La idea del ministro llevada a la práctica

Retiro con 75 años... El 42% del gasto en pensiones va a jubilados de menos de 70

Si la mitad de los 1,9 millones de jubilados actuales con menos de 70 años hubiera seguido trabajando y se hubiese retirado a esa edad, la Seguridad Social habría ahorrado 1.556 millones al mes, un 21% del gasto.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá
Escrivá apuesta por retrasar el retiro como garantía de la sostenibilidad de las pensiones.
Europa Press

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, tiene, que estuvo cinco años al frente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), un órgano creado a instancias de Bruselas y que fiscaliza las cuentas públicas, tiene claro cual es el camino correcto para garantizar y mantener las actuales pensiones y poder pagar las futuras, aunque su cuantía puede ser menor. Sobre la mesa hay una relación de medidas y ninguna prevé reactivar la jubilación a los 75 años -ni a los 70-, pero el ministro ha dejado caer que sería un escenario ideal, que debería mantenerse con un cambio de cultura que facilitase la contratación de los trabajadores mayores por parte de las empresas y que estos fuesen conscientes de la necesidad de prolongar su vida laboral.

La idea del ministro, expuesta durante una entrevista con el diario 'Ara', ya se debate en algunos europeos y en los que ya se plantean los 70 años como edad de referencia para la jubilación, para continuar subiendo los años hasta que el cuerpo y la mente de los trabajadores aguante. Es el caso de Alemania. Allí, el presidente de la patronal del potente sector del Metal país, Stefan Wolf, abogaba recientemente por "ser honestos y explicar que no se puede mantener mucho tiempo el sistema jubilándose a los 67". La diferencia fundamental es que Alemania tiene un sistema de pensiones muy poco generoso, pese a tener un mercado laboral que está a años luz del español, que tiene 38% de paro juvenil.

Posiblemente, el ministro español fue demasiado honesto durante la entrevista y expresó en voz alta y de forma directa algo que con anterioridad ya había meditado, pero como en el caso de las declaraciones del responsable de los empresario alemán, estos mensajes suelen generar rechazo y resultan impopulares. Y unido a esto, en España, con un Gobierno sostenido por Unidas Podemos, con unos agentes con mucha fuerza para negociar y con un Parlamento en el que sacar adelante iniciativas exige el respaldo de una decena de grupos muy dispares, llevar a la prácticas ese tipo de iniciativas resultaría imposible.

El mercado de trabajo debería jugar un papel fundamental, dentro de la hipótesis de elevar al menos tres años los 67 ya previstos para la jubilación ordinaria en 2023 y en un contexto en el que se está reduciendo la proporción de mayores de 55 años; los planes de las empresas los dejan fuera, como con las prejubilaciones de la banca; y los convenios colectivos -fundamentales- tienden a recoger edades obligatorias de retiro muy inferiores a la ordinaria. Si todas las piezas encajasen, el sacrificio de los trabajadores más mayores, todos procedentes de la generación del 'baby boom', serviría para ahorrar una parte considerable del gasto en pensiones y para generar nuevos ingresos a través de cotizaciones.

La factura de las jubilaciones pasaría de 7.370 millones a 5.800 solo si se hubiesen retirado a los 70 años 900.000 de los actuales jubilados con menos de esa edad

Pero que pasaría si se llevase a la práctica el pensamiento en voz alta del ministro. En la actualidad hay 3,3 millones de jubilados con menos de 75 años -el 55% del total-, pero si nos fijamos en los que tienen menos de 70, una edad asumible -en la que ya piensan los alemanes- y que permite en la mayoría de casos y prácticamente todas las sectores seguir trabajando, hay 1,9 millones, casi uno de cada tres de los retirados. Si solo la mitad de estos hubiera prolongado su actividad laboral hasta los 70 años -apenas tres más de los previstos para dentro de dos años- el gasto en pensiones de jubilación se habría reducido una quinta parte, de los 7.373 millones mensuales a poco más de 5.816, casi 1.556 millones de ahorro mensual que permitiría pagar dos meses enteros de las pensiones actuales, incluidas las de viudedad incapacidad y orfandad. Los jubilados menores de 70 años suponen cuatro de cada diez euros del gasto en pensiones de retiro.

