España comenzará en julio la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea, una oportunidad para liderar las conversaciones que mantendrán los ministros de los diferentes países miembros durante todo un semestre. Se trata de una gran oportunidad y los empresarios son conscientes de ello, por eso esta tarde los representantes de las patronales europeas han entregado a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital su listado de prioridades. El grupo, liderado por Fredrik Persson, presidente de Business Europe, apela a poner el foco en fomentar la competitividad de los 27, un objetivo que entienden no se puede conseguir sin asegurar el suministro eléctrico a precios competitivos, para poder hacer frente a competidores como Estados Unidos y su Green Deal.
Hasta 40 confederaciones empresariales de 35 países diferentes se han concentrado en Madrid para escribir una declaración conjunta, como acostumbran a hacer antes de que un país comunitario tome el relevo al frente del organismo europeo. En esta ocasión, las patronales han indicado que es fundamental que la UE cuente con un "acceso sostenible de la energía a precios competitivos y un mercado de la electricidad preparado para el futuro con claras señales de inversiones a largo plazo". En este sentido, apuntan a los contratos a largo plazo como una forma de "reducir la influencia de las oscilaciones del precio del gas en los precios de electricidad", al tiempo que se apoya la producción de electricidad renovable y baja en carbono. Los empresarios piden al Gobierno que en la reforma del mercado eléctrico se desarrolle el mercado transfronterizo, se reduzca el impacto del precio del gas en la luz y se invierta para desarrollar redes, interconectores y almacenamiento.
En este documento, los empresarios han dibujado cinco prioridades para el próximo semestre, todas encaminadas a potenciar la competitividad del viejo continente. Entre ellas, han llamado a frenar el nivel de producción normativa del Parlamento Europeo, donde cada semana salen adelante varias directivas o reglamentos que afectan directamente a la actividad de sus compañías. El grupo de empresarios reprocha que en los últimos cinco años se han adoptado más de 5.000 páginas de regulación a nivel europeo, una "inflación regulatoria" que aseguran que se traduce en un incremento de los costes de 'compliance' para las empresas. En concreto, señalan que exige un gran esfuerzo para las empresas de mediano y pequeño tamaño, para las que es prácticamente imposible estar en permanente actualización. El conjunto de patronales solicita que se reduzca el número de obligaciones que atan a las empresas a remitir información a diferentes organismos o instituciones, procesos que en ocasiones están solapadas.
Las diferentes confederaciones empresariales también creen que es necesario impulsar la productividad europea, para lo que invitan, por un lado, a mejorar el marco regulatorio para la innovación con los posibles riesgos como principal enfoque -como ha hecho el reglamento de Inteligencia Artificial- yfacilitar el acceso a financiación para el desarrollo de nuevas tecnologías I+D. El problema de la falta de mano de obra también se cuela en el debate europeo, los empresarios destacan que las competencias de las personas en edad de trabajar no casan con las necesidades del mercado de trabajo. Por ello, como también ha hecho CEOE en España, llaman a activar a los desempleados y reconocer "la contribución positiva de los talentos de terceros países para responder a las necesidades del mercado laboral".
Además, invitan a ahondar en la integración en el mercado único, que califican como "la base de la prosperidad de Europa" en la declaración que ha remitido el presidente de Business Europe, la vicepresidenta Ingrid Thijssen y Antonio Garamendi. En especial, estiman que es importante profundizar en este mercado para el sector de los servicios, pero lamentan que "las acciones propuestas se centran en prevenir la aparición de nuevas barreras, dejando desatendidos los obstáculos presentes". Asimismo, proponen la creación de un Instrumento de Emergencia de Mercado Único que vele porque se "respete el principio de proporcionalidad al prevenir acciones unilaterales a nivel nacional (...)", proteja las cadenas de valor y "evite la imposición de nuevas medidas desproporcionadas sobre las empresas por medio de intervenciones de los Estados". Después de que las ayudas alemanas hayan puesto en tensión a los países miembros.
También apelan a abrir la Unión Europea a las oportunidades que ofrezca el mercado internacional, para situar el territorio como "lugar clave de inversión y como herramienta clave para reducir la sobre dependencia de un único proveedor de materias primas fundamentales". Los empresarios quieren fortalecer los vínculos con Latinoamérica y el Caribe, Australia e India. Por otro lado, llaman a contribuir a reducir los costes de hacer negocios con EEUU, recortando aranceles y buscando "soluciones permanentes", mientras instan a "garantizar una relación equilibrada con China que tenga en cuenta los riesgos crecientes", por ser conscientes de su peso para "salvaguardar los intereses económicos y políticos de la UE y lograr beneficios mutuos".
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