Toca el 6,3%

La inflación subyacente pone a prueba el escudo social del Gobierno ante el parón

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, asegura que subyacente "tendría que empezar a moderarse" a partir del inicio de 2023, como ha venido sucediendo desde julio con la inflación general

Calviño y Sánchez
Calviño y Sánchez
EFE

La inflación subyacente, aquella que excluye en su cálculo los componentes más volátiles como la energía o los alimentos frescos, ha subido en noviembre hasta el 6,3%, por lo que apenas la separan ya cinco décimas de la tasa general. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha señalado en las últimas horas que la subyacente "tendría que empezar a moderarse" a partir del inicio de 2023, como viene sucediendo desde julio con la inflación general (que tocó techo ese mes en el 10,8% y se sitúa ya en el 6,8%, según el avance publicado por el Instituto Nacional de Estadística). En adelante su evolución, que genera cierta preocupación entre los expertos, va a poner a prueba toda la batería de medidas aprobadas para atajar las consecuencias de la crisis energética y de la escalada de los precios sobre los hogares y empresas en una situación más vulnerable.

Lo hará en un momento de debilitamiento de la economía que, sin embargo, ve alejarse el peligro de incurrir en una recesión técnica. Esta posibilidad, que ya descartaban para España la Comisión Europea o el Fondo Monetario Internacional, también deja de estar en el escenario principal que maneja el Banco de España. Su gobernador, Pablo Hernández De Cos, prevé un "leve crecimiento positivo" de la actividad en el último trimestre similar al que registró en el tercero, cuando el PIB avanzó un 0,2%. Es este estancamiento con unos precios que se mantienen en tasas aún elevadas -un problema que es más evidente aún en otras grandes economías de nuestro entorno- lo que genera cierta intranquilidad en Fráncfort. 

Desde el Banco Central Europeo (BCE), Luis De Guindos llamaba el martes a prestar especial atención a la señal que la inflación subyacente vaya lanzando en la zona euro, puesto que esta será la que indique la persistencia de las presiones inflacionistas. Lo hacía poco después de que la propia presidenta del emisor, Christine Lagarde, descartase que la subida de los precios haya tocado techo en octubre -último dato agregado para la región-, dejando claro que habrá más subidas de tipos para controlarla. En el conjunto de los países que comparten moneda la tasa anual de IPC se situó el mes pasado en el 10,6%, máximo desde la creación del euro, mientras que la subyacente se sitúa en el 5%. 

El hecho de que la tasa general de inflación acumule cuatro meses consecutivos de moderación hace pensar que la subyacente, que suele seguir la misma tendencia aunque con unos meses de decalaje- lo hará también en el corto plazo. ¿Por qué el temor a que esta no dé muestras de flaqueza? Viene del hecho de que su impacto en las condiciones de vida de las familias y empresas es más permanente. Su evolución está ligada tanto a las condiciones reales y actuales de la economía doméstica como a las expectativas y "aunque estas se encuentran relativamente ancladas en el medio plazo, existen importantes rigideces en el corto plazo", apunta Camilo Ulloa, economista Principal de la unidad España y Portugal de BBVA Research en un artículo publicado por la entidad. 

Una vez arriba, los precios de la subyacente difícilmente caerán

El experto considera que parte de los precios que han subido de forma extraordinaria en los últimos meses se desacelerarán hasta acercarse a tasas de inflación algo más razonables, pero difícilmente caerán, sobre todo los subyacentes. Es un asunto sobre el que advierten los sindicatos. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, apunta que el abaratamiento que se aprecia desde hace meses en los productos energéticos aún no se ha trasladado al precio del resto de productos de la cesta de la compra. En octubre, sin ir más lejos, la tasa correspondiente a los alimentos elaborados aumentó hasta el 13,4% (con subidas especialmente fuertes en el caso del queso, el azúcar, el yogur y el aceite de oliva, entre otros productos). Mientras que la de los bienes industriales no energéticos se moderó el 4,8%, por lo que permaneció aún en niveles elevados. 

Durante la presentación en el Senado de su informe sobre las líneas generales de los presupuestos de las distintas administraciones, la presidenta de la Autoridad Fiscal, Cristina Herrero apuntaba que, si bien los datos más recientes de empleo están siendo relativamente robustos, se ralentiza el crecimiento de los servicios y las manufacturas, la confianza no remonta y la inflación subyacente y los precios de los alimentos siguen al alza. Desde la Fundación de las Cajas de Ahorros, Funcas, sitúan las tasas medias del índice subyacente en 5,1% este año y en el 4% el próximo en su escenario central. Si el precio del gas supera el descontado en los futuros en un 20%, las tasas de incremento interanual del IPC general y de la subyacente el próximo ejercicio se situarían en el 5,4% y el 4,4% respectivamente. Mientras que si el coste del hidrocarburo fuese un 15% inferior, dichas tasas serían del 4% y del 3,7%.

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