren por la Ruta de la Plata

El Gobierno resucita las esperanzas del antiguo ferrocarril de la Ruta de la Plata a menos de tres semanas de las elecciones. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha sacado a concurrencia pública el estudio de viabilidad que permita reactivar este corredor ferroviario, que une las ciudades del oeste español entre Sevilla y Gijón y cuyo tramo central, entre Astorga y Plasencia, fue cerrado en el año 1982 por la caída del número de viajeros. 

El Ministerio destinará casi un millón de euros —concretamente 967.612€— a la redacción de este estudio que determinará si es viable o no construir un nuevo trazado que permita conectar ciudades como León, Zamora, Salamanca o Cáceres por tren. Esta nueva ruta deberá estar adaptada a los estándares del siglo XXI, ya que la línea original está cerrada y desmantelada en varios de sus tramos, que incluso se han reconvertido a vías verdes. 

Según ha podido conocer La Información, las intenciones del actual Ejecutivo pasan por estudiar si es factible la puesta en marcha de una nueva línea compatible para tráficos ferroviarios de viajeros y mercancías, pero que permita ser competitiva en tiempos de viaje, lo que supondría tratar de lograr una velocidad mínima de 200 kilómetros por hora en buena parte del trazado frente a la ruta original, con velocidades medias poco atractivas. 

Parte del Corredor Atlántico para viajeros y mercancías

El 5 de diciembre de 2022, el Consejo de Ministros de Transportes de la Unión Europea dio su visto bueno a reincorporar este trayecto en la red global de corredores ferroviarios europeos, tanto para mercancías como para pasajeros. Esta red tiene un horizonte temporal de desarrollo en el año 2050, aunque está previsto adelantar este hito al año 2040 para un cierto número de líneas que formarían parte de la red básica ampliada, entre las cuales podría situarse este nuevo ferrocarril en caso de considerarse estratégico por parte del Ministerio.

Asimismo, y en línea con los planes de la red Transeuropea de Transportes (TEN-T) y del plan Mercancías 30, el Ministerio pretende que esta ruta sea incluida en el Corredor Atlántico ferroviario. Para ello, la intención pasaría por habilitarla para trenes mercantes de 750 metros de longitud, que puedan circular entre España y Portugal y tengan como origen o destino las distintas instalaciones portuarias del país vecino, como el Puerto de Sines, al sur de Lisboa y convertido en uno de los principales de la fachada marítima lusa. 

La empresa que se adjudique el concurso deberá evaluar la viabilidad técnica y socioeconómica de esta nueva ruta, y tendrá un plazo máximo de 24 meses (2 años) para presentar sus conclusiones, lo que de momento ya traslada los plazos de aprobación inicial de esta hipotética infraestructura a finales del año 2026. 

Según ha dado a conocer el Ministerio, este nuevo estudio permitirá analizar las distintas alternativas de trazado posibles, "que posteriormente serán comparadas bajo consideraciones técnicas, económicas, medioambientales y de explotación, dando como resultado de dicha comparativa, una alternativa seleccionada u óptima". Se completará con sendos estudios de demanda y rentabilidad socioeconómica.