El impuesto de Sucesiones y Donaciones es uno de los que más debate ha generado entre las comunidades autónomas, ya que tienen total competencia sobre el mismo. Castilla y León, por ejemplo, eliminó hace un año esta cuota, por lo que todos los ciudadanos que reciban una herencia en la región, están libres de pagar la cuantía correspondiente. Mientras que en Asturias es una de las comunidades donde más se tributa, con una cuota líquida de 103.000 euros.
Este impuesto grava la transmisión de bienes y derechos por causa de fallecimiento de una persona. Por tanto, cuando un familiar fallece, todo el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que forman su herencia pasará a sus sucesores. Con motivo de esta adquisición del legado es por la que se debe tributar en este impuesto.
Por su parte, la Comunidad de Madrid ha impulsado la eliminación del Impuesto sobre Sucesiones para los supuestos en los que quien herede tuviese la siguiente relación de parentesco con el fallecido en el primer y segundo grado, es decir, descendientes (hijos, nietos…) y adoptados de veintiuno o más años cónyuge, ascendientes (padres, abuelos…) y adoptantes. Estos herederos tendrán derecho a aplicarse una bonificación del 99% de la cuota tributaria. Ahora, el consejero de Economía, Hacienda y Empleo de la región autonómica, Javier Fernández-Lasquetty, ha anunciado una modificación en la ley que permitirá a otros familiares reducir el pago de este impuesto.
Solo para hermanos, tíos y sobrinos
El pleno de la Asamblea de Madrid aprobó el pasado jueves, 13 de octubre, una ley que amplía hasta el 25% la bonificación del impuesto de Sucesiones y Donaciones entre hermanos, tíos y sobrinos, con el apoyo de PP y VOX. Esto convierte a la comunidad en la región española con el porcentaje más alto de rebaja. Esta norma entrará en vigor a lo largo de octubre, una vez se publique en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM).
Hasta el momento la rebaja para los hermanos era del 15%, y del 10% en el caso de los tíos y sobrinos. A partir de que entre en vigor esta medida, todos ellos podrán beneficiarse de un 25%. Esto quiere decir que una persona que herede, por ejemplo, 200.000 euros de un hermano o tío fallecido, podrá llegar a ahorrarse hasta 12.000 euros sobre la cuota tributaria.
Se espera que genere un ahorro fiscal de 48,3 millones de euros anuales que beneficiará a cerca de 11.500 contribuyentes. "Se trata de la quinta ocasión en la que se reduce este tributo desde el año 2004, abriendo un periodo de bajadas de impuestos que ha seguido hasta la actualidad", señala Fernández-Lasquetty.
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