Incertidumbre en el sector

La industria del fitness no alcanza sus objetivos y retrasa la llegada al beneficio

Seis de cada diez centros deportivos han tenido que posponer su regreso a los números verdes para los ejercicios de 2024 o 2025, ya que, según el BDO, los ingresos aún son muy bajos y fuerzan una subida de las tarifas.

La industria del fitness no alcanza sus objetivos y retrasa la llegada al beneficio.
La industria del fitness no alcanza sus objetivos y retrasa la llegada al beneficio.
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Los centros deportivos que operan en España están a la espera de un renacimiento económico que les lleve a la rentabilidad, ya que según los informes del Observatorio Sectorial DBK, este 2023 se espera que todo el sector siga creciendo para obtener una facturación que permita hacer frente a la coyuntura económica que estancó este mercado durante los años de pandemia. Sin embargo, las perspectivas actuales para 2023 no cumplen con las ambiciones que tienen los propietarios de los gimnasios, la inflación está provocando que el crecimiento de estos negocios sea mucho más moderado y lento de lo previsto y los estudios apuntan a que en este ejercicio, el 68,4% de estas empresas aún no conseguirán alcanzar los beneficios que tenían en 2019.

Según las encuestas de BDO, seis de cada diez centros deportivos han retrasado su recuperación para los ejercicios de 2024 o 2025. Un ejemplo de estas coberturas se puede observar dentro de una de las cadenas más grandes de toda Europa, Basic-Fit. Esta firma internacional ha obtenido unas pérdidas de 3,7 millones de euros durante su último año fiscal. Aunque estas cifras son un gran resultado en comparación con los registros de 2021, en los que los números rojos llegaron a alcanzar los 150 millones, los ingresos tuvieron que duplicarse hasta los 794,8 millones y aun así, la cadena no ha vuelto al verde, según se reconoce en su último informe financiero.

De esta forma, incluso las grandes firmas están teniendo que afrontar un recorte de cara a las previsiones que tenían hace menos de un año, por lo que  BDO recuerda que los aproximadamente 3.900 centros deportivos que operan en España han facturado sólo 825 millones de euros en total, lo que implica que los ingresos aún sean un 23% más bajos que en el año previo a la crisis sanitaria. Además, el número de instalaciones deportivas se ha reducido un 3,1%, hecho que principalmente ha afectado a las diez grandes cadenas que actualmente representan un 43,8% de la cuota conjunta del mercado fitness.

Cambios en el sector

El sector no es ajeno a los movimientos de capital en plena recuperación. El fondo de capital riesgo MCH ha lanzado recientemente la venta de su 83% en una de las cadenas con más presencia en el mundo fitness, Altafit, que cuenta con 80 centros en toda España valorados entre 200 y 300 millones de euros. MCH está dejando a la firma madrileña después de que sus últimos resultados aún mantuvieran unas pérdidas de 8 millones pese a registrar unos ingresos de 30,8 millones y reducir sus pérdidas en un 27,4%. Además, el accionista está vendiendo sus activos por un valor que quintuplica lo que le costó en su día hacerse con la compañía low cost por un precio de 50 millones, en el año 2018.

Dreamfit, otra de las mayores marcas que opera en España, ha sido una de las cadenas que ha logrado evitar los números rojos durante la pandemia, sin embargo, esto ha sido posible debido a que las cuotas de cada centro se han multiplicado por tres desde el año 2020 y han sido los 97.000 socios los que se han hecho cargo de sufragar los costes de la inflación. El presidente Rafael Cecilio ha reconocido que “es cierto que hemos multiplicado los costes de los gimnasios, pero aunque nuestros gastos ahora sean más suaves, también se han alzado de forma importante”.

De esta forma, la suscripción a Dreamfit ahora cuesta 36,90 euros, hasta 10 euros más que antes de la pandemia. No obstante, la firma tiene planeado seguir creciendo y su idea es abrir siete gimnasios más a corto plazo dentro de España. Para ello, planea incrementar el número de trabajadores, debido a que los 29,1 millones de euros que ha obtenido en su último resultado financiero les permite invertir en el desarrollo de sus centros, los cuales podrían contar con más de 105.000 socios a finales de este ejercicio si se cumplen las previsiones actuales.  

El liderazgo de Basic-Fit

En el caso de Basic-Fit, sus dos managers, Conrad Young y Sébastien Taylor, aseguran en una entrevista con La Información que, aunque la cadena aún no ha vuelto al beneficio debido a las limitaciones que tuvo a comienzos de 2022, en España no habrá reestructuración de precios, como en otros países. “Desde la directiva no tenemos planes actuales para cambiar los precios de España. Vemos mucho potencial para seguir creciendo en el mercado español, donde recientemente nos hemos convertido en líderes celebrando la apertura de nuestro centésimo centro”, aseguran.

Los directivos creen que Basic-Fit tiene una gran perspectiva de crecimiento y sus planes pasan por continuar abriendo clubs a lo largo de todo el país. “ En cuanto a nuestro futuro, seguiremos abriendo nuevos centros en España para apoyar nuestra misión de hacer que el fitness sea accesible para todos y aumentar la tasa de penetración del sector”. Tanto Young como Taylor confían en que para 2030 Basic-Fit tendrá entre 450 y 650 establecimientos nuevos gracias a que la tasa de penetración del fitness en España ronda el 12%.

Los ejecutivos consideran que Basic-Fit está recuperando las tendencias positivas gracias a que su facturación en España ha subido un 65% durante el ejercicio anterior, por lo que la cadena ha decidido confiar plenamente en que el interés de los españoles por el gimnasio es cada vez más fuerte desde la pandemia, ya que la gente ahora busca “cuidar su salud”.

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