Caída del 0,4% del empleo

El alza fiscal a banca y energéticas pone en jaque 72.000 empleos, según el IEE

El servicio de estudios de CEOE calcula que ambos gravámenes podrían tener un impacto contractivo sobre la actividad económica total de casi 5.000 millones, el equivalente a cuatro décimas del PIB de 2021.

Desempleo paro
Desempleo paro
Europa Press

El Instituto de Estudios Económicos calcula que los impuestos temporales a las empresas energéticas y a la banca, por los beneficios extraordinarios que están obteniendo durante la crisis originada por la escalada de los precios y la guerra en Ucrania, pueden provocar una pérdida de cerca de 72.000 ocupados lo que, según el servicio de estudios de la CEOE, equivaldría a una contracción del empleo del 0,4%. En su informe de opinión sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2023, el grupo de expertos señala que los efectos de arrastre a medio plazo que estos dos gravámenes tendrán sobre la economía serán más relevantes que el impacto directo sobre los dos sectores afectados. 

Siempre de acuerdo con sus cálculos, el tributo a las energéticas (del 1,2% sobre el importe neto de su cifra de negocios) y el establecido para las entidades (del 4,8% del margen de intereses y comisiones netas de las entidades financieras con ingresos superiores a los 800 millones de euros) "podrían tener un impacto contractivo sobre la actividad económica total de casi 5.000 millones de euros". Esta cuantía equivale a cuatro décimas del PIB de 2021. De ella, alrededor de 1.200 millones corresponderían al efecto más directo e inmediato, y el resto (3.800 millones de euros) se debería a ese efecto arrastre sobre el conjunto de la economía y a medio plazo. 

Con el impuesto a las energéticas el Gobierno prevé recaudar 2.000 millones de euros al año durante los dos que estará vigente. En el caso del tributo a la banca, el objetivo es ingresar 1.500 millones cada uno de esos dos ejercicios, por lo que recaudarán en total 7.000 millones de euros. Desde el IEE sostienen que tanto este tipo de figuras como las que se pudieran desarrollar en un futuro y que afecten a los "beneficios extraordinarios" resultan injustificadas e introducen importantes distorsiones y perjuicios sobre la actividad económica.

El 'think tank' de la patronal hace hincapié en que los sectores sobre los que recaen los gravámenes (financiero y energético) son fundamentales para la economía, por lo que incrementar las trabas que tienen que afrontar -que en su opinión son muy elevadas en términos regulatorios- erosiona la actividad económica y el empleo. Explica, igualmente, que los dos sectores soportan ya en España un nivel de imposición superior al promedio de la economía, dado que en el Impuesto sobre Sociedades deben tributar al 30%, en lugar del tipo general del 25%, además de soportar impuestos sectoriales específicos.

Desde el Instituto advierten de que es previsible que se produzcan recursos a los tribunales de justicia contra ambos gravámenes y, con los antecedentes de otras reformas anteriores, el control judicial podría dar lugar a la anulación total o parcial de los impuestos, ya sea "por motivos de retroactividad, de vulneración de la capacidad económica o, incluso, formales", con el consiguiente coste añadido para los contribuyentes y con los efectos nocivos que pudiera tener este escenario sobre la inversión.

Bruselas y el BCE se pronuncian

A finales del mes pasado, los ministros de Energía de los Veintisiete aprobaron un nuevo paquete de medidas de emergencia para rebajar el precio de la luz que incluía, entre otras cosas, la posibilidad de gravar los beneficios de las energéticas, lo que en la práctica supuso un espaldarazo a la medida aprobada por el Gobierno español. Entre las decisiones extraordinarias se incorporó también un recorte obligatorio del 5% en el consumo de electricidad en horas punta.

Mientras, el presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), el italiano Andrea Enria, advertía recientemente de que los impuestos especiales a los bancos que están planteando algunos países de la zona euro deben tener en cuenta las provisiones para que tengan los incentivos adecuados. "Mi impresión es que, a veces, estos impuestos están dirigidos a los ingresos en general de intereses o comisiones y tasas sin tener en cuenta las provisiones. Por lo que en términos de incentivos, quizá no sean exactamente adecuados", apuntaba en unas jornadas celebradas a mediados de mes.

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