El 'sablazo' de la inflación recorta un 2% la riqueza financiera de las familias

El golpe de la inflación se ha dejado sentir en el último año en los bolsillos de las familias españolas, haciéndolas más pobres. En solo tres meses, entre julio y septiembre pasados, la riqueza financiera de los hogares, esto es, la diferencia entre los ahorros que atesoran y las deudas que tienen, se redujo un 2,12% en plena escalada de los precios (que tocaron su máximo histórico en julio en el 10,8% por la incertidumbre global) hasta 1,86 billones de euros al cierre del trimestre. Esto supone, al mismo tiempo, un descenso de más del 1% en relación al mismo mes de hace un año, cuando la presión del IPC sobre los presupuestos familiares todavía no era tan fuerte.

Según las Cuentas Financieras de la economía española publicadas este miércoles por el Banco de España (BdE), el dinero en efectivo, las acciones, depósitos y valores en renta con que contaban las familias cayeron un 2% hasta los 2,62 billones de euros a finales del noveno mes del año en relación a agosto, mientras que su retroceso fue del 0,5% en comparación con el ejercicio anterior. En términos relativos -Si se comparan con el PIB- los activos financieros netos alcanzaron el 201,2%, un nivel que es muy inferior al de 2021 (está casi 23 puntos por debajo) debido al menor avance registrado por la economía.

De acuerdo con las cifras que ha dado a conocer la entidad, el grueso de los activos financieros de los hogares se mantuvo en efectivo y depósitos (el 41% del total), seguido de participaciones en el capital (29%), participaciones en fondos de inversión (14%) y seguros y fondos de pensiones (13%). Los primeros -efectivo y depósitos- fueron los que más elevaron su peso en el conjunto de los activos financieros de los hogares (en 2,2 puntos) en comparación con el año previo, mientras que el peso de los seguros y fondos de pensiones fue el que más cayó (lo hizo en 1,8 puntos), condicionado por su revalorización negativa.

Las empresas reducen su deuda... las familias la aumentan

Tanto los hogares como las empresas mantuvieron en conjunto su volumen de deuda en el tercer trimestre en relación al ejercicio anterior hasta situarlo en 1,67 billones de euros. Si bien, este nivel está un 3,9% por encima del registrado a finales de 2019, antes de que estallase la pandemia de Covid, en relación al PIB, la ratio indica una moderación significativa en el endeudamiento del conjunto del sector privado hasta el 128,6%, frente al 142,5% de septiembre de 2021. 

Las empresas y las familias contribuyeron de distinta forma a esta evolución. La deuda consolidada de las empresas no financieras se redujo desde los 971.600 millones de euros que alcanzaba un año antes hasta los 966.700 millones de euros en septiembre pasado (pasó de representar el 82,7 al 74,3% del PIB). Mientras, la deuda de los hogares y de las instituciones La deuda de los hogares y de las Instituciones sin fines de lucro al servicio de los mismos aumentó de 703.000 a 707.500 millones en términos interanuales, colocándose en un nivel muy parecido al que registraba antes de la crisis sanitaria. Con respecto al PIB disminuyó hasta el 54,4 desde el 59,8% del mismo trimestre de 2021.

La pérdida de riqueza de los hogares y el ligero repunte de su deuda no solo coincidió con el periodo de mayor repunte de los precios en España, sino también con un frenazo de la actividad que llevó al PIB a avanzar apenas un 0,1% entre julio y septiembre pasados en términos trimestrales. Una desaceleración notable, teniendo en cuenta que la economía venía de crecer un 1,7% en el segundo trimestre. 

El parón del consumo de los hogares y de la inversión fueron los responsables de esta evolución. Está por ver cómo evoluciona la actividad en el cuarto trimestre. En principio los organismos internacionales descartan que España vaya a entrar en recesión técnica y el Gobierno contempla un avance anual que superaría ampliamente el 4,6% que había contemplado en los Presupuestos Generales del Estado de 2023.