Tras marcar niveles récord

El empleo se frena en el segundo semestre y dibuja un escenario débil de cara a 2024

Las tensiones geopolíticas, la debilidad de la Eurozona o la persistencia de unos tipos altos hasta el verano marcan el paso a la economía cuando el mercado de trabajo ha empezado a notar ya los efectos de la incertidumbre global 

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero junto al nuevo ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en la sede del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa,
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero junto al nuevo ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en la sede del Ministerio
Europa Press

España ha resistido el embate de las tensiones geopolíticas, la debilidad económica de la Eurozona y de la persistencia de la inflación con unos tipos de interés elevados, aunque no ha sido del todo inmune a ese choque. Los datos de empleo han venido a confirmar el enfriamiento paulatino de la actividad a medida que transcurría el 2023. Si bien en el conjunto del ejercicio España creó 539.740 empleos, el grueso de los mismos se concentró en los cinco primeros meses del año, cuando la Seguridad Social ganó más de 468.000 cotizantes en términos desestacionalizados. Mientras, de junio a diciembre, apenas incorporó 65.000 afiliados

Los datos de la Contabilidad Nacional confirmaron que el PIB pasó de crecer al 0,6% en el primer trimestre a hacerlo un 0,4% en el segundo y un 0,3% en el tercero. La economía se fue enfriando al calor de unos costes financieros cada vez más elevados para familias y empresas y de un retroceso en la inversión productiva ante un horizonte cada vez más incierto. Con todo, aguantó en mitad de una coyuntura cada vez más adversa, en la medida en que también lo hicieron el empleo y el consumo de los hogares con la temporada estival. 

En su último informe trimestral y de proyecciones macroeconómicas hasta 2026, publicado el 22 de diciembre, el Banco de España (BdE) advertía de que la demanda de las familias ofrece unas perspectivas menos favorables, lo que le ha llevado a revisar a la baja sus estimaciones de crecimiento para este y el próximo año. En principio, los indicadores con los que cuenta la entidad apuntan a que la actividad se estancaría a finales de año en ese avance del 0,3% trimestral que ya había registrado entre julio y septiembre. 

Es un escenario similar al que contempla la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que actualizó el miércoles su previsión de PIB en tiempo real (MIPred) con los datos de afiliaciones y de consumo eléctrico del mes de diciembre, y estima que el avance será del 0,4% entre octubre y diciembre. El organismo fiscalizador cuenta ya con el 62% de los indicadores que emplea para medir el desempeño trimestral de la economía.

Las medidas que complican la senda fiscal... sostienen el consumo

La prórroga anunciada por el Gobierno de las medidas anticrisis, que desde el punto de vista fiscal complicará la senda de ajuste que tiene que acometer el país para ceñirse a la vuelta de las reglas fiscales (España debe situar su déficit en el 3% este año para cumplir con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento), viene sin embargo a mantener la buena pauta del consumo y de la demanda interna. 

Está previsto que en 2024 se ejecuten gran parte de los fondos europeos que le han sido concedidos, lo que hará que el incremento del PIB en 2024 se sitúe, "con las debidas cautelas" dada las incertidumbres, en el 1,6%, según el Consejo General de Economistas -una estimación que comparte también Funcas-. Esto desde el 2,4% al que la actividad habría crecido en el último año, según las previsiones del Gobierno. 

Aunque de cara a este año los pronósticos son, en general, menos halagüeños porque se teme que el impacto del aumento de los tipos de interés todavía puede hacer mella en la actividad económica, los riesgos que rodean el escenario "son numerosos", recordaba recientemente Oriol Aspachs, director de Economía Española de CaixaBank Research. 

Factores que tensionarán la economía a medio plazo

En este entorno de desaceleración económica que coincide además con que los tipos de interés se mantendrán tensionados, la situación de guerra en Ucrania y en Oriente Próximo, los efectos de la espiral inflacionista, y en un entorno donde Alemania sigue castigada y parece que el PIB de China -su principal socio comercial- se ralentiza hay tres motivos para la desaceleración económica, según Javier Blasco, director en The Adecco Group: los tipos de interés, las restricciones a la política presupuestaria tras las nuevas normas fiscales pactadas por la Unión Europea, y los riesgos derivados del cambio climático.

Por el lado de las sorpresas positivas, si las presiones inflacionistas consolidan el rápido descenso que han experimentado en los últimos meses y los bancos centrales bajan los tipos de interés algo más rápidamente de lo estimado, "es probable que dentro de un año volvamos a hacer otro balance positivo", sostiene Aspachs. Este mismo viernes Eurostat ofrecerá el dato preliminar de inflación de diciembre para el conjunto de los países que comparten el euro. 

Mostrar comentarios