Según Scope Ratings 

Un gobierno de coalición complicaría la rebaja del déficit por el menor crecimiento

La agencia de calificación incide en que España encara un aumento del gasto social y sanitario en un momento en que la actividad tirará con menos fuerza y esto, cuando Europa está a punto de recuperar las reglas fiscales

Un gobierno de coalición complicaría la rebaja del déficit por el menor crecimiento
Un gobierno de coalición complicaría la rebaja del déficit por el menor crecimiento
Agencia EFE

Los inversores y los mercados financieros en general llevan mal la incertidumbre política. De ahí que haya gestoras o analistas que, ante un escenario muy fragmentado y de una intensa polarización, recelen de un resultado electoral que pueda generar bloqueo (como el vivido en 2016 en España) o de la ausencia de una mayoría clara que pueda retrasar la aplicación de reformas clave y afectar al proceso de consolidación en marcha a las puertas de que la Unión Europea recupere las reglas fiscales.  

En este sentido, el último análisis publicado por la agencia de calificación europea Scope Ratings advierte de que las elecciones del próximo domingo podrían complicar los esfuerzos del Gobierno para hacer frente a retos estructurales como el elevado desempleo (con una tasa del 13,26% en el primer trimestre según la Encuesta de Población Activa) y los importantes déficits fiscales. 

En concreto, la firma parte de la hipótesis -apoyada en lo que muestran los sondeos- de que ningún partido obtendría una mayoría absoluta. Los analistas de la agencia apuntan a que la creciente influencia de los partidos más pequeños ha transformado la política del país a nivel nacional y regional, haciendo que la formación de coaliciones sea "más importante y más difícil", como demostró el episodio vivido en 2016. "Incluso si un partido forma un gobierno en minoría con el apoyo de partidos más pequeños para aprobar leyes y llevar a cabo su programa político, podría tener que hacer concesiones importantes y enfrentarse a desafíos legislativos", sostienen Jakob Suwalski y Brian Marly, autores del informe.

El problema, a su juicio, es que una negociaciones tan delicadas para conseguir el apoyo a las políticas propuestas pueden diluirlas y ralentizar su aplicación, mientras que el nivel de déficit (despidió en el 4,8% del PIB el pasado ejercicio) y el de deuda (cuya ratio se ha reducido hasta el 112,4%) limitarán el margen de maniobra de un nuevo Ejecutivo para aplicar más estímulos fiscales en un contexto en el que la presión del gasto social y sanitario aumenta -lo que atribuyen al envejecimiento de la población y el hecho de que las pensiones vuelvan a estar ligadas al IPC-, y en el que la economía camina hacia una desaceleración del crecimiento.

La inflación se tensará algo en el segundo semestre

Desde Scope consideran que los planes de gasto deben calibrarse "cuidadosamente" e inciden en que la utilización de la parte que corresponde a España de los fondos Next Generation (NGEU) requiere un consenso sobre reformas e inversiones sostenibles en materia medioambiental y social. Esto, en un entorno marcado por el endurecimiento de las condiciones financieras a causa del alza de tipos y por la elevada inflación subyacente (5,9% en junio), que están siendo un lastre para el crecimiento a medio plazo, al igual que los persistentes desafíos a largo plazo, como el "escaso aumento de la productividad laboral en España", explican.

Los expertos prevén que la tasa anual de inflación, que despidió junio en el 1,9%, vuelva a subir en el segundo semestre del año al desaparecer los efectos de base, así como por el aumento de los precios del petróleo y con la suspensión de ciertas medidas gubernamentales. Así, calculan una tasa media de inflación del 3,4% para este ejercicio y del 2,8% para el próximo y revisan al alza la previsión de crecimiento hasta el 1,8% en 2023.

Rebaja del déficit más lenta, pero buena previsión para la deuda

"Prevemos que será difícil lograr una mayor consolidación fiscal", apuntan, y estiman que el déficit se reduzca al 4,4% del PIB este año y al 3,2% en 2024, a un ritmo más lento que el estimado por el Gobierno (3,8% y 3,0%, respectivamente) y la Comisión Europea (4,1% y 3,3%). Advierten, por ello, que España tendrá que gestionar cuidadosamente la política fiscal para mantenerse dentro de las normas fiscales cuando se reactiven en enero.

En la calificadora son más optimistas en lo que al endeudamiento se refiere, puesto que calculan que la ratio sobre PIB siga disminuyendo gradualmente, hasta situarse en el 110% del PIB a finales de este año y en el 108% a finales de 2024 (el pasado ejercicio cerró al 113,2%). "Esta ratio sigue siendo significativamente más elevada que antes de la pandemia, pero la sostenibilidad de la deuda pública se ve respaldada por la fuerte demanda de deuda española por parte de los inversores, una estructura favorable con un vencimiento medio de ocho años y un colchón de depósitos sustancial que asciende a alrededor del 12% del PIB", zanjan.

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