Problemas de la inflación

Por qué los jubilados no ganarán más dinero con el incremento de la pensión

La inflación aboca a los pensionistas a perder dinero, puesto que los precios suben más rápido que las prestaciones públicas.

Una jubilada.
Una jubilada.
Imagen de shurkin_son en Freepik.

Otro mes y otra subida de precios. La inflación vuelve a crecer para desgracia del bolsillo de los ciudadanos. El dato adelantado del Índice de Precios al Consumo (IPC) del INE se disparó hasta el 7,4% interanual en febrero. Alimentos, combustibles y electricidad son los mayores culpables del repunte de precios el mes pasado.

Sin una nómina que, aunque magullada por estos aumentos sostenga los ingresos familiares, los jubilados son uno de los colectivos que más sufren el frenesí inflacionario. La subida de las pensiones aprobada por el Gobierno para este año ha quedado desfasada ante el constante incremento de precios, muy superior a la revalorización de las ayudas públicas. Todo ello pese a tratarse de la mayor alza de las pensiones contributivas en más de dos décadas. Pero es que el zarpazo de la inflación también supone la cota más alta de precios en 33 años.

De esta forma, el poder de compra de un pensionista encadena meses seguidos a la baja. Las tensiones geopolíticas derivadas de la invasión rusa sobre Ucrania añaden al asador otro elemento de tensión a los precios, principalmente los energéticos. Los anuncios de subida de tipos de interés o el reajuste -aún pendiente- de la oferta y la demanda tras el parón de la actividad económica de la pandemia son los otros dos grandes alicientes que alimentan el fuego de los precios.

"Las subidas de precio de las materias primas en 2021 era evidente que tenían que ser enormes: el petróleo Brent se fue en abril de 2020 a 15 dólares el barril y era evidente que esto no podía mantenerse", destaca Juan Ignacio Crespo, economista y estadístico del Estado, en una reciente entrevista a Finect. "Con lo que no contaron los bancos centrales y prácticamente nadie fueron los estrangulamientos en la cadena de la oferta, que provocan que a lo largo de este año aún sea complicado que la inflación sea", reflexiona. 

Completar la pensión, ¿es posible ahora?

La inflación aboca a los pensionistas a perder dinero. Los precios suben más rápido que las prestaciones públicas. Por tanto, mantenerse fiel a la ayuda estatal no aporta soluciones al problema. La inversión en productos financieros para la jubilación -algunos consultables en Finect- así como otro tipo de activos financieros, son la alternativa para ver crecer el ahorro y batir a la inflación.

"Cuando hay tipos de interés reales tan negativos, la solución de siempre es el oro, sin ser esto una recomendación", argumenta Crespo. "Para la Bolsa veo un año muy similar a los años en los que hubo tapering y subidas de tipos de interés, como 2014 y 2015. Puede ser tentados comprar aunque lo normal es que el año termine con lo comido por lo servido", agrega el analista financiero.

¿Sabes cuánto tendrás de pensión cuando te jubiles?

"Los gobiernos tienen que elegir entre dar de comer a la gente y, por tanto, mantener los estímulos o cerrar esos estímulos, que aumente la pobreza e incluso mucha gente caiga en la miseria", proyecta Crespo. Los planes de pensiones son el producto preferido por los españoles para ahorrar de cara a la jubilación. Se trata de un vehículo de ahorro a largo plazo diseñado para rescatar el dinero acumulado en el momento del retiro. El cliente hace aportaciones periódicas al fondo de pensiones y los gestores invierten ese patrimonio hasta que el titular se jubila. A partir de 2025 se podrán retirar las aportaciones que tengan 10 años de antigüedad.

Otra opción son los seguros de ahorro e inversión, también llamados unit-linked: invierten en una cesta de fondos o de acciones y, a la vez. Supone contratar también un seguro de vida. Una diferencia frente a los fondos de inversión es que permiten designar herederos. Una opción para perfiles más conservadores son los planes de previsión asegurados, un vehículo para el ahorro a largo plazo parecido a los planes de pensiones. La fiscalidad es la misma, con un capital máximo para desgravar de 1.500 euros. La mayor diferencia radica en que el capital aportado año a año debe estar asegurado.

Aseguradoras como Santalucía, Mapfre o Caser también comercializan un producto llamado seguro individual de ahorro a largo plazo (SIALP). Un seguro de vida-ahorro que garantiza parte del dinero invertido, como mínimo el 85%. La inversión máxima anual se sitúa en 5.000 euros. La mayor ventaja de los SIALP es que los rendimientos generados están libres de pagar el IRPF si se mantiene la inversión durante cinco años.

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