El humor es un arma afilada, que a veces dibuja una sonrisa en situaciones complejas. La asociación Pesca España, fundada por las organizaciones de productores de las puertos pesqueros tan relevantes como Burela y Celeiro junto a la flota atunera (Opagac) que pasa por ser una de las más internacionalizadas, ha lanzado una nueva campaña de difusión para defender la labor de la flota pesquera y la sostenibilidad de sus prácticas. En ella, aseguran en tono jocoso, que "la industria pesquera española se marcha de España... al metaverso". Una "decisión" que justifican por las "restrictivas normativas europeas" y la extensión de "falsos mitos" que les impacta directamente. Creen que, en el mundo digital, se respetará más a los productores.
A través de un vídeo, en clave de humor, Pesca España avisa al consumidor de que el futuro próximo puede pasar por "consumir" deliciosos manjares pesqueros como el atún rojo del sur, la merluza y la gamba, a través de unas gafas de realidad virtual. Una "situación" que, aseguran, puede hacerse realidad. En este sentido, lamentan la "creciente influencia de los grupos conservacionistas que no tiene en cuenta los argumentos científicos, que avalan el trabajo sostenible y responsable de la flota pesquera" sobrelas regulaciones europeas.
Desde Pesca España recuerdan las prácticas de economía circular que se están impulsando desde la flota pesquera, así como los programas de reciclaje de herramientas como las redes y de recogida de plásticos en el mar. Además de la mejora en la selectividad de las capturas y critican el "señalamiento injusto" hacia esta actividad. "¿Los que viven del mar destruyen el mar?", se preguntan retóricamente en esta campaña y concluyen que es hora de prepararse para "un mundo nuevo" .
De esta forma, esta asociación también quiere señalar la lejanía de las autoridades europeas respecto a la actividad pesquera y mencionan dos datos: España es la responsable del 20% de la producción de pescado de la Unión Europea y la flota no ha dejado de mermar en los últimos años, pasando de de 8.830 buques registrados en 2020 a 8.657 embarcaciones contabilizadas a cierre del año pasado.
Una compleja relación con Bruselas
La flota pesquera arrastra una relación complicada con el comisario de Pesca, Virginijus Sinkevičius, en los últimos meses con polémicas como la prohibición de la pesca de arrastre (884 embarcaciones solo en España) en 87 zonas pesqueras europeas de España, Francia, Portugal e Irlanda y el denominado 'Plan de Acción' que tiene por objetivo la conservación de los econsistemas marinos aumentando las Áreas Marinas Protegidas (AMP) del 12 al 30% de las aguas comunitarias y la eliminación de la actividad pesquera en estas zonas para 2030. Un plan rechazado por los países y que se está retocando en estos momentos. Todo lo anterior, junto a la aplicación de recortes progresivos en los días de pesca en el Mediterráneo sin dar la posibilidad de flexibilizar estos ajustes, no hacen sino crecer la desconfianza entre Bruselas y la principal potencia pesquera comunitaria.
En concreto, el secretario general de Cepesca y presidente de la patronal europea Eurôpeche Javier Garat, llegó a apuntar en este medio el pasado mes de abril que en la Comisión Europea "son auténticas máquinas de crear euroescépticos".
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