Shock de precios

La gran industria mira de reojo el plan Ribera con el coste energético al límite

Sus costes energéticos, que suponen la mitad de los costes totales de producción, se han desbordado en plena crisis del gas en Europa y las empresas ven con preocupación la llegada del otoño

Industria electrointensiva y rally energético
La gran industria mira de reojo el plan Ribera con el coste energético al límite
Ferros Planes

Las industrias intensivas en consumo de electricidad (metalurgia, química, siderúrgica y gases industriales) encaran con máxima preocupación el final del verano. Sus costes energéticos, que suponen la mitad de los costes totales de producción, se han desbordado en plena crisis del gas en Europa, si bien las empresas ya llevaban un año completo sufriendo en su día a día las tensiones en la factura de la luz. Desde el sector esperan algún gesto en el decreto de ahorro energético presentado por la ministra Teresa Ribera, que se tramitará como proyecto de ley para la inclusión de algunas modificaciones reclamadas por los socios de Gobierno.

El Ejecutivo tiene previsto reunirse el próximo lunes con la industria para analizar medidas de acompañamiento específicas de cara al próximo Plan de Contingencia de consumo energético, tal y como anunciaba este miércoles la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. De momento, el panorama que describe a 'La Información' el director general de la Asociación Española de Empresas de Gran Consumo de Energía, Fernando Soto, es crítico. Les preocupa que en otros países de nuestro entorno ya se están anunciando paradas y deslocalizaciones por los costes energéticos. Y les preocupa aún más que "si la inflación sigue azuzando, también caerá la demanda", reconoce. 

La asociación de empresas con gran consumo representa a veinticinco compañías que en un año y en conjunto alcanzan el 9% de toda la demanda eléctrica de la Península. Agrupa, de hecho, a pesos pesados como ArcelorMittal, Acerinox, Sidenor, Sener, Ferroatlántica o Tubos Reunidos, entre otros. En la actualidad, la industria electrointensiva da empleo a un total de 180.000 personas de forma directa e indirecta y registra una facturación anual de unos 20.000 millones de euros. De esa cantidad más del 60% va a parar a la exportación.

"Un problema que en el pasado parecían tener solo los países del Sur golpea ahora a los del Norte y Centro de Europa (...) El año pasado, cuando España pidió en Bruselas que se tomasen medidas para desacoplar el gas de la formación de precios de la electricidad muy pocos lo apoyaron", recuerda Soto. El responsable de AEGE incide en que el mecanismo de formación de precios actual no tiene reconocida ninguna regla para que en situaciones excepcionales -como la que atraviesa ahora Europa- puedan tomarse medidas que también lo sean. Sin embargo, cree que las propias eléctricas también deberían implicarse. "Igual que Europa nos pide ser solidarios, yo le pido a las energéticas que ellas lo sean con los consumidores de su país... que pongan sobre la mesa contratos de energía a precios competitivos", añade.

La energética no es la única crisis que ha golpeando a la industria desde el estallido de la pandemia de covid. Las roturas de las cadenas de suministros tampoco les ha dado demasiada tregua. "Si hay falta de chips y la industria automotriz deja de producir o reduce mucho la demanda de componentes, el sector químico y el del acero pueden verse en problemas", apunta Fernando Soto. Lo mismo sucede con la construcción y la producción de cemento. Y si, como ocurre en el sector químico, la competencia directa está en Asia y no en Europa, la subida de la electricidad y el gas dejan literalmente fuera de juego a las empresas, que han empezado a anunciar ya varios ERTE.

El textil pelea por evitar las deslocalizaciones... y la quiebra

Otra de las industrias que está en el ojo del huracán es la textil. Se trata de un sector que aporta alrededor del 3% al PIB, general el 4% del empleo y es responsable, además, del 9% de las exportaciones. El Consejo Intertextil Español (CIE) lamenta que, si bien es cierto que se ha puesto en marcha una línea de ayudas directas a la industria intensiva en consumo de gas y que en su caso afecta a las empresas que se dedican a tintura y acabados, éstas resultan "del todo insuficientes". Los precios del gas se han multiplicado por cinco en un año y la electricidad cuesta el doble que en 2021. 

De acuerdo con los datos que maneja la patronal, la incidencia media de los costes energéticos supone ya el 50% para el subsector de tintes y acabados, que es esencial puesto que de él depende el resto de la cadena de valor. En la industria de hilatura, los costes de la electricidad han pasado del 10% al 30%, mientras que la tejeduría soporta un 55% de costes energéticos relacionados con la electricidad. Marta Castells, secretaria general de la Confederación de la Industria Textil (Texfor), explica a este diario que hacer frente a este aumento de los costes energéticos y de producción es muy difícil, dado que es imposible de trasladarse a los precios en su totalidad. "No descarto que haya ERE o algún cierre. Vamos a ver cómo se presenta el otoño", apunta. 

Castells advierte sobre el escenario de pérdida de competitividad al que el textil se está viendo lastrado por la crisis energética. Explica que en las reuniones con la Administración les han asegurado que los próximos días habrá algún tipo de avance a nivel europeo y que la próxima semana, en concreto, "será clave y determinante". En un comunicado reciente, la patronal europea (Euratex) ponía negro sobre blanco las medidas necesarias para salvaguardar el futuro de la industria y evitar la quiebra y la deslocalización de la producción textil fuera del continente. En concreto, reclaman una revisión del mecanismo de precios de la electricidad y un tope de 80 euros por megavatio/hora en toda la UE. Por el momento, el apoyo de los países al sector textil es muy heterogéneo en Europa, lo que también coloca a algunos países en desventaja frente a otros.

En última instancia, Rusia ha decidido suspender desde este jueves (1 de septiembre) el suministro de gas al operador francés Engie y la estatal Gazprom ha vuelto a cortar el bombeo a través del Nord Stream 1 por labores de mantenimiento. La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, advertía de que a corto plazo habrá 'shocks' energéticos mientras no se cuente con renovables suficientes para suplir la actual falta de energía "barata" en Europa. Desde su punto de vista, la gran cuestión será cómo 'balancear' el corto y largo plazo, así como el impacto que la transición 'verde' tendrá sobre la inflación.

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