Domicilio fiscal y empadronamiento en la Renta: ¿puedo elegir dónde declarar?

Los impuestos en España difieren significativamente entre unas comunidades y otras. Aunque, en el caso del IRPF, este cuenta con un tramo estatal, los contribuyentes deben rendir cuentas ante el fisco también por la parte autonómica.

Por este motivo, a la hora de realizar la declaración de la Renta, el lugar en el que se declaren los ingresos será crucial para pagar más o menos impuestos, ya que no solo se aplicarán diferentes tramos en el impuesto, sino que también las deducciones podrán variar entre regiones.

Una de las deducciones a las que más recurren los contribuyentes es la relacionada con la vivienda. Pero con ella surgen numerosas dudas. ¿Dónde se declara? ¿En el lugar de empadronamiento o en lo que Hacienda considera como domicilio fiscal? ¿Se puede declarar en la comunidad que más interese para ahorrar impuestos?

¿Dónde se puede declarar?

A la hora de declarar Hacienda tendrá en cuenta el domicilio fiscal, que tal y como recoge el artículo 48 de la Ley General Tributaria, es el de la residencia habitual para las personas naturales o físicas. No obstante, si se realizan actividades económicas la Agencia Tributaria puede llegar a considerar como domicilio habitual el lugar en el que se realizan dichas actividades.

Para decidir cuál se considera el domicilio fiscal se tienen en cuenta varios criterios, que se aplican en orden. En primer lugar, se tendrá en cuenta la comunidad autónoma en la que se haya permanecido mayor número de días durante el periodo impositivo. En segundo lugar y si no fuera posible determinar la residencia según el criterio de permanencia, se considerará residente fiscal del lugar en el que se tenga el principal centro de intereses. Por último, si no se pueden demostrar ninguno de los criterios anteriores, se tendrá en cuenta la comunidad en la que tuviera la última residencia declarada en el IRPF.

Por lo tanto, elegir el lugar en el que se quiere declarar no será posible, ya que Hacienda tiene en cuenta el domicilio fiscal, que no tiene nada que ver con el lugar de empadronamiento. Por ello, si lo que se busca es ahorrar impuestos un asesor financiero o un asesor fiscal podrá ayudar a cada persona a rentabilizar su ahorro y a reducir su carga fiscal en la medida de lo posible.

¿Debe coincidir el domicilio fiscal con el lugar de empadronamiento?

El hecho de ser residente fiscal en una comunidad autónoma no significa necesariamente que se esté empadronado en esa misma comunidad, aunque lo lógico es que así fuera, ya que ambos deberían reflejar el lugar en el que se vive de manera habitual. Además, mantener el domicilio fiscal y el empadronamiento en el mismo lugar evitará problemas cuando, por ejemplo, los contribuyentes quieran aplicar la deducción por vivienda habitual.

No obstante, el padrón de habitantes y el registro a efectos tributarios son registros administrativos independientes. Por lo tanto, realizar un cambio de domicilio en el padrón no es suficiente para avisar a Hacienda, ya que esta tendrá en cuenta el domicilio fiscal.

De este modo, si no se actualiza el domicilio fiscal para el periodo impositivo o existen errores en el mismo a la hora de hacer la declaración de la Renta los contribuyentes se exponen a lo que la Agencia Tributaria califica como una sanción leve, lo que implica tener que hacer frente a una multa de 100 euros.