El IEE calcula que los impuestos a banca y energéticas restarán 72.000 empleos

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) considera que los nuevos impuestos anunciados por el Gobierno, que gravarán los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas y del sector financiero, son "ineficaces" e "ineficientes". De hecho, consideran que perjudicarán al crecimiento económico, a la inversión y que provocarán la pérdida de 72.000 puestos de trabajo, al generarse una contracción del empleo del 0,4%. En el informe de Coyuntura Económica presentado este jueves, la institución subraya que los nuevos tributos "no solo afectan a los sectores concretos sobre los que se focaliza la medida, sino que se extienden a otros sectores productivos".

En cuanto al perjuicio sobre el producto interior bruto (PIB), el IEE estima que se contraerá cuatro décimas, 5.000 millones de euros. Estos se dividen en 1.200 millones (efecto directo e inmediato) y casi 3.800 millones de euros que "tienen que ver con el efecto arrastre y la transmisión al resto de la economía". Además, alertan de que más allá de una posible repercusión "a través de incrementos de precios" -algo que busca prohibir el Ejecutivo- también se pueden traducir en menores dividendos. El presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, ha criticado que se trata de "un impuesto al ahorro", porque muchos de los accionistas son "pequeños ahorradores" y las empresas afectadas ya han perdido "6.000 millones de valoración sin haberse producido el impuesto".

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En el informe, se subraya que la definición de beneficio extraordinario es subjetiva y añade que "contradice la idea de eficiencia económica debido a que la empresa desconoce qué beneficio va a ser considerado excesivo por el Gobierno de turno". Sobre el impuesto a las empresas energéticas, el organismo da por hecho que se "frenará el ritmo de inversión en energía renovable" al reducirse el beneficio que obtienen. Por su parte, las entidades financieras, tomando como base otros casos de impuestos internacionales, podrían repercutir el impuesto impulsando al alza las tasas de los préstamos "aproximadamente entre 15 y 17 puntos básicos", reduciendo el volumen de crédito en hasta un 1,9% para los hogares y también el de depósitos.

En cuanto a la inversión, el informe cree que podría reducirse un 0,1% porque "este tipo de medidas suponen un incremento del riesgo regulatorio percibido por el inversor". Además, consideran que "ambos impuestos suponen una destrucción de riqueza muy superior a la presumible recaudación que generarán", si se toman en cuenta los datos anunciados por el presidente del Gobierno, de 7.000 millones de euros entre 2023 y 2024. Por último, descartan que estas tasas puedan servir para reducir la inflación.

Crecimiento al 3,9%

El think tank advierte de que la recuperación de la economía española está perdiendo intensidad. Por ello, estiman que el PIB avanzará un 3,9% este año y un 2,5% en 2023. La incertidumbre sigue rodeando todas las expectativas y, por ello, no descartan que en algún trimestre se produzca un crecimiento negativo, pero que se recuperaría inmediatamente después. La inflación sigue siendo el mayor riesgo para la evolución económica y el IEE calcula que el IPC se situará de media en el 8% este año. No obstante, confían en que esta tasa se reduzca hasta debajo del 3% durante el próximo año. En cualquier caso, señalan que existen riesgos, como los temidos efectos de segunda ronda y trasladan a los agentes sociales la responsabilidad de que esto no se produzca. La tasa de inflación subyacente prevista por el IEE para este año alcanza el 5%.

La institución considera que los incrementos que se han producido en la recaudación tributaria deberían destinarse a reducir el déficit público, que se prevé del 5,5% para este año, por encima del pronóstico de Moncloa, en el 5%. Para 2023, el IEE espera que el desequilibrio en las cuentas públicas sea del 4,9%. En esta línea, subrayan que "no tiene sentido introducir aún más presiones de costes a las empresas", haciendo referencia a nuevos impuestos, si la "recaudación se está incrementando de manera notable, gracias, en parte, a este episodio inflacionario".

En el informe, se realiza un análisis sobre los beneficios empresariales y se concluye que "son claramente la variable más rezagada en la recuperación, de manera que aún no han recuperado los niveles previos a la crisis pandémica". En cambio, subrayan, los costes laborales "no han dejado de crecer desde el inicio de la pandemia, y se encontraban, a cierre de 2021, un 5,8% por encima de los niveles de finales de 2019. Ello ha provocado que, con respecto a la situación previa a la pandemia, las rentas salariales hayan ido ganado peso en el PIB mientras que los beneficios empresariales lo han perdido, ampliándose la brecha existente entre ambas, desde los 2,8 puntos (2019) hasta los 5,5 puntos (2021)".