El Gobierno prevé que este año termine con un déficit del 5% y que España salga del déficit excesivo -por encima del 3%, según las reglas fiscales europeas, ahora suspendidas- en 2025. Para ese año, Moncloa estima que la diferencia entre ingresos y gastos públicos, será del 2,9%. Así lo ha señalado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la actualización del cuadro macroeconómico. Montero ha apuntado que la mayor reducción del déficit público ya se ha producido, lo hizo en más de tres puntos entre 2020 y 2021. La titular de finanzas públicas confía en que la evolución del empleo siga siendo muy positiva y esto permita mejorar los ingresos de las arcas públicas.
Para el resto de años que recoge el Programa de Estabilidad, que el Gobierno remitirá este viernes a Bruselas, según ha indicado la vicepresidenta Nadia Calviño, Moncloa prevé un déficit del 3,9% en 2023, del 3,3%, en 2024 y, por último, del 2,9% para el último año del escenario. Montero ha explicado que el Gobierno asume que el gasto público se reduzca a medida que empiecen a desaparecer medidas puestas en marcha con motivo de la pandemia. La ministra ha puesto como ejemplo los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). En cuanto a los ingresos, Montero calcula que representarán el 42% del producto interior bruto (PIB).
La ministra de Hacienda ha subrayado que el aumento extraordinario de la recaudación no se explica exclusivamente por la inflación. El Gobierno augura que el 80% del incremento de esos ingresos se deben al crecimiento económico y a la positiva evolución del empleo. Montero ha añadido que se está produciendo un "factor de arrastre" con respecto a la recaudación del pasado año. "Este año la presión fiscal bajará ligeramente, pero no se va a incrementar como están vaticinando algunos partidos políticos. La recaudación aumentará, pero el incremento será inferior al PIB nominal y el ratio de presión fiscal bajará al 38,3%, del 39,1%", ha explicado Montero.
La titular de Hacienda ha señalado que los mejores datos de 2021 han permitido al Gobierno reducir los ratios de deuda y déficit público durante el pasado año y, a la vez, dar respuesta a las "necesidades sobrevenidas" derivadas de la pandemia y de la guerra de Ucrania. Además, ha subrayado que la suspensión de las reglas fiscales también ha dado margen para poner en marcha medidas para proteger a los sectores y hogares más vulnerables.
No obstante, pese a los buenos augurios en materia de déficit contrastan con la ratio de deuda pública. España seguirá teniendo una deuda superior a la de 2019 durante todo el escenario dibujado por el Gobierno. Según los datos presentados este viernes, Moncloa estima que la deuda representará el 115,2% del PIB este año, el 112,4%, en 2023; será del 110,9% en 2024 y se reducirá hasta el 109,7% en 2025.
Las expectativas de recaudación y de déficit también contrastan con el crecimiento económico previsto por el Gobierno. En la actualización del cuadro macroeconómico, Moncloa estima que el PIB crecerá un 4,3% este año, casi tres puntos menos de lo estimado el pasado año. La incertidumbre provocada por la guerra de Ucrania lastrará la economía española, que no recuperará en términos de PIB los niveles previos a la pandemia hasta el primer semestre de 2023, según ha señalado la vicepresidenta, Nadia Calviño. El impacto del conflicto ya se refleja en los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que dan un avance de tres décimas para el primer trimestre del año.
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