Las rentas vitalicias son un producto de ahorro a través del cual se percibe una cantidad de dinero fija y de manera periódica hasta el fallecimiento. Se trata de un tipo de seguro que garantiza una renta constante y que funciona a través del aporte de una prima inicial única a la aseguradora, que gestionará esa cantidad hasta el momento en el que den comienzo los pagos periódicos o en el caso de que el cliente solicite su rescate. Su finalidad, por tanto, es la de convertir los ahorros en un ingreso mensual para toda la vida.
De esta manera, permite cubrir la bajada de los ingresos, como sucede cuando se llega a la etapa de jubilación, o bien para aquellas situaciones en las que, por temas de salud o por querer disponer de más tiempo de ocio, los gastos se incrementan. La renta vitalicia se convierte en una excelente alternativa, puesto que se pagan menos impuestos, se puede utilizar con flexibilidad e incluso se puede planificar mejor la herencia.
Ventajas de las rentas vitalicias
La contratación de una renta vitalicia de cara a la jubilación tiene una serie de ventajas por las cuales se ha convertido en una opción cada vez más demandada. Está especialmente recomendada para quienes estén cerca de jubilarse o ya estén jubilados y hayan acumulado cierto patrimonio, ya que podrán convertir ese capital en una renta fija y periódica que suponga un incremento de su poder adquisitivo en los años de vida restantes.
Entre sus principales ventajas hay que hablar de la seguridad que ofrecen, porque garantizan un ingreso económico constante y periódico para quien lo contrata en la etapa de jubilación, en la que no es habitual percibir ingresos por el trabajo, y sabiendo que se va a recibir el ingreso hasta fallecer. Además, es un complemento a la pensión, al ser un ingreso extra y fijo que se suma a esta última.
Por otro lado, hay que destacar que ofrece ventajas a nivel fiscal, ya que cuanto mayor sea la edad a la que se contrata, mejores beneficios fiscales se podrán obtener, dado que se tributa tan solo por un porcentaje de la renta percibida, que es menor cuanta más edad tenga el beneficiario. De igual forma, las rentas vitalicias permiten la designación de un beneficiario en caso de fallecimiento que, además, no tiene la obligación de coincidir con los herederos forzosos.
A todo ello hay que sumar que generan intereses, lo que hará que con el paso del tiempo el dinero invertido genere ganancias adicionales, y que, al percibirla, solo se pagan impuestos sobre las primas incluidas y no sobre la rentabilidad generada en el tiempo. Asimismo, tributa como rendimiento del capital mobiliario, lo que significa que el porcentaje del impuesto a pagar para recuperar el dinero va reduciéndose a medida que se cumplen años.
