Esto es lo que se queda Hacienda con la subida de las pensiones en 2023

Desde el 1 de enero de 2023, nueve millones de jubilados disfrutan en España de un aumento del 8,5% en las pensiones contributivas, es decir, las que paga la Seguridad Social conforme al IPC. Esta medida, que se contempla en los Presupuestos Generales del Estado 2023, fue diseñada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que lidera José Luis Escrivá, para contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo de este sector de la población por la elevada inflación. Pero, como no podía ser diferente, esta subida en la prestación se traduce en el incremento del porcentaje de la revalorización que se queda Hacienda y, por ende, de la tributación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). 

Con este aumento, la pensión contributiva media subirá en torno a 1.500 euros anuales, las mínimas para hogares unipersonales se situarán en los 10.963,40 euros anuales y las máximas alcanzarán los 42.823,34 euros anuales -3.059,23 euros mensuales-.

Al ganar más, los jubilados también tendrán que tributar más en la próxima Declaración de la Renta: unos 1.400 euros más de media. Sobre las pensiones se aplican unas retenciones de IRPF, que varían en función de la cantidad que se cobra y de las circunstancias personales, como que tenga una invalidez, esté casado o separado.

Qué pensionistas tendrán que tributar por IRPF

Pese a que la revalorización del 8,5% es una buena noticia para los jubilados esto implica, a su vez, un incremento en la tributación del IRPF. Esto se debe a que la Agencia Tributaria considera las pensiones de jubilación contributivas como un rendimiento del trabajo.

La cantidad que los jubilados tendrán que tributar en la Declaración de la Renta de 2024, correspondiente al ejercicio económico de 2023, será diferente a la del año anterior. De esta forma, los tipos mínimos van desde el 9,5% para cuantías inferiores a los 12.450 euros anuales, hasta el 18,50% para aquellas que alcancen los 42.823,34 euros anuales. 

Es decir, la cuantía máxima, de más de 3.000 euros mensuales, tributará unos 1.360 euros más aproximadamente. Por su parte, la pensión media, de unos 21.300 euros, pasará a declarar por IRPF 600 euros más. Y, en el caso de las pensiones sin cónyuges a cargo, la diferencia será de 170 euros, aproximadamente. Hacienda ofrece un simulador en el que se puede calcular el porcentaje de IRPF que hay que pagar, lo que también se muestra en el gráfico que aparece a continuación.

Qué pensionistas quedan excluidos de tributar por IRPF

Después de la ampliación del Gobierno de España, el límite desciende hasta los 15.000 euros si hay más de un pagador, pero la suma de las cantidades percibidas por el segundo no es mayor de 1.500 euros. Este aumento de los 14.000 a los 15.000 euros como límite que queda excluido de la tributación ya se aplicará en la renta que se ha de presentar a partir del 11 de abril.

Así, están exentos de realizar la Declaración de la Renta los pensionistas cuyo único ingreso es la pensión y su cuantía es menor de 22.000 euros anuales. Además, las pensiones por incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, las de orfandad, las derivadas de actos de terrorismo y en favor de familiares, tampoco tendrán que tributar.

Pero han de tener especial cuidado quienes, hasta ahora, no tenían la obligación de tributar, ya que puede que superen el límite con la subida. Esto les ocurrirá a los pensionistas que ingresaban 20.200 euros anuales en 2022, que deberán presentar el IRPF en la Declaración de la Renta.