A 275 euros por megavatio

Los Veintisiete debaten la propuesta de tope de precio a las compras de gas

Una mayoría de Estados llevan meses presionando para que Bruselas diseñe un sistema para limitar las compras mayoristas de gas en la UE, con Italia, España, Polonia o Francia empujando en esa dirección.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
EFE

Los ministros de Energía de la Unión Europea debatirán hoy la propuesta de la Comisión Europea para limitar el precio del gas en el mercado de futuros TTF, en una cita que se anuncia intensa pues critican la iniciativa tanto los países que reclaman intervenir como los que no querían ninguna propuesta en la mesa. Una mayoría de Estados miembros llevan meses presionando para que Bruselas diseñe un sistema para limitar las compras mayoristas de gas en la UE, con Italia, España, Polonia o Francia empujando en esa dirección.

Pero la Comisión, alineada con Alemania y Países Bajos, no quería y ha arrastrado los pies hasta el punto de que algunas capitales amenazaban con bloquear otros textos energéticos en los que se esperaba una tramitación sin sobresaltos, si Bruselas no presentaba una propuesta legislativa más ambiciosa.

Finalmente, y de cara al cuarto consejo extraordinario de Energía desde el mes de julio, la comisaria europea de Energía, Kadri Simpson, ha puesto en la mesa una propuesta legislativa para limitar los precios desorbitados en el mercado TTF de Ámsterdam, que sirve de referencia para gran parte de los contratos gasísticos en Europa.

Una propuesta poco ambiciosa

En concreto, el mecanismo que propone Bruselas como "último recurso" limitaría a 275 euros por megavatio-hora (MWh) el precio de los futuros de gas a un mes en el TTF, pero sólo se activaría si se supera ese umbral durante dos semanas y siempre que la diferencia con respecto a la cotización del gas natural licuado (GNL) en los mercados internacionales supere los 58 euros.

Esos requisitos implican que, en caso de haber estado en vigor, no se habría aplicado ni durante el histórico récord de precios del pasado agosto. Además de estas dos condiciones, el proyecto legislativo recoge un arsenal de salvaguardas para suspender el tope si pone en peligro la seguridad de suministro o la estabilidad de los mercados financieros, lo que hace que el mecanismo sea casi inaplicable.

La propuesta ha sido criticada por países que pedían un tope, como España, Polonia o Grecia, que critican que en la práctica sea inaplicable, como por capitales como La Haya, que no querían que la Comisión hiciera ninguna propuesta formal.

España teme que el nuevo tope dispare los precios

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha considerado "claramente insuficiente" la propuesta y ha pedido a la Unión Europea "compromiso europeo y ambición para abordar" una solución. En rueda de prensa con motivo de la primera Cumbre Hispano-Rumana, Sánchez afirmó que Europa "no va por el buen camino" si esa es la solución que se pretende aprobar y advirtió de que "puede tener hasta efectos perversos, no de reducción sino de aumento" de los precios.

En la misma línea, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha mostrado su rechazo al plan. "Nosotros nos vamos a oponer con contundencia, con rotundidad. Nos parece que para esa referencia es mejor no hacer absolutamente nada", ha denunciado Ribera durante su intervención en la sesión de control al Gobierno celebrada este martes en el Senado. 

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