Los jubilados 'más jóvenes' son los que más cobran y a medida que se reduce la franja de edad es mayor la prestación. Los retirados con entre 50 y 70 años reciben de media una pensión mensual, en 14 pagas, de 1.664 euros, 470 más que la prestación media de jubilación. De golpe, sería imposible acomodar a todos estos trabajadores a jornada a completa, pero existe un camino intermedio que el ministro dejó también caer en la entrevista, que es que este colectivo pueda cambiar de actividades en la empresa -menos peligrosas y que requieran menos esfuerzo-, hacer jornadas parciales y acomodar los horarios a las circunstancias y permitir que puedan relegar determinadas responsabilidades.

Con este esquema, el proyecto de ir acercando la edad real de retiro, 64,6 años, a los 67 previstos supondría un ahorro muy importante y un aumento del presupuesto para pagar las pensiones, algo que ya ha planteado el ministro y que su punto de partida son los incentivos al retiro tardío y las penalizaciones al temprano. Desde luego, si fuese acompañado de un incremento de la productividad, la mejor arma para garantizar la sostenibilidad del sistema, se evitaría el problema que se producirá dentro de 30 años, si nada cambia, con cinco de millones de jubilados más y con un gasto en pensiones tres veces mayor.

El panorama laboral de los mayores es desalentador. Paro de larga duración, rechazados por las empresas y tasas de actividad del 7% entre los de más de 65

La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año muestra que 564.200 trabajadores de más de 55 años de edad se encontraban en paro en ese periodo, un porcentaje que ronda el 16% de todos los desempleados y en el que las mujeres son protagonistas. Junto a esto, el desempleo de larga duración -más de un año sin trabajo- es especialmente alto en este colectivo, con porcentajes que al 50% para los que tienen entre 50 y 59 años y más del 56% para los que cuentan con más de 60 y menos de 65. Ya representan uno de cada cuatro del total de desempleados con más de doce meses en esa situación.

Por su parte, los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestran que la tasa de actividad de los que tienen más de 65 años -la edad oficial de retiro con 37 años y meses cotizados- apenas es de un 7%, frente al 27% que de media tienen los países desarrollados. Trabajar más allá de los 65 años se ha convertido en un misión casi imposible, que requiere un cambio radical de mentalidad e importantes inversiones e incentivos. Junto a esto, hay 418.000 personas mayores de 52 años cobrando el subsidio de desempleo y todos ellos cumplen los requisitos para jubilarse -excepto la edad-. La ayuda apenas supone 452 euros mensuales hasta que encuentren un empleo o se jubilen y siguen cotizando a la Seguridad Social -un aspecto muy importante de este subsidio-, pero la prestación, aunque es compatible con el Ingreso Mínimo Vital (IMV), es claramente insuficiente.

Mientras, la experiencia personal y profesional es una de las bazas de este colectivo para permanecer o reincorporarse a la vida laboral, pero la falta de cualificación tecnológica y, sobre todo, su reticencia a los cambios y variar su forma de trabajo y los salarios, que de media superan los 28.000 euros en edades entre 50 y 59 años, frente a los 8.400 euros anuales de un menor de 20 años o los 13.000 de los trabajadores con más de 20 años y menos de 25, juegan en su contra en un mercado cada vez más competitivo y en constante transformación.

El informe anual de la Fundación Adecco 'TuEdadEsUnTesoro: mayores de 55 años en el mundo laboral' destaca las dificultades a las que se enfrentan estos trabajadores, en un mercado laboral en el que nada menos el 83% de los responsables de Recursos Humanos no han contratado en el último año a empleados mayores. Cuatro de cada diez responsables de las empresas admiten que la edad les genera dudas, porque consideran que tienen dificultades para adaptarse y para ocupar determinados puestos, mientras que un 45% afirma que no ha tenido oportunidad de contratar a 'seniors', al no haber recibido candidaturas de este grupo de edad.

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