Planas avisa contra el "desajuste entre oferta y demanda"

La subida de costes y el menor consumo obligan a ajustar el mercado del vino

La escalada de los costes de producción (vidrio, cartón, tapones...), el freno de la demanda en mercados exportadores clave como Reino Unido y la subida de la cesta de la compra en España preocupan al sector.

La ola inflacionaria amenaza con desequilibrar el mercado del vino
La ola inflacionaria amenaza con desequilibrar el mercado del vino
Europa Press

Luis Planas, ministro de Agricultura, es posiblemente el miembro del Consejo de Ministros que más mide sus palabras. Por este motivo, no es habitual que haga referencia directa a un sector determinado sin que medie una buena razón. El titular de Agricultura advirtió ayer contra "el desajuste entre oferta y demanda" en el mercado del vino, así como contra unos precios que, estimaba, "están entre un cinco y un siete por ciento más bajos". En cualquier caso, pedía a viticultores y bodegueros "no entrar en pánico" y mencionaba la próxima puesta en marcha de ayudas para la cosecha en verde por un montante de 15 millones de euros. ¿Acertó el ministro en verbalizar su preocupación? El plan de reequilibrio anunciado esta semana por la Denominación de Origen Rioja (DOCa Rioja), así como los sobrecostes de producción, el comportamiento de algunos mercados clave como el Reino Unido y la escalada de los alimentos, abonan estas inquietudes.

Es verdad que el mismo Planas añadía que "no hay en este momento afortunadamente una gran crisis, pero sí un horizonte de preocupación". El año pasado, según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), se cerró  con una facturación récord de 2.980 millones de euros (89,6 millones más que en 2021) aunque en términos de volumen se registró una caída del 9% hasta los 2.089,5 millones de litros (casi 213 millones menos que en el ejercicio de 2021). Una cifras no ajenas al fenómeno de la inflación. "Los datos del segundo semestre del año 2022 apuntaban a una ralentización significativa de las ventas totales del vino en España, por lo que el modesto avance de comercialización de las ventas nacionales de Rioja supone un fortalecimiento de nuestra posición en el mercado”, declaraba el presidente del consejo regulador de la Denominación de Origan Calificada Rioja  Fernando Ezquerro el pasado mes de febrero durante la rueda de prensa de balance del año 2022. 

Una tormenta perfecta 

Sin embargo, como dice el refrán cuando suena el río es que agua lleva. El mismo órgano adoptaba este pasado martes  un plan de reequilibrio entre oferta y demanda, por el que daba luz verde a un ajuste de los rendimientos de producción para las vendimias de 2023 y 2024 del 90% para el caso de la uva tinta. En el caso de la uva blanca, destinada a la producción de vino blanco, se decidió mantener en el 100%. Además, el principal órgano de la Denominación aprobó limitar en un 4% la entrada de uva para mesa y al 69% el rendimiento de transformación (un 70% para la uva blanca). 

El director general de Grupo Rioja, Iñigo Torres, ha reconocido en declaraciones a La Información  que para recuperar el equilibrio entre oferta y demanda había que ir "ajustando los rendimientos en el viñedo y la bodega para maximizar la calidad de nuestros vinos". Además, ha admitido su preocupación por la situación de mercados de exportación claves como el Reino Unido que consumió un 11,45% menos aunque Rioja vio parcialmente compensado lo anterior con fuertes crecimientos en mercados como Bélgica (+27,13%) y, sobre todo, México que disparó sus importaciones un 26,13%.  

Una situación que Torres ha achacado a la "actual crisis económica" caracterizada por "una inflación disparada y el alza de los tipos de interés, que reduce la renta disponible de los ciudadanos".  Lo que ha considerado que afecta especialmente al vino "que no es un producto de primera necesidad" aunque ha considerado que, en el caso de España, el consumo se está recuperando gracias a la vuelta de la hostelería "pero de forma más lenta de lo previsto".  

Rueda: Atentos a "un entorno agresivo y cambiante" 

Por su parte, el director general de la Denominación de Origen Rueda Santiago Mora ha apuntado que ante este complicado contexto "el consumidor esta adaptando su consumo a una nueva situación y un nuevo poder adquisitivo real. Todo eso está afectando al consumo de vino". Un fenómeno no solo propio de España sino que estaría produciéndose en países vecinos como Francia donde, ha recordado, se está tomando la decisión de arrancar viñedos. El representante de esta DO no duda en hablar de "un entorno agresivo y cambiante". 

Sobre la situación concreta de Rueda, Mora ha destacado que cerraron el año con "una cosecha récord, histórica, en 2022" y que desde noviembre han visto sus ventas en crecimiento "sólido y continuado"  aunque ha admitido que el consumo de vino en general se resiente, "el blanco en general y el Rueda en particular, se está viendo como gana cada vez más consumidores y reacciona bien, a pesar de la situación". 

La escalada de los costes de producción 

Otro factor importante son los costes de producción, que como sucede en el resto del campo español llevan meses disparados y que impactan directamente en toda la cadena agroalimentaria. Torres ha reconocido que esta situación está afectando negativamente a todos tanto a viticultores como a las bodegas. "Lo que reduce la competitividad de nuestros vinos en un sector tan exigente como es el vino", ha lamentado. 

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