El empuje de la recaudación

El empleo y la inflación impulsan otro año récord para el IRPF pese a frenar el PIB

Los ingresos del impuesto sobre la Renta se dispararon un 9,6% hasta octubre a los 101.586 millones (en todo el año pasado se recaudaron 109.485 millones) pese a que en la segunda mitad del año la economía se ha enfriado

María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública
María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública
Agencia EFE

La economía española ha venido mostrando los últimos meses síntomas de enfriamiento a raíz de que sus principales socios comerciales, las grandes economías de la Eurozona, se hayan gripado. Indicadores como el comercio minorista o la confianza del consumidor se han debilitado en octubre, la firma de hipotecas se ha desplomado un 29,6% en septiembre y, en pleno alza de los tipos, acumula ya ocho meses a la baja -los mismos que lleva cayendo la actividad de la industria-, mientras que el avance de los datos de la Contabilidad Nacional confirmó recientemente que las exportaciones (-4%) y la inversión (-0,8%) se contrajeron entre julio y septiembre en relación al trimestre previo. 

Pese a esta coyuntura más adversa, la resistencia que viene mostrando el empleo y el efecto colateral de la inflación a través de los salarios han disparado un 9,6% interanual hasta octubre la recaudación del Estado vía impuesto sobre la Renta. Sin las rebajas fiscales a las rentas más bajas el incremento habría superado el 13%. En los diez primeros meses del año las arcas públicas han ingresado 101.586 millones por IRPF, cuando en el conjunto del pasado ejercicio recabaron 109.485 millones por este concepto, una cifra récord que este año podría incluso superarse gracias a esa resiliencia del mercado de trabajo. 

La ocupación marcó récord en España en el tercer trimestre del año al alcanzar la Seguridad Social los 21,26 millones de cotizantes. Esto, pese a que el final de una temporada turística más larga de lo habitual -se ha prolongado prácticamente hasta octubre por las elevadas temperaturas- se tradujo, a la vez, en un aumento de 92.700 desempleados entre junio y septiembre, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). 

Los ingresos por retenciones del trabajo y actividades económicas, que conforman el grueso del impuesto y son los que más aportan al aumento de la recaudación total, se incrementan en lo que va de año un 10,9%, según apunta la Agencia Tributaria (AEAT) en su último informe mensual de recaudación, que ha hecho público esta misma semana.

Si bien, su avance ha ido a menos a medida que se acercaba el tramo final del año al ralentizarse la creación de empleo, moderarse las alzas de sueldos -desde el 6% del primer trimestre a algo menos del 5% en el tercero- y por el hecho de que la rebaja de tipos a las rentas más bajas sólo empezó a ser efectiva desde febrero. Esa tendencia se aprecia, según la AEAT, tanto en el caso de las grandes empresas como en el de las pymes. 

En lo que respecta al sector público, donde los ingresos por retenciones aumentan entre enero y octubre un 13%, la Agencia puntualiza que "la situación va a cambiar notablemente en los dos próximos meses". En noviembre, cuando se noten los efectos completos de la subida salarial adicional de este año, y en diciembre, cuando se compare con el repunte del año pasado causado también por la actualización de salarios, que fue más intensa entonces. 

Mientras y en lo que tiene que ver con las pensiones, que se han revalorizado un 8,5% este año al quedar ligada su actualización al IPC medio registrado entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022, el aumento de los ingresos roza el 19% desde febrero. Todo lo anterior hace pensar en ese incremento récord de la recaudación tributaria del que el IRPF no será el único responsable.

Un gasto estructural de 12.000 millones

Con todo organismos nacionales e internacionales advierten de que en el futuro a más corto plazo puede asomar un escenario menos optimista, a medida que la actividad vaya ralentizándose más. La Comisión Europea ha advertido a España de que va a tener que hacer frente a una situación fiscal "muy difícil" en 2024, cuando está previsto se recuperen las reglas fiscales a nivel europeo, debido a que el déficit seguirá por encima del 3% los dos próximos años y a que la deuda se mantendrá "bastante elevada", en el entorno del 106,5% del PIB. En su última edición de los 'Cuadernos de Información Económica' Funcas advierte de que el crecimiento de los ingresos públicos totales echará el freno en 2024 desde el 6,7% al 5,8%. 

Esto, a pesar de que a finales de año se eliminen las rebajas fiscales a la energía (las de los alimentos se mantienen hasta junio), a pesar del impulso recaudatorio de los gravámenes temporales a los sectores financiero, energético y a las grandes fortunas -que PSOE y Sumar apostaron por reforzar en su acuerdo de gobierno para readaptarlos y mantenerlos una vez que expire su periodo de aplicación actual- y pese a la reducción de la compensación de pérdidas de matriz-filial. En conjunto esas medidas aportarán alrededor de 6.000 millones de euros en 2024. 

A la vez y como explica en su artículo Desiderio Romero-Jordán, el gasto público contendrá su crecimiento del 5 al 3,8% al expirar más de 9.100 millones de euros en ayudas personales, sectoriales y bonificaciones a los carburantes. Sin embargo, la revalorización de salarios y pensiones públicas aumentarán el gasto estructural en alrededor de 12.000 millones de euros en 2024. "En resumen, la consecución del 3% de déficit previsto para 2024 es un reto de difícil cumplimiento al que se deberá enfrentar el nuevo gobierno en el año de la vuelta a las reglas fiscales", apunta el investigador de Funcas.

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