Escenario incierto

España encara un 2023 marcado por los tipos y las dudas sobre si el PIB resistirá

Sin la presión de la energía, la inflación se mantendrá aún alrededor del 5% el año próximo y podría restar 1,3 puntos al crecimiento, mientras que el alza del precio del dinero podría comerse otro punto adicional

Billetes de euro con fuego
España encara un 2023 marcado por los tipos y las dudas sobre si el PIB resistirá
©[Markus Spiske] a través de Pexels / Montaje: La Información.

Como ha sucedido los dos últimos años, aunque por circunstancias bien distintas, el 2023 se presenta con la tarjeta de visita de la incertidumbre. La mayor crisis energética en décadas, la escalada de los precios y las tensiones geopolíticas por la guerra en Ucrania toman ahora el relevo de la pandemia de covid y la rotura en las cadenas de suministro global, si bien estas tampoco han terminado de marcharse. 

Está previsto que la agresiva subida de tipos que el Banco Central Europeo ha desplegado para hacer frente a esta coyuntura inflacionista impacte de lleno en la economía el año que viene. Ante un escenario así y teniendo en cuenta que el precio del gas muy probablemente seguirá tensionándose, España afronta unos meses inciertos: está mejor posicionada que otras grandes economías de la zona euro para encarar las dificultades, pero tampoco es inmune a las mismas.

Las previsiones para el país se mueven en una horquilla que va desde el 2,1% que calcula el Gobierno –el escenario más optimista- hasta el retroceso del 0,4% que contemplan Barclays. Ningún otro organismo internacional o firma de análisis prevé que la economía nacional se contraiga en el conjunto del año que viene. 

De hecho, la Comisión Europea o el Fondo Monetario Internacional han descartado que España pueda verse afectada este y el próximo trimestre por una recesión técnica que sí golpeará a Alemania o Italia. De puertas para dentro ese escenario de leve caída de la actividad entre octubre y marzo-alejado de una crisis profunda como las vividas en el pasado- sí que estaría dentro de lo esperable en opinión del Banco de España o de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

Inflación y alza de tipos, el mayor impacto sobre el PIB de 2023

Si en lo que va de 2022 la energía ha ejercicio como uno de los principales frenos a la actividad, las dos variables que afectarán más al devenir de la economía el año próximo serán, en principio, la inflación y el aumento de los tipos oficiales (que el BCE ha elevado hasta el 2% en octubre). 

Sin el componente energético, la tasa anual del IPC se mantendrá aún en el entorno del 5%, lo que según Oriol Carreras Baquer, economista senior de CaixaBank Research, podría restar alrededor de 1,3 puntos al crecimiento. El experto apunta a que en origen la inflación se tomó por un problema temporal, por lo que no afectó a las decisiones de gasto de las familias y empresas. Una vez que esta se ha mantenido en el tiempo, el sector privado ha empezado a modificar sus decisiones de consumo e inversión. 

El efecto de las subidas de tipos -con las que el BCE busca controlar el alza de los precios- tarda unos trimestres en materializarse, por lo que en CaixaBank Research prevén que en 2023 reste casi 1 punto al avance del PIB. Se estima que el BCE elevará los tipos en alrededor de 3 puntos entre julio de 2022 y marzo de 2023, una subida "de una magnitud y una velocidad no vistas en todo el tiempo que lleva circulando el euro", recuerda Carreras. 

El hecho de que hogares y empresas se encuentren en una mejor posición respecto al anterior ciclo de subidas de tipos en plena crisis financiera, el ahorro acumulado en pandemia y el oxígeno que darán a la inversión los fondos europeos Next Generation permitirán que en España el período de estancamiento sea corto y la recuperación se reactive a partir de los primeros meses del siguiente año, apuntan desde BBVA Research.

El pacto de rentas y el Plan de Recuperación, claves

Eso sí, en la entidad inciden en que es prioritario formalizar un pacto de rentas y acelerar el desarrollo del Plan de Recuperación. En este momento, el Gobierno trabaja en una segunda fase de su implementación que, según la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, se centrará en incrementar la autonomía estratégica del país en los ámbitos energético, agroalimentario, tecnológico, industrial y digital. 

Hasta la fecha, España es el país que va más avanzado en el despliegue de los fondos y reformas estructurales que llevan aparejados los NGEU, de los que va a recibir unos 69.500 millones de euros. El Gobierno solicitó formalmente a mediados de mes el tercer desembolso del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia por valor de 6.000 millones, que está vinculado al cumplimiento de 29 hitos y objetivos a lo largo del primer semestre de este año.

Hasta la fecha, el avance de Contabilidad Nacional del tercer trimestre apunta a un debilitamiento del PIB. La economía creció un 0,2% entre julio y septiembre, frente al 1,5% del trimestre anterior, si bien las estimaciones apuntan a que este año podría cerrarse con un avance superior al 4,4% que contempla el cuadro macroeconómico incluido en los Presupuestos Generales del Estado del año próximo. 

De momento, los datos que ha recabado la Autoridad Fiscal en la última actualización de su modelo de previsión de la evolución del PIB en tiempo real (MIPred) avanzan un crecimiento de la economía del 0,6% en el cuarto trimestre en relación al tercero y del 2,1% en términos interanuales. El modelo (revisado el 17 de noviembre) incorpora más de la mitad de los indicadores de octubre, por lo que la fotografía que muestra es aún limitada, si bien da algo de oxígeno al Ejecutivo de aquí a final de año. 

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