Responden a Eurostat con 15 años

Los jóvenes esperan trabajar entre 33 y 37 años pese al alza de la edad de jubilación

En el caso de los chicos, su expectativa de vida laboral apenas ha variado en una década, mientras que ellas elevan cada año este dato, lo que en ambos casos choca con la reforma que eleva la edad legal de jubilación a los 67 años.

Jóvenes universidad
Los jóvenes esperan trabajar entre 33 y 37 años pese al alza de la edad de jubilación.
EUROPA PRESS

La reforma de pensiones impulsada por José Luis Escrivá y aprobada en dos tramos ha evitado recurrir a elevar la edad legal de jubilación como vía para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones, y en su lugar, ha optado por subir los impuestos para reforzar los ingresos. Sin embargo, hasta 2027 no acabará el periodo transitorio introducido por la norma de 2013 que fijará el acceso a la jubilación en los 67 años para todos aquellos que no hayan cotizado 38 años y 6 meses. Pero los jóvenes parecen ser ajenos a esta pauta, de acuerdo con los últimos datos recopilados por Eurostat, los adolescentes de 15 años esperan trabajar durante 36 años de media, lo que implicaría jubilarse poco después de cumplir 60. 

Los datos recopilados en 2022 y actualizados esta semana reflejan una diferencia en función de género. Ellos esperan que su vida laboral se extienda por 37,8 años, mientras que ellas calculan que trabajarán poco más de 34 años, lo que deja una brecha de más de tres años. Los jóvenes han retrasado de manera generalizada el momento de incorporarse a su primer puesto de trabajo, por la extensión de los estudios superiores que cada vez con más frecuencia se complementan con un título de máster. No obstante, en el hipotético caso de que el acceso a la jubilación se mantenga en los 67 años, estas vidas laborales tan reducidas implicarían que los jóvenes se incorporasen a los 31 años al mercado de trabajo y ellas pasados los 33, lo que en líneas generales parece improbable. 

Por el contrario, los adolescentes podrían pensar en explorar vías de prejubilación, pero estas han sido desincentivadas por el actual Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones -con un recorte en la pensión percibida- y que demandan un mínimo de 33 años cotizados. Además, ante el pico de pensionistas que se espera atravesar en la década de 2040, el escenario más probable es que se vuelva a retrasar la edad legal para acceder a la jubilación o en su defecto, se recorte la pensión de jubilación, o incluso se apliquen ambas, como valora hacer la última reforma de pensiones en el caso de que la Airef aprecie que las cuentas no cuadran. En este sentido se pronunció hace apenas unas semanas el Círculo de Empresarios que llamó a plantear la posibilidad de retrasar la jubilación hasta los 72 años. 

De cara a las próximas elecciones generales, todos los partidos se han blindado en torno a garantizar el poder adquisitivo de las pensiones a través de su actualización conforme al IPC, a pesar de que los partidos de la derecha votaron en contra de la norma del ministro Escrivá. Tampoco quieren valorar la posibilidad de extender el número de años mínimos cotizados, algo en lo que Yolanda Díaz -candidata de Sumar- ha incidido especialmente y los partidos de la oposición han usado como motivo para censurar la última reforma. Por lo que a bote pronto parece que todos parecen confiar en la buena marcha del empleo como mecanismo para sostener el sistema público, como reconoció el departamento de Seguridad Social en el mes de marzo.

Las españolas esperan trabajar tres años menos que las alemanas

En la comparativa con otros países de la Unión Europea se aprecia que en la última década los jóvenes han elevado progresivamente el número de años durante los que esperan que se extienda su vida laboral. Esta expectativa se situaba de media en 34,7 años en 2013, mientras que en 2022 subieron hasta los 36,5 años, si bien se aprecia una diferencia de 4,4 años entre ambos géneros. Los jóvenes españoles esperan trabajar casi un año menos que la media de los adolescentes que tenían 15 años en los 27 países de la UE que pronosticaban que su vida laboral alcanzaría los 38,6 años. En cambio, las jóvenes españolas apenas guardan una diferencia de una décima respecto a la media comunitaria, situada en los 34,1 años de carrera profesional.

No obstante, las características de cada uno de los países que integran la UE y el diferente grado de integración de la mujer en el mundo laboral reflejan sendas diferencias entre territorios que, en consecuencia, se acentúan al poner el foco en las adolescentes. Las jóvenes españolas esperan trabajar hasta tres años menos que las chicas de la misma edad con nacionalidad alemana, que creen que desempeñarán una actividad profesional durante 37,4 años. Sin embargo, tienen pensado trabajar hasta siete años más que las adolescentes italianas que consideran que su carrera profesional se extenderá tan solo 27,6 años y marcan el dato más bajo en la comparativa comunitaria. 

En el caso de los hombres, las diferencias son menos pronunciadas, los alemanes creen que trabajarán 3,4 años más que los españoles (41,2 años), pero la diferencia con los italianos se reduce a 1,3 años (36,5 años) y el valor aportado por los jóvenes franceses es prácticamente igual al de los españoles (37,9 años). Los valores más altos se registran en Islandia, donde los adolescentes creen que trabajarán durante 47 años, seguidos de Suiza donde esperan trabajar más de 44 y en Suecia donde calculan que su vida laboral superará los 43 años.

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