Tras el giro sobre el Sáhara

Moncloa admite una paralización total del comercio con Argel, salvo la energía

El país magrebí anunció la ruptura de las operaciones comerciales con España tras un empeoramiento de las relaciones, decisión que aparentemente reculó después de que Bruselas amenazase con represalias. 

La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez.
El Gobierno admite una paralización del comercio con Argelia, salvo la energía. 
CONGRESO/ Europa Press

El Gobierno español admite que el comercio con Argelia ha sufrido una "paralización total", salvo en el caso de los productos energéticos, pese a que el país dió marcha atrás en su decisión de congelar las transacciones financieras con este país ante las amenazas de Bruselas de tomar represalias al respecto. Así lo ha asegurado la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, quién ha apelado al diálogo bilateral para recuperar una relación "equilibrada" y "basada en el respeto" entre ambos países. Durante su comparecencia en la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso, Méndez ha insistido en que Argelia es un socio estratégico en lo político y en lo comercial, así como un país amigo y vecino, y ha recordado que las exportaciones a este país en 2021 alcanzaron los 1.880 millones y las importaciones, casi 5.000 millones, el 90% de los cuales son productos energéticos. 

"Lo que nos queda por delante es fortalecer el diálogo bilateral, volcarnos en la vía diplomática, favorecer el diálogo frente a cualquier otra opción", ha remarcado Méndez, al tiempo que ha recordado que la Unión Europea (UE) tiene un abanico de respuesta para medidas coercitivas de otros países.  La secretaria de Estado ha asegurado este miércoles que se ha visto en la práctica una paralización total del comercio con Argelia, salvo productos energéticos, y por ello hay que analizar "si puede ser un incumplimiento del Acuerdo de Asociación" con la UE. La Secretaría de Estado de Comercio está en contacto diario con las autoridades europeas y también con empresas y comunidades autónomas para informar sobre la situación y tratar de resolver los problemas generados por la ruptura de dicho tratado.

En cualquier caso, ha reiterado que España y Argelia son países soberanos y libres de tomar sus decisiones en política exterior, al tiempo que ha deseado "una relación equilibrada y basada en el respeto" entre los dos países. Argel suspendió el pasado 8 de junio el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, veinte años después de su firma el 8 de octubre de 2002, decisión tras la que escalaron un nuevo nuevo nivel y ordenaron la congelación de las domiciliaciones bancarias relacionadas con las operaciones de comercio exterior de productos y servicios desde y hacia España. Si bien dieron marcha atrás, en la práctica el Ejecutivo español dice que sí se produce. Esta polémica medida se llevó por delante al ministro de Finanzas de Argelia, Abderrahman Raouya, ante la que el Gobierno argelino no ofreció detalles sobre los motivos de esta destitución. Raouya ocupó este puesto durante cinco meses en 2020, y otros cuatro meses en 2022, y también durante la época del antiguo presidente Abdelaziz Bouteflika. 

La tensión entre ambas naciones comenzó a escalar tras el giro realizado sobre el Sáhara desde el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez y las relaciones se han recrudecido hasta el punto de que el Gobierno argelino, por boca de su agencia oficial de prensa APS, llegó a tildar al ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, de "pirómano" por dar a entender que Rusia estaría detrás de los últimos pasos de Argel y ha cuestionado su capacidad como diplomático. Bajo el título 'Argel-Madrid: huída hacia delante del pirómano Albares', la agencia estatal publicó un artículo de opinión en el que viene a responsabilizar al ministro de Exteriores de la "crisis sin precedentes" entre los dos países y cuestiona "la capacidad de un diplomático indigno" de España y los españoles por haberse desplazado a Bruselas a buscar su apoyo tras anunciar Argel que suspendía el Tratado de Amistad.

En este sentido, le acusa de "manipular" al Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, y de "enturbiar la credibilidad" de la Comisión Europea por el comunicado "sin fundamento contra Argelia" que esta publicó a raíz de la visita de Albares el viernes, advirtiendo de posibles acciones si comprobaba que se había incumplido el Acuerdo de Asociación entre el país magrebí y el bloque. Asimismo, echa en cara a Albares su "declaración guiñolesca" desde Bruselas asegurando que España busca el diálogo "con un lenguaje de contorno irrespetuoso y sobre todo, indigno de su cargo" y que contrasta con otros "ilustres diplomáticos y ministros de Exteriores de España inscritos en el panteón de la diplomacia internacional".

